En el Atlantis, latino(mexicano) lleva su sueño a la estratósfera
John Olivas le dio el toque hispano a la Estación Espacial Internacional (ISS) que realiza operaciones técnicas
Jorge Morales Almada
Lea nota en el diario La Opinion / 14 de junio de 2007
En julio de 2006, John "Danny" Olivas se preparaba para el sueño de su vida: ir al espacio. En aquel entonces habló para La Opinión de ese sueño de altura.
En conversación telefónica desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida, contaba que para ser astronuata se necesita sólo una cosa: trabajar duro.
Y el sueño se le cumplió.
A bordo del transbordador espacial Atlantis el domingo llegó a la Estación Espacial Internacional (ISS) en una misión cuyo objetivo es instalar paneles solares y continuar la construcción de esa base para las futuras expediciones que se planean tanto a la Luna como a Marte.
Olivas nació hace 41 años en North Hollywood, pero fue criado en El Paso, Texas, adonde muchos años atrás habían llegado sus abuelos procedentes de Chihuahua, México.
Es graduado de la Universidad de Texas-El Paso (UTEP) de ingeniero mecánico y con doctorado en la Universidad de Rice.
En 1988 solicitó su ingreso a la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), pero fue rechazado.
Nunca se dio por vencido. "Hay que perseguir los sueños", dijo en aquella entrevista. Diez años después lo aceptaron.
Olivas, quien nunca cedió en sus intentos por ingresar en la NASA, realizó el lunes su primera caminata espacial.
Sus primeros pasos los dio mientras escuchaba la canción It Probably Always Will Be, de Ozark Mountain Daredevils, que le transmitió el Centro Espacial Johnson, en Houston, Texas.
Junto con su compañero James Reilly, Olivas pasó seis horas afuera de la ISS armando las estructuras para la instalación de dos paneles de energía solar.
La misión STS-117 del Atlantis es trasladar vigas de 17.5 toneladas de peso y 240 pies de largo, así como baterías y equipo asociado para contruir un nuevo segmento de energia para operar la ISS.
Programado para regresar el 21 de junio, tras completar la misión, el martes la NASA anunció que los siete miembros de la tripulación tendrán que extender su viaje dos días más debido a una fisura en la cubierta termal del Atlantis.
En 2003 una falla similar provocó que el Columbia se desintegrara en su regreso a la Tierra, aunque la NASA ha asegurado que el problema detectado no es de gran peligro.
La astronauta Sunita Williams, quien desde diciembre pasado se encuentra en la ISS, regresará también a la Tierra en el Atlantis.
Luego de completar la primera jornada de trabajo, Olivas y Reilly tendrán otra caminata como parte de la tres etapas de construcción de la ISS, un proyecto de alrededor de 100,000 millones de dólares en el que participan 16 países.
La segunda caminata fue el miércoles y estuvo a cargo de los astronautas Pat Forrester y Steve Swanbson.
Danny Olivas ha trabajado en muchas otras misiones de la NASA, pero siempre desde Tierra.
Su trabajo le ha valido varios reconocimientos, entre ellos de la Hispanic Engineer National Achievement Awards Corporation (HENAAC) y del Laboratorio de Retropropulsión (JPL) de Pasadena. También ha sido galardonado con cuatro premios de clase por la NASA y ha obtenido el premio Hispanos Triunfadores, de McDonalds. Además tiene seis patentes registratadas en Estados Unidos.
Dentro del selecto grupo de latinos que trabajan en la NASA, Olivas tiene de colegas a George Zamka, un piloto de origen venezolano; José Hernández, de ascendencia mexicana, y Joe Acaba, de Puerto Rico.
"No importa lo que hagas, no importa el trabajo que tengas, o si estás estudiando o simplemente limpiando el cuarto, siempre hay que trabajar duro, todas las personas que están en esta oficina han trabajado muy duro. Una cosa es muy cierta: hay que perseguir los sueños", comentó en aquella entrevista para La Opinión.
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