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Wednesday, August 10, 2011

Hace 30 años: el día que murió la clase media
Michael Moore

De cuando en cuando, alguien menor de 30 años me pregunta: ¿Cuándo empezó Estados Unidos a ir cuesta abajo? 

Dicen que durante mucho tiempo oyeron que los trabajadores podían criar una familia y enviar a los hijos a la universidad sólo con el ingreso de uno de los padres (y que en estados como California y Nueva York la universidad era casi gratuita). Que cualquier persona que quisiera un empleo con un sueldo decente podía tenerlo. Que las personas trabajaban cinco días a la semana, ocho horas diarias, tenían todo el fin de semana libre y vacaciones pagadas cada verano. Que muchos empleados eran sindicalizados, desde los empacadores de la tienda hasta el pintor de brocha gorda, lo cual significaba que, por humilde que fuera el trabajo, uno tenía garantizada una pensión, aumentos de sueldo ocasionales, seguro médico y alguien que lo defendiera a uno en caso de recibir un trato injusto. Los jóvenes han oído hablar de ese tiempo mítico, pero no es un mito: era real. Y cuando preguntan ¿cuándo terminó?, les contesto: El 5 de agosto de 1981.

En esa fecha, hace 30 años, las grandes empresas y la derecha decidieron dar el golpe: ver si podían destruir la clase media para volverse más ricos. Y lo han logrado.

El 5 de agosto de 1981, el entonces presidente Ronald Reagan despidió a todos los miembros del sindicato de controladores aéreos (PATCO), que desafiaron su orden de regresar al trabajo, y declaró ilegal al sindicato. Llevaban apenas dos días en huelga. Fue un acto audaz y descarado. Nunca nadie lo había intentado. Lo que lo hizo aún más audaz fue que PATCO había sido uno de los tres sindicatos que respaldaron a Reagan para presidente. Una ola de conmoción sacudió a los trabajadores en todo el país. Si Reagan hizo eso a quienes estaban con él, ¿qué nos hará a nosotros?

Reagan fue impulsado en su candidatura presidencial por la gente de Wall Street, que junto con los cristianos de derecha quería restructurar el país y revertir la tendencia iniciada por el presidente Franklin Delano Roosevelt, dirigida a mejorar la vida del trabajador promedio. Los ricos odiaban pagar mejores salarios y prestaciones, y más aún pagar impuestos; además, despreciaban a los sindicatos. Los cristianos de derecha detestaban todo lo que les sonaba a socialismo o a tender la mano a las minorías o a las mujeres.

Reagan prometió poner fin a todo eso. Así que, cuando los controladores se pusieron en huelga, vio llegado el momento. Al deshacerse de ellos y proscribir su sindicato, envió un mensaje claro y fuerte: los días en que todos llevaban una confortable vida de clase media habían terminado. De allí en adelante, Estados Unidos sería gobernado en esta forma:

* Los súper ricos ganarán más, mucho más, y el resto de ustedes luchará por las migajas que sobren.

* ¡Todos a trabajar! Mamá, papá, los adolescentes de la casa. ¡Papá, consigue un segundo empleo! ¡Niños, allí está la cadena para la puerta! Tal vez sus padres regresen a tiempo para llevarlos a acostar.

* 50 millones de personas quedarán sin seguro médico. Y las compañías aseguradoras pueden decidir a quién ayudar... o no.

* ¡Los sindicatos son malos! No deben pertenecer a un sindicato. No necesitan abogados. ¡Cierren la boca y pónganse a trabajar! No, no se vayan todavía, no hemos terminado. Que los niños se preparen la cena.

* ¿Quieren ir a la universidad? No hay problema: firmen aquí y estarán vendidos a un banco los próximos 20 años.

* ¿Qué es eso de aumento de sueldo? ¡Cierren la boca y pónganse a trabajar!

Y así por el estilo. Pero Reagan no hubiera podido lograr esto por sí solo. Tuvo un gran ayudante: la AFL-CIO.

La mayor central de trabajadores del país dijo a sus agremiados que rompieran la huelga de los controladores aéreos y fueran a trabajar. Y así lo hicieron: pilotos, asistentes de vuelo, choferes de camiones de suministros, manejadores de equipaje: todos esos sindicalizados ayudaron a romper la huelga. Y sindicalizados de todos los ramos rompieron también la huelga al volver a viajar en avión.

¡Reagan y Wall Street no podían creer lo que veían! Cientos de miles de trabajadores y sindicalistas apoyaban el despido de compañeros sindicalizados. Fue un regalo de Navidad adelantado para los grandes consorcios del país.

Fue el principio del fin. Reagan y los republicanos supieron que podrían salirse con la suya en lo que fuera... y así lo hicieron. Recortaron impuestos a los ricos. Dificultaron la formación de sindicatos en los centros de trabajo. Eliminaron las normas de seguridad en las instalaciones fabriles. Pasaron por encima de las leyes antimonopolios y permitieron que miles de compañías se fusionaran o fueran adquiridas por otras y después cerradas. Los consorcios congelaron salarios y amenazaron con mudarse a otros países si los trabajadores no aceptaban menor paga y menos prestaciones. Y cuando los trabajadores accedieron, de todos modos se mudaron al extranjero.

Y todo el tiempo la mayoría de los estadunidenses lo aceptaron. Hubo muy poca oposición o resistencia. Las masas no se levantaron a proteger sus empleos, sus hogares, sus escuelas (que alguna vez fueron las mejores del mundo). Aceptaron su destino y recibieron la golpiza. A menudo me he preguntado qué habría ocurrido si todos hubiéramos dejado de volar en 1981. Si los sindicatos le hubieran dicho a Reagan: Devuélveles su empleo a los controladores o paralizaremos la nación. Ustedes saben lo que habría pasado: la elite empresarial y su muchacho Reagan se habrían doblegado.

Pero no lo hicimos. Y así, poco a poco, en los 30 años siguientes, los que han estado en el poder han destruido a la clase media del país y, a su vez, han arruinado el futuro de nuestros jóvenes. Los salarios han permanecido estancados esos 30 años. Echen una ojeada a las estadísticas y verán que cada descenso que sufrimos ahora comenzó en 1981 (vean en www.youtube.com/watch?v=vvVAPsn3Fpk una pequeña escena de mi película más reciente que ilustra esto).

Todo empezó este día, hace 30 años. Uno de los días más negros en la historia estadunidense. Y nosotros dejamos que ocurriera. Sí, ellos tenían el dinero, los medios masivos y los policías. Pero nosotros éramos 200 millones. ¿Alguna vez se han preguntado qué pasaría si 200 millones se pusieran furiosos de verdad y quisieran que les devolvieran su patria, su vida, sus empleos, sus fines de semana, el tiempo que pasaban con sus hijos?

¿Nos hemos dado todos por vencidos? ¿Qué estamos esperando? Olvidémonos del 20 por ciento que apoya al Tea Party: ¡nosotros somos el otro 80 por ciento! Esta ida cuesta abajo sólo terminará cuando lo exijamos. Y no con una petición en línea o un tuit. Tendremos que apagar la televisión, la computadora y los videojuegos y salir a las calles (como hicieron en Wisconsin). Algunos de ustedes tendrán que postularse a cargos de elección en sus localidades el año próximo. Necesitamos que los demócratas hagan acopio de valor y dejen de recibir dinero de los consorcios... o se hagan a un lado.

¿Cuándo tendremos suficiente? El sueño de la clase media no va a reaparecer por arte de magia. El plan de Wall Street es claro: Estados Unidos será una nación de ricos y desposeídos. ¿Están ustedes conformes con eso?

¿Por qué no utilizar este día para hacer una pausa y pensar en los pasos que cada uno puede dar para revertir esta tendencia en nuestro vecindario, en nuestro lugar de trabajo, en nuestra escuela? ¿Habrá un día mejor que hoy para empezar?

Su amigo, Michael Moore.

Traducción: Jorge Anaya
http://MichaelMoore.com

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Muñoz Ledo insta al Movimiento por la Paz a asumir un papel protagónico
- Tiene la oportunidad de influir en el debate legislativo, sostiene

Fuente: Periódico La Jornada
Miércoles 10 de agosto de 2011

El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que encabeza el poeta Javier Sicilia tiene la oportunidad de influir en el debate legislativo y abrir la puerta de éste a otras agrupaciones sociales, aseveró el diputado Porfirio Muñoz Ledo.

Durante la presentación del libro de su autoría La vía radical para refundar la República, celebrada ayer en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEICH) de la Universidad Nacional Autónoma de México, el legislador sostuvo que ese movimiento "debe aprovechar las puertas que se han abierto en el Congreso y exigir que cumpla sus compromisos". Agregó que los integrantes de ese movimiento "tienen aliados" entre los legisladores, que los apoyarán.

Entrevistado al concluir la presentación de su obra, Muñoz Ledo avaló que el movimiento de Sicilia se haya levantado de la mesa de diálogo luego que los diputados aprobaron la minuta del Senado sobre la ley de seguridad nacional porque, según el diputado, "viola brutalmente los derechos humanos".

No obstante, conminó al movimiento a asumir un papel protagónico en la discusión legislativa, una vez que los diputados reabrieron esa oportunidad.

"Fue bueno que no aceptaran el portazo que se les dio, así fuera involuntario. En principio, se les aseguró que serían tomados en cuenta en el proceso y al día siguiente lo votaron sin invitarlos. Pero ahora tienen una gran oportunidad, porque en el debate acordamos que es un diálogo respetuoso e incluyente en las condiciones del Congreso, que otros pueden ser invitados y que el proyecto puede ser rechazado."

Consideró los movimientos sociales necesitan tener dos frentes de acción: las calles y la mesa, para ser escuchados por los poderes públicos y generar una transformación. "Como lo hicimos con el petróleo: protesta, negociación, exigencia y, si es necesario, saltar las trancas."

Durante la presentación del libro, el diputado dijo que el contexto que enfrenta el país requiere de la expresión de la sociedad tanto en la movilización cívica como en los procesos políticos.

Por su parte, el académico universitario Víctor Flores Olea subrayó que la transformación del país "parece estar en la fuerza de la sociedad que empuja, exige y demanda".

Hoy, agregó, las decisiones fundamentales del país no las adopta la ciudadanía, sino los personajes en el poder. “Los partidos políticos han traicionado su vocación y presencia nacional, (por eso) debemos pensar más en la fuerza de la sociedad y los movimientos sociales para que este impasse pueda vencerse.”

Elvira Concheiro, del CEIICH, señaló que ante el desastre que se vive en México "no podemos tener miedo a la palabra revolución", pues ésta no necesariamente debe ser violenta y arbitraria. "Necesitamos una transformación de fondo y radical."

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Movilizaciones masivas se extienden en Chile

- Siguen protestas contra el lucro en la educación; 273 detenidos en todo el país por la violencia desatada

- Acusan a policías de infiltrar la marcha; en Valparaíso, comandante de carabineros lo admite

Periódico La Jornada
Miércoles 10 de agosto de 2011

Santiago, 9 de agosto. Una movilización de 150 mil estudiantes de nivel medio y superior, profesores, padres de familia, mineros, empleados públicos y de otros rubros, fue interrumpida cuando casi llegaba a su término, por decenas de encapuchados que provocaron disturbios en el centro de la capital chilena, al continuar las protestas iniciadas hace dos meses para exigir al gobierno del presidente Sebastián Piñera reformas de fondo en la educación.

La movilización se extendió a otras regiones como Valparaíso, Antofagasta, Concepción, Valdivia, Talca, Iquique, donde también se reportaron incidentes violentos.

El viceministro del Interior, Rodrigo Ubilla, dijo que el balance de la jornada fue de 273 detenidos, 72 de ellos en Santiago, además de 23 policías lesionados.

Los disturbios en esta capital ocurrieron en las inmediaciones de la plaza Almagro, a unas cuadras del presidencial palacio de La Moneda, en momentos en que culminaba un multitudinario mitin con discursos de dirigentes estudiantiles y actos cívico-culturales.

A unos metros del lugar de concentración, decenas de jóvenes encapuchados montaron barricadas para obstruir el tránsito vehicular e incluso un grupo atacó con piedras y palos un edificio residencial de esa céntrica zona.

Los estudiantes indicaron que los encapuchados eran policías, informó Telesur.

Los manifestantes denunciaron "la infiltración de cuerpos policiales que provocaron a los estudiantes y generaron disturbios para después, obviamente, poder dispersar a la multitud", reportó la televisora en su sitio de Internet.

Más aún, el comandante de la guardia de carabineros del Congreso Nacional, Hernán Silva, admitió la infiltración de un agente vestido de civil en la manifestación que hoy se realizó en Valparaíso.

El comandante agregó que la presencia del efectivo infiltrado fue denunciada por dos diputados comunistas, luego que los estudiantes lo descubrieron en la marcha de Valparaíso, y hubo que proteger al agente en el Parlamento.

"Se le tuvo que brindar apoyo para no exponerlo a una agresión", lo que implicó su salida del Congreso en un vehículo policial, y sin que se diera a conocer su identidad, relató el jefe de carabineros.

La multitudinaria protesta inició la mañana de este martes en las afueras de la Universidad de Santiago y avanzó a lo largo de la avenida Alameda, principal arteria del centro de la capital, hasta desviarse hacia el sur antes de pasar frente al palacio de La Moneda.

El tono pacífico cambió casi al final de la manifestación, cuando decenas de encapuchados se enfrentaron con piedras y palos a agentes policiales sobre el céntrico Paseo Bulnes, a unas cuantas cuadras de La Moneda. Otros más, que montaron barricadas para obstruir el tránsito, arremetieron contra semáforos o señales de tránsito y en medio de la revuelta ocurrió el incendio de dos automóviles.

La policía militarizada intervino con carros lanza-agua y bombas lacrimógenas para dispersar a los responsables de los ataques, lo que derivó en enfrentamientos entre estudiantes y la fuerza pública.

La presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Camila Vallejo, aclaró que los participantes en la marcha son pacíficos, y rechazó "todos los actos de violencia" que se suscitaron después de la caminata "pacífica y exitosa".

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Revueltas en Manchester, Bristol y Liverpool; más de 600 detenidos

- Confirma Scotland Yard que el joven abatido por policías, acción detonante de las protestas, no disparó contra los agentes

- El premier convoca por emergencia al Parlamento británico

Fuente: Periódico La Jornada
Miércoles 10 de agosto de 2011

Londres, 9 de agosto. Disturbios que comenzaron el pasado fin de semana en Londres se extendieron este martes a las ciudades de Manchester, Birmingham, Liverpool y Bristol, así como algunos pueblos. El primer ministro conservador, David Cameron, quien calificó los hechos de "delincuencia pura", ordenó esta noche el despliegue de 16 mil policías en la capital británica para reforzar a los seis mil que había hasta ahora. Los disturbios han dejado más de 650 detenidos, tres acusados de "intento de asesinato".

En Salford, parte del área de Manchester, en el noroeste de Inglaterra, manifestantes lanzaron ladrillos a la policía e incendiaron edificios. Un camarógrafo de la cadena BBC fue atacado.

En el centro de Manchester la policía informó que una tienda de ropa "fue incendiada y 200 jóvenes que se reunieron en el centro de la ciudad fueron perseguidos y dispersados", indicó un vocero de la poicía.

Más al sur, en West Bromwich y Wolverhampton, varios vehículos fueron incendiados y se reportaron saqueos.

En Londres, los trabajadores se fueron temprano a sus hogares, las tiendas cerraron y muchos dueños de negocios cubrieron con tablas sus escaparates.

Líderes comunitarios intentaron explicar la violencia –la peor en Londres en décadas– en medio de crecientes disparidades de ingresos y oportunidades en esta ciudad multiétnica. Según el diario The Independent, algunos de los detenidos tienen 14 años y provienen de barrios pobres donde las pandillas hacen de padres, familia y escuela para los más jóvenes.

"Esto es delincuencia pura y dura y tenemos que hacerle frente y derrotarla", indicó el primer ministro David Cameron, quien suspendió sus vacaciones en la Toscana para lidiar con esta crisis. Anunció que convocará al Parlamento el jueves para analizar la situación y buscar una salida, con lo que se interrumpirá el receso de verano.

El premier dijo que a partir de esta noche se desplegarán 16 mil agentes en las calles de Londres, frente a los 6 mil que estaban de servicio el lunes, y se reforzará la vigilancia en todo el país.

Los disturbios plantean un nuevo desafío para Cameron, quien lidia con una economía con dificultades de crecimiento, ha ordenado fuertes recortes al gasto público y alzas de impuestos para ayudar a eliminar el déficit público, medidas que, según analistas, han agravado los incidentes.

La policía arrestó a más de 200 personas la noche del lunes y a 450 durante las tres noches precedentes. Más de un centenar de oficiales de policía han resultado heridos.

En este contexto, Scotland Yard informó que luego de una investigación se pudo confirmar que Mark Duggan, de 26 años, abatido el pasado fin de semana por la policía, no disparó su arma contra los agentes del orden.

Las movilizaciones en Tottenham en protesta por este asesinato originaron los disturbios que hoy afectan gran parte del país.

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