Fuente: El Universal
Martes 02 de marzo de 2010
Una parte de la población chilena esta perturbada por lo que el desastre mostró de su sociedad y de su gobierno; los saqueos, y la aceptación, renuente, de que sí necesitaban ayuda internacional.
La presidenta chilena defendió el martes a su gobierno ante acusaciones de incompetencia tras un desastre que propinó un severo golpe no sólo a las vidas a y a la propiedad privada, sino a la identidad nacional: una sociedad orgullosa de su riqueza y orden que de repente se enfrenta a pandillas de saqueadores, una economía lastimada y un golpeada noción del orden cívico.
El mismo gobierno que envió a Haití 15 toneladas de alimentos y medicinas, un equipo de búsqueda y salvamento y 20 doctores tras el terremoto del 12 de enero, debió importar ayuda humanitaria.
Con el terremoto en Chile resurgieron indicios de anarquía en un país que se regodeaba de su Estado de derecho y la responsabilidad de sus ciudadanos.
En el pueblo costero de Lota, el alcalde Jorge Venegas rogaba el martes que los militares llegaran a imponer el orden. Una estación de gasolina estalló en llamas, ráfagas de disparos se escucharon durante la noche y los residentes custodiaban las calles contra pandillas de saqueadores, dijo Venegas a Radio Bio Bío.
''Es imprescindible que el ejército esté en nuestra ciudad'', dijo Venegas. Agregó que una ''psicosis'' se había apoderado del pueblo.
''Es una histeria colectiva'', dijo Francisco Santa Cruz, un rescatista de 20 años que atendía el martes a 56 familias en un campamento para los nuevos damnificados en San Pedro, al otro lado del río Bío Bío River desde Concepción, la mayor ciudad en el área afectada por el sismo del sábado.
Igual que Venegas en Lota, Santa Cruz dijo haber oído ráfagas de disparos durante la noche.
''Nos llamaban (a los chilenos) los jaguares de Suramérica'', dijo. ''Pero ahora nos dimos cuenta de que no estamos ni cerca de eso''.
La presidenta Michelle Bachelet estaba a la defensiva ante la avalancha de críticas de que el gobierno fracasó en su respuesta al desastre.
La Tercera, un periódico influyente, dijo que los saqueos y la violencia mostraron la ''lentitud y debilidad incomprensible'' de las autoridades. El Mercurio, una publicación conservadora, pidió al presidente electo Sebastián Piñera a ''restaurar la esperanza'' cuando asuma el poder el 11 de marzo.
El gobierno impuso el lunes un toque de queda desde las 8 de la noche hasta el mediodía siguiente y envió 14 mil soldados a Concepción y sus alrededores para detener los saqueos, después de que casi todos los supermercados de la ciudad habían sido asaltados.
''Probablemente la gente siempre va a sentir que se podrían haber hecho las cosas mejor'', insistió Bachelet antes de recibir a la secretaria estadounidense de Estado Hillary Clinton, quien prometió ayuda. ''Pero la verdad es que dada la extensión (del sismo) siempre va a ser insuficiente''.
Mientras Bachelet hablaba, el saldo de muertos ascendía el martes a 796 y las réplicas seguían sacudiendo el área. El terremoto de 8,8 y el maremoto que lo siguió arrasaron pueblos y ciudades a lo largo de los 700 kilómetros de costa chilena en el Pacífico.
Los chilenos lucían muy perturbados por lo que el desastre mostró de su sociedad, y no sólo del gobierno.
Catalina Sandoval, una estudiante de ingeniería civil de 22 años en Concepción, dijo que sentía ''rabia, impotencia y desilusión'' ante la anarquía.
Según Sandoval, ''no sólo gente delincuente sino también gente acomodada está robando''. En el apogeo de los saqueos, muchas personas bien vestidas salieron cargando electrodomésticos.
Algunos chilenos estaban acongojados ante la fragilidad de las nociones cívicas que se creían consolidadas hacía tiempo.
Desde que la sangrienta dictadura del general Augusto Pinochet terminó hace 20 años, los chilenos han preferido que los soldados permanezcan en sus cuarteles, pero la policía estaba completamente desbordada cuando comenzó el pillaje tras el sismo y los residentes aplaudieron el martes a un convoy militar en Concepción.
El poderoso aparato productor nacional también recibió un duro golpe.
La industria y la agricultura, la inflación casi nula y la democracia estable de Chile son la envidia de América Latina.
Las generosas ganancias cupríferas y las prudentes políticas fiscales ayudaron al gobierno a reducir la pobreza desde 45% en 1990 al 13% actual, elevando el ingreso anual per cápita a 14 mil dólares en la nación de 17 millones de habitantes, pero persiste una gran brecha económica.
Un estudio del Banco Mundial mostró hace varios años que el 10% más pobre de los chilenos se beneficiaban de 1,3% de los ingresos gubernamentales, mientras que el 10% más rico de los chilenos se beneficiaban del 40% de los ingresos.
El presidente electo Piñera, un multimillonario conservador, hizo campaña electoral con la promesa de aumentar la economía en 6% y transformar a Chile ''en el mejor país del mundo''.
Esas promesas, sin embargo, se verán afectadas por el terremoto. AIR Worldwide, una forma consultora con sede en Boston, estimó que las pérdidas económicas podrían sobrepasar los 15 mil millones de dólares. Unas 2 millones de personas resultaron afectadas.
La destrucción era extensa y la comida escasa a lo largo de la costa, en pueblos como Talca y Cauquenes, Curicó y San Javier. En Curanipe, la iglesia funcionaba como morgue. En Cauquenes, las familias sepultaban rápidamente sus muertos porque las funerarias no tenían electricidad. Casi el 80% de los habitantes de Talcahuano están damnificadas, y el puerto destruido.
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Pacific Northwest at risk for mega earthquake
Agencies, March 2, 2010
LOS ANGELES - The disaster in Chile has brought new attention to an undersea fault along the Pacific Northwest capable of producing the same type of mega earthquake and inflicting heavy damage on bustling cities like Seattle, Portland and Vancouver.
The fault has been dormant for more than 300 years, but when it awakens — tomorrow or decades from now — the consequences could be devastating.
The last rupture unleashed the largest known quake to hit the Lower 48 — a magnitude-9 that sent tsunami waves crashing into Japanese coastal villages.
Recent computer simulations of a hypothetical magnitude-9 quake found that shaking could last 2 to 5 minutes — strong enough to potentially cause poorly constructed buildings from British Columbia to Northern California to collapse and severely damaging highways and bridges.
Such a quake would also send powerful waves rushing to shore in minutes. While big cities such as Portland and Seattle would be protected from severe flooding, low-lying seaside communities may not be as lucky.
The Pacific Northwest "has a long geological history of doing exactly what happened in Chile," said Brian Atwater, a geologist with the U.S. Geological Survey and University of Washington. "It's not a matter of if but when the next one will happen."
The Pacific Northwest fault behaves much like the one that broke offshore Chile that triggered a magnitude-8.8 quake. Shaking lasted 2½ minutes and the temblor destroyed or badly damaged 500,000 homes.
Located just 50 miles off the coast, the 680-mile-long Cascadia fault is part of several seismic hotspots around the globe where plates of the Earth's crust grind and dive. These so-called subduction zones give rise to mountain ranges, ocean trenches and volcanic arcs, but also spawn the largest quakes on the planet.
There's an 80 percent chance the portion of the fault off southern Oregon and Northern California would break in the next 50 years and produce a megaquake.
The odds of rupture are lower for the northern end, mainly including Washington state and Vancouver island, with a 27 percent chance during the same time period, according to calculations by Chris Goldfinger who heads the Active Tectonics and Seafloor Mapping Laboratory at Oregon State University.
Research presented last year at a seismology conference found that Seattle's high-rises built before 1994 when stricter building codes took effect were at high risk of collapse during a megaquake.
Disaster managers in Oregon and Washington are aware of the risks and work is ongoing to shore up schools, hospitals and other buildings to withstand a seismic jolt.
"We're definitely being proactive in trying to get those fixed, but we have a long way to go," said Yumei Wang, geohazards team leader with the Oregon Department of Geology and Mineral Industries.
Oregon has 1,300 schools and public safety buildings that are at high risk of collapse during a major quake. The state recently doled out $15 million to two dozen schools and emergency facilities to start the retrofit process. State law requires that all poorly built public safety buildings be upgraded by 2022 and public schools by 2032.
The state is also helping its coastal communities — home to 100,000 residents — plan for vertical evacuation buildings that could withstand giant tsunami waves.
Seattle plans to retrofit its 34 fire stations. The city is also working on a plan to upgrade 600 buildings considered most at risk.
"We have been preparing aggressively," said Barb Graff, who heads the city's Office of Emergency Management.
The Chilean quake occurred in an offshore region that was under increased stress caused by a 1960 magnitude-9.5 quake — the largest recorded in history, according to geologist Jian Lin of the Woods Hole Oceanographic Institution.
Similar tectonic forces are at play off the Pacific Northwest where the Juan de Fuca plate is diving beneath North America. At some point, centuries of pent-up stress will cause the plates to slip. Scientists cannot predict exactly when a quake will occur, only that one will happen.
The region is all too familiar with violent earthquakes. In 2001, a 6.8-magnitude quake centered near Olympia, Wash., rattled a swath of the Pacific Northwest, but remarkably caused no deaths. While it was not the type of quake that hit Chile, it was a reminder of how a big disaster could strike at any time.
To better understand megaquakes, a group of scientists planned to travel to Chile in May for a conference on giant earthquakes and their tsunamis. There are field trips planned to commemorate the 50th anniversary of the 1960 Chile quake.
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Chile: Análisis telúrico-social del terremoto en Chile
- Talca destruido. Foto: Héctor Labarca Rocco
Por Jaime Yovanovic
1 de marzo, 2010.- La catástrofe vuelve a caer encima de los pueblos que habitan en los territorios controlados por el estado chileno. Por una parte las catástrofes naturales y, por la otra, aquellas derivadas del modelo de sociedad en que nos hacen vivir.
Las comunidades mapuche fueron atacadas por las huestes salvajes provenientes de la península ibérica, muriendo miles en la defensa del territorio ancestral. Esa fue una gran catástrofe. Los terremotos son otro tipo de actividad catastrófica, así como las erupciones volcánicas. Posteriormente sobrevino la catástrofe del genocidio militar en 1973, que asesinó miles de personas, torturó y desapareció otras tantas, sin contar más de un millón que hubo de salir al exilio.
Después de los militares vinieron los civiles, que siguieron robando el erario público, y llegó el terremoto de Tocopilla, que destruyó buena parte de esa ciudad del norte. El gobierno tuvo un comportamiento tan poco eficaz, que miles de personas debieron salir a las calles a manifestar el descontento. La población logró romper los lazos de dependencia y subordinación con las instituciones que les llamaban a esperar y tener paciencia, mientras las autoridades se robaban parte importante de los dineros destinados a la reconstrucción.
Era el momento de levantar un programa de soluciones elaboradas y desarrolladas por la propia gente aprovechando los lazos de solidaridad que se tendían desde la población de las ciudades próximas, sin embargo el candidato independiente a la alcaldía municipal renunció a esa condición incorporándose a la lista de la izquierda burocrática, lo que obviamente pesó a la hora del voto y la población le dio la espalda, saliendo derrotado.
Posteriormente, en pleno gobierno Bachelet, vino la erupción del volcán Chaitén, en la región de Palena, zona que el estado chileno había disputado contra el estado argentino, ganando la “batalla” y pasando sus habitantes de ser ciudadanos argentinos a ser ahora ciudadanos chilenos, como quien se cambia de camiseta. Cuando llegaron las autoridades chilenas a la región siniestrada, fueron recibidos con insultos y banderas argentinas. Finalmente la población fue trasladada a una región vecina.
Hoy día vino el actual terremoto, que ha sorprendido al mundo por la falta total de previsión por parte de las autoridades, dejando cientos de muertos, cientos de heridos, otros tantos desparecidos y miles de damnificados.
Triste y conmovedor. Veamos los factores que han determinado el cuadro de la situación:
Hay que destacar la ignorancia y el desinterés de las autoridades por el hecho de vivir en una región de mucha actividad telúrica, lo que impone una serie de medidas y estrategias, las que brillaron por su ausencia. Distinto es pillar por sorpresa a quienes nunca han sufrido un terremoto.
El tsunami llegó matando cientos de personas y desapareciendo pueblos enteros, siendo que la presidenta Bachelet informó que no habría tal. Luego aparece el ministro de la defensa diciendo que fueron los de la Marina de Guerra que no pasaron el aviso. Los marinos están callados, pues obtuvieron lo que querían: la militarización de la región mapuche.
Sobre los “saqueos”
No hay saqueos ni pillaje, eso es falso, pues lo que hay es población que se ha organizado para sacar de los grandes almacenes alimentos que se están echando a perder y productos de necesidad básica. El principal diario empresarial del país, “El Mercurio” dice que no son saqueos hechos por delincuentes, sino que “la desesperación por comida y agua ha llevado a los ataques al comercio”.
Vea el video presentado por este mismo medio de cómo la población ordenadamente va retirando los productos, sin correr, sin empujarse, más bien tocando delicadamente a quien tienen por delante y algunos adentro van pasando paquetes hacia afuera. Vea a los “delincuentes”, que en realidad son señoras, ancianos y gente común, nada de sujetos en camisetas sin mangas, tatuados o con rostros cubiertos: http://emoltv.emol.com/actualidad/indexSub.asp?id_emol=4283
Ante la magnitud de la llegada de población a los almacenes, la policía decidió no intervenir, legitimando así la actividad, y posteriormente la misma presidenta Bachelet llamó a los almacenes a entregar los productos. Como conclusión: la misma población dio la línea de cual debe ser el comportamiento, es decir, distribuir lo que hay, sin exclusiones ni puertas cerradas.
Sin embargo, la alcaldesa de Concepción, Jacqueline van Rysselberghe, nieta de nazis alemanes fugados a Chile después de ser derrotados en la Segunda Guerra, admiradora fanática de Pinochet y del militarismo, miembro destacada del partido UDI formado por la milicia fascista Patria y Libertad y aliada del presidente electo Sebastián Piñera, no podía permitir la libre expresión popular y exigió al gobierno el toque de queda y poner militares en las calles, lo que fue hecho así, aumentando la congoja de la población.
Esa mujer fascista y antidemocrática, obviamente se siente ahora en el paraíso viendo desfilar a las legiones por debajo de su balcón rumbo hacia las regiones bárbaras de los barrios populares destruidos. Debe estirar su brazo derecho con lágrimas en los ojos.
La crisis del modelo de construcción de viviendas, puentes y carreteras
La edificación en altura y los materiales empleados han sido el gran negocio de las empresas inmobiliarias, empresas constructoras y productores de cemento. Mucho se ha insistido en que el crecimiento de las ciudades debe hacerse en un plano horizontal, hacia las afueras, asegurando fuentes productivas a cargo de la propia población, alimentación, servicios autogestionarios y energía alternativa para los nuevos barrios comunitarios, que tendrían a su favor una relación inmediata con el campo, la producción campesina y la naturaleza.
Sin embargo el lobby de las empresas y el rol de los partidos políticos de disputar el poder sin importar su profunda vinculación con las empresas depredadoras, han desviado siempre el aparato del estado y los fondos públicos hacia inversiones, apoyo técnico y normativo en relación con ese tipo de construcción de edificaciones, de altura y de cemento, así como las carreteras y puentes.
Que se caigan los puentes en una región de terremotos, es absurdo, pues se supone que deben ser hechos de tal modo que acompañen el movimiento telúrico, no que se opongan. Las facultades universitarias e institutos tecnológicos de arquitectura, ingeniería y construcción civil, no desarrollan programas de estudio, investigación y práctica de construcciones y materiales adecuados para esas situaciones.
Comunicaciones
Han quedado colapsadas en casi todo el país, se han caído torres (mal construidas, debido al “ahorro” de costos) de transmisión y repetición, cables y antenas. Este texto se termina de escribir el día lunes a las 11:30AM por lo que han pasado 56 horas del sismo y aún no hay modificaciones, lo que ha llevado a algunas personas a plantear que el propio gobierno y los militares no están interesados en restituirlo para evitar que se haga un balance público de la magnitud real de las víctimas y los destrozos, lo que podría llevar a la población a organizarse aún más para disputar espacios de control a las instituciones ineficaces, tan ineficaces que sólo les queda la receta Pinochet para tapar sus deficiencias y contener la rabia de la gente.
No sólo el sur está colapsado sin teléfonos, sin TV, sin celulares, sin radios, sino que hasta el centro del país, Santiago y Valparaíso tienen muchos barrios que no pueden comunicarse, por lo que la deficiencia de la logística estatal y empresarial era generalizada, pues los efectos del sismo se hicieron sentir en mucho menor medida en la capital.
Para viajar de una ciudad a otra hay que escoger caminos alternativos ante los puentes derribados y carreteras que parecen papel arrugado.
Energía y agua
La electricidad ha quedado fuera de funcionamiento, siendo iluminados solamente algunos barrios de Santiago, obviamente los barrios altos habitados por gente de elevados ingresos y el centro cívico, tal vez por casualidad, pero lo que piensan todos es que ha habido más eficiencia y buen trato en esos barrios que en las poblaciones populares, los barrios pobres y periféricos, donde la oscuridad es la tónica.
Quizás están esperando que salga la población a protestar para poder poner militares en las calles también. En todo caso los santiaguinos no se han quedado quietos y salieron en diferentes barrios populares a retirar alimentos y productos de almacenes. Hacia el sur la oscuridad y la incomunicación acompañan la angustia y la ira de la población. Por eso es que no hay radios y TV ni se pueden cargar los celulares. Este texto se escribe y coloca en un ciber café del centro de Santiago.
Queda de manifiesto que ya no es más posible depender de la infraestructura eléctrica empresarial o estatal y se hace necesario desarrollar en los barrios formas de energía alternativa.
La gasolina está en grave crisis. Las empresas han anunciado que queda gasolina solamente para una semana y las gasolineras suben los precios aprovechando la “bonanza” ante las enormes filas de vehículos que alcanzan a varias cuadras.
De nada ha servido levantar enormes hidroeléctricas que han destruido el medio ambiente y el hábitat. Se decía que con eso se alimentarían extensas regiones del país. Los resultados están a la vista: los lazos se han cortado en múltiples partes y las empresas tendrán pérdidas multimillonarias, tanto por las reparaciones como por la ganancia que deja de entrar.
La población discute si ha tenido sentido pagar las elevadas cuentas de las empresas y circula la idea de no pagar las que lleguen próximamente, como sanción moral y económica al empresariado e instituciones por las deficiencias de atención a la población, ya que una cosa es el terremoto y otra es la imprudencia, robo e improvisación.
El agua es lo mismo, en muchas regiones se ha cortado, en otras sale sucia y en las ciudades se ven personas de un lugar a otro con envases en busca del preciado líquido.
Alimentos y productos básicos
Los almacenes y supermercados han cerrado en las ciudades desde el centro hacia el sur, han perdido gran cantidad de mercancía congelada prefiriendo perderla antes que entregarla a la población necesitada. La gente circula como hormigas de un lugar a otro buscando donde comprar pan, agua o algún producto.
Las tiendas pequeñas han bloqueado sus puertas con rejas para evitar que la desesperación pase por encima de la propiedad privada. Las ferias de verduras y hortalizas no han funcionado por lo que se espera muy pronto que el hambre empuje aún más a la población a buscar soluciones.
Salud
Muchos hospitales del sur se han derrumbado y en Santiago se ha suspendido la atención en espera a evaluar los daños.
La población tendrá que comenzar a tomar medidas de sobrevivencia y de contingencia con sus propias manos:
Donde sea posible se instalarán modalidades de energía alternativa, lo que sumado al diálogo sobre su importancia, acrecentará en la gente la comprensión y el interés por buscar formas sustitutivas de las redes de energía empresarial y estatal. El debate está abierto y se conversa en todas partes. Lo mismo puede suceder con el agua, el gas y las comunicaciones.
También la gente irá aprendiendo a valorar las huertas comunitarias existentes, tal vez alguien comience a hacer una y de cualquier manera el tema ha quedado instalado.
En algunos lugares los vecinos hacen una fogata, toman un té o un mate y pueden llegar a preparar y comer algo juntos. Habrá que observar si eso se hace en otras partes y estar preparados para proponerlo si se da la oportunidad.
Ante la presión de los damnificados y sin techo, cantidad que se calcula en más de 2 millones de personas, es posible que algunos vayan a un lugar abierto y comiencen a instalar tiendas y modos simples de viviendas provisorias, aprendiendo que la vida en comunidad es mucho más sana y alegre que lo que pensaban. Habrá que estar atentos para promover el apoyo a ellos desde las proximidades.
Desde fuera los profesionales, estudiantes e interesados en general podemos colaborar de las siguientes maneras:
- Formar con profesionales, estudiantes y entendidos del área de la salud, junto a gente capacitada o interesada del barrio, un consultorio de salud autónomo barrial, con énfasis en la medicina y remedios naturales.
- Constituir con profesores, estudiantes y gente del barrio un espacio de cuidado y recreación de niños y niñas.
- Hacer una huerta comunitaria barrial.
- Llevar y probar fuentes de energía alternativa.
- Cooperar a establecer lazos directos con productores del campo para asegurar alimentación.
La Red Ecológica de Chile ha lanzado una cadena de solidaridad con recolección de alimentos y productos básicos, así como el establecimiento de formas de comunicación hacia el sur de Chile. A esa campaña se ha sumado la Red de Economía Popular y Ecología Social – Red Ecosocial, donde participa Jaime Yovanovic (Profesor J), coordinador de la Universidad Libre (http://www.ulibre.org) y los contactos pueden hacerse directamente en el mail: redecosocial@gmail.com
La importancia de esta cadena de solidaridad es que se trata de comunicaciones y acciones directamente entre los actores de la situación, damnificados y personas u organizaciones solidarias, sin perder el tiempo en reivindicaciones hacia el estado ni en posicionarse políticamente, sino directo al hueso, directo al grano, solidaridad, cooperación y apoyo mutuo entre los de abajo, estimulando las formas de autoorganización autónoma y comunitaria de los damnificados. Formando redes alternativas horizontales que permitan el enlace permanente entre comunidades y agrupaciones.
Abrazos
Profesor J.
Chile: Indígenas Mapuche afectados por el terremoto
- Área inundada en Pelluhue, Chile. Foto: APTN
Servindi, 1 de marzo, 2010.- Las pérdidas humanas y materiales siguen aumentando con el paso de las horas en la ciudad de Concepción y las localidades aledañas, como por ejemplo algunas comunidades indígenas mapuche ubicadas muy cerca al epicentro del movimiento telúrico de 8,8 grados en la escala de Richter.
Este sismo fue registrado como el segundo más fuerte de la historia en el mundo, sobrepasando los niveles e impactos del terremoto sufrido en Chile en 1985. Esta vez dejó más de 700 muertos bajo los escombros y era obvio que las secuelas se sentirían en otras ciudades del mismo país.
Las autoridades nacionales registraron diversos derrumbes, entre casas, edificios viejos, escuelas, hospitales y cárceles, que sufrieron intentos de motines.
En el caso particular de la Comunidad Autónoma Juan Quintremil, sufrió múltiples pérdidas materiales y los comuneros mapuche se reunieron en la casa de la anciana madre del Lonko Víctor Marilao: Carmen Mariqueo.
Los pobladores indígenas se quedaron a medio vestir y con mantas sobre sus hijas e hijos se quedaron en vigilia junto a su tradicional fogata.
“Favorablemente todas nuestras familias e hijos no sufrieron daños físicos, sólo queda el empeño colectivo de iniciar El Mingaco para levantar un par de casas de familias comuneras mapuche, las cuales se hundieron y quebraron en dos partes”, señalaron algunos pobladores.
En tanto, en la Temuco son decenas de casas y edificios totalmente derrumbados y decenas y decenas de vehículos aplastados por estos derrumbes.
Por su parte, las instituciones de emergencia, las instituciones armadas y de carabineros, junto a bomberos y voluntarios están en absoluto rescate y despeje de los múltiples daños estructurales y para disponer de la absoluta escases de agua potable.
En ese sentido, los líderes mapuche de la comunidad exigieron al gobierno, además de la respuesta inmediata a través de estas instituciones, que tome inmediatas medidas económicas directas con los sectores más desposeídos.
De otro lado, en localidad de la Araucanía se sintió más el impacto negativo del terremoto debido a que esta es una de las regiones con mayor índice de pobreza y cientos de miles son pequeños agricultores mapuche.
Visto en: http://www.publimetro.cl/nota/noticias/como-ayudar-a-victimas-del-terremoto/xIQjca!E3OL1EnU6WA/
A sólo unos días del terremoto, distintas organizaciones sociales se han movilizado para asistir a las víctimas del cataclismo. El llamado de estas instituciones es a ser solidarios, no acaparar los víveres y tener calma
La noche del terremoto cientos de familias vieron cómo perdían sus pertenencias y se quedaban con lo puesto por salvar sus vidas.
La necesidad de ayuda se hace urgente, principalmente para los sectores más golpeados por el cataclismo. Y es por eso que el llamado a cooperar con los más desafortunados se hizo sentir con rapidez.
Desde primera hora, la Cruz Roja Chilena, Un Techo para Chile y la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), entre otras instituciones, se han coordinado en recibir la ayuda para los damnificados del terremoto. A continuación una guía de dónde acudir:
1 La Cruz Roja Chilena ha dispuesto una cuenta corriente en BancoEstado para quienes quieran entregar un aporte monetario. La cuenta corriente es Nº 362883. Para las transacciones electrónicas tienen el RUT: 70512100-1 y el correo finanzas@cruzroja.cl. Para hacer donaciones desde el extranjero, pueden hacerlo a través de la cuenta del Banco Citibank Nº 9941973331, código ABA: 021000089. La institución estará recibiendo pañales (en paquetes cerrados y de todas las tallas), frazadas y artículos de aseo (cloro, jabón y detergente) en la bodega de la calle Seminario 973, en la comuna de Ñuñoa, en Santiago, durante las 24 horas.
2 Un Techo para Chile también estará recibiendo donaciones en dinero a través de su cuenta 2010 del Banco Santander y tendrán mayor información de cómo ayudar en la página www.untechoparachile.cl
3 La Fech ha dispuesto su sede de la calle Periodista José Carrasco Tapia Nº 9 en la comuna de Santiago, en donde estarán recibiendo los artículos pedidos por la Cruz Roja y que estará abierta desde las 9:00 a las 22:00 horas. Para quienes quieran ser parte de los voluntarios, pueden enviar un correo con todos sus datos a ayuda@fech.cl. Y si quieren más información, pueden visitar la página de la Federación www.fech.cl.
4 La Universidad del De- sar rollo estará reuniendo ropa en su Campus San Carlos de Apoquindo, ubicado en Avenida La Plaza 680, Las Condes.
5 La Unicef y Direct Relief Internacional, también han dispuesto sus cuentas electrónicas para quienes quieran realizar sus aportes en dinero. Desde portal www.google.cl tienen habilitados los links a sus cuentas.
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