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Sunday, October 28, 2012

Salma hace "vaquita" para Obama: 2 millones de dólares

 Salma hace "vaquita" para Obama: 2 millones de dólares

- La actriz veracruzana fue la anfitriona del encuentro "Victory for Obama Fundraiser" a la que acudieron celebridades como Kathy Perry, Lady Gaga y Demi Moore.

La veracruzana Salma Hayek fue anfitriona de un evento de recaudación de fondos para la campaña de reelección del presidente de Estados Unidos, Barack Obama denominada Victory for Obama Fundaiser

Además de la mexicana, estuvo presente la esposa del mandatario, Michelle Obama, y la del actor Will Smith, Jada Pinkett.

Fue Pinkett quien se encargó fue de presentar a la esposa de Obama en el evento realizado en su casa de Calabasas, California. 

De acuerdo a información de agencias en dicho encuentro se recaudaron más de dos millones de dólares. Una de las mayores cifras recaudadas en un evento encabezado por una primera dama, según la agencia de marketing Creative Link.

Algunos de los asistentes a destacar son la cantante Kathy Perry, Lady Gaga, la actriz Demi Moore y la editora de Vogue, Anna Wintour.
De acuerdo a la información dada a conocer, los donativos para acudir a la gala fueron de 2 mil 500 hasta los 40 mil dólares.

 

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Óscar Naranjo, cazador de 'narcos'. Contadores y mujeres de capos, las claves

 Dominical •

- Este policía cosmopolita liquidó al cártel de Cali con acciones quirúrgicas, con inteligencia y sin un solo tiro. El autor del texto desvela aquí que escribió sobre el tema a instancias de García Márquez.


Conocí a Óscar Naranjo a fines del siglo XX, exactamente en abril de 1999. En ese entonces él era director de Inteligencia de la policía de Colombia. La historia de por qué lo conocí se remonta al inicio de ese mismo año, cuando el director general de la policía, Rosso José Serrano, coincidió con Gabriel García Márquez en una cena y le contó detalles y anécdotas de las capturas de los seis máximos jefes del cártel de Cali en apenas ocho meses, entre 1994 y 1995. “Debes escribir un libro”, le dijo García Márquez. “Escríbelo tú”, respondió Serrano. Una semana después me llamaron a mí. El libro sería una memoria en primera persona de Serrano y García Márquez haría la edición.

Yo iba a ser el ghost writer.

Y así se hizo (el libro se publicó a final de ese año con el título Jaque Mate).

Fui a Colombia (vivía en Roma) a recopilar la información sobre las capturas para empezar a escribir, y muy rápidamente me encontré en el despacho del entonces coronel Óscar Naranjo, cerebro de los arrestos, autor intelectual al que el general Serrano apoyó y dio carta blanca. Recuerdo la impresión que me causó, pues ignoraba que en mi país hubiera policías como él: un tipo elegante, culto, refinado y cosmopolita. Una especie de James Bond colombiano. Naranjo llevaba 22 años en la policía, siempre en labores de inteligencia, y junto con Serrano había cambiado completamente el esquema de lucha contra el narcotráfico.

El combate contra Pablo Escobar y el cártel de Medellín, que culminó en 1993 con la muerte del gran capo, fue algo sumamente conflictivo para la sociedad colombiana, y por supuesto para la policía. Ese cártel puso bombas, hizo terrorismo y se enfrentó militarmente al Estado dejando muchas bajas en todos los frentes. La policía luchó en ese mismo escenario, con un enorme costo en vidas, corrupción, desmembramiento, pérdida de credibilidad. Por eso al combatir al cártel de Cali, en 1994, la idea de Naranjo y del general Serrano fue crear un nuevo escenario de enfrentamiento con nivel Cero de violencia, basado en la información y la Inteligencia. No más operaciones de fuerza con centenares de agentes y helicópteros, sino intervenciones “quirúrgicas” en las que no se disparara un solo tiro.

Esa fue la premisa de la que se partió en medio de un escándalo político sin precedente: la acusación de que el cártel de Cali había dado seis millones de dólares a la campaña presidencial del ya electo Ernesto Samper (1994-1998). Presionado por este escándalo, Samper dio luz verde al general Serrano, y así el coronel Naranjo se transformó en uno de los grandes estrategas de la policía.

Lo primero que hicieron fue establecer un perfil muy completo de cada uno de los narcos: enfermedades, vicios, vínculos afectivos, familia, hobbies, debilidades, cuadro psicológico, personalidad, liderazgo, diversiones, ideología, religión, pasiones, gustos gastronómicos, preferencias de moda, marca de cigarrillos, marca de whisky o ginebra o vodka, marca de reloj, tipos de mujer, y cosas tan detalladas como el peso, tipo de sangre, fórmula de gafas, presión arterial y cuadro de glicemia. ¡Lo sabían todo de cada uno de ellos!

Recuerdo mi sorpresa al ojear estos fólders de cerca de 200 páginas cada uno. Me recordaban los perfiles que los vestuaristas del cine hacen para cada personaje y escena de una película. Para recopilar todo eso, me explicó Naranjo, se requirió de meses de investigación e interrogatorios a detenidos del cártel y personas afines que habían estado con ellos en diferentes situaciones: fiestas, aniversarios, reuniones de trabajo, etcétera. A partir de ahí, la investigación se dirigía a los suministradores de todo aquello que consumían en las zonas en las que se había percibido su presencia a través de detecciones o informantes, de modo que el círculo del mapa se fuera haciendo cada vez más estrecho.

De este modo se procedía a un acercamiento a las casas de seguridad de cada narco —que por supuesto iban cambiando casi a diario—, hasta establecer direcciones precisas mediante el estudio de las basuras, las frecuentaciones del lugar, los horarios de luz en la noche, los ruidos.

Otros dos elementos claves para el seguimiento de los jefes del cártel de Cali fueron las mujeres y el contador. La policía logró establecer que el contador era incluso más importante que la compañía de la mujer, pues era el que les confirmaba a diario su éxito, la expansión de sus ganancias, su patrimonio. Por eso gran parte de los seguimientos de personas que entraban y salían de las casas señaladas estaban dedicados a identificar al contador, y una vez hecho, con un seguimiento 24 horas, se podía llegar hasta los demás refugios del narco, comprender sus rutinas, conocer sus anillos de seguridad y proceder a montar el operativo de captura, que debía ser tan inesperado y contundente que no diera pie a ninguna clase de enfrentamiento. El general Serrano solía decir: “A mí me gusta golpear al narco a las cuatro y media de la mañana. A esa hora o está dormido o está borracho, y si está borracho lo más seguro es que esté desnudo y con alguna mujer”.

A esto se sumó una campaña que tenía como fin “corromper” a los jefes de seguridad de los capos del cártel, prometiéndoles a través de anuncios por televisión jugosas recompensas, “resolución de sus problemas legales y nueva vida en el exterior”. Con esto se creó desconfianza al interior del cártel y se obtuvo mucha información sobre sus casas de seguridad.

La primera detención fue la de Jorge Eliécer Rodríguez Orejuela, hermano menor y tercer jefe del cártel. Era un tipo inseguro, desordenado, cocainómano, con frecuentes ataques de nervios. Le gustaba tomar aguardiente en las tiendas y continuamente rompía los esquemas de seguridad. A pesar de su fortuna conservaba el gusto por las cosas simples, de la calle. Al conocer estas debilidades, y sobre todo su inestabilidad, Naranjo consideró que era más fácil hacer el operativo fuera de sus casas de seguridad, y para ello dispuso una muy fuerte detección telefónica y vigilancia en centros de videntes y pitonisas de Cali, hasta que dieron con él y supieron la hora precisa de una cita. Al salir lo detuvieron. La pitonisa, interrogada por los agentes, contó que durante la cita había visto en la bola un “manto verde”. Jorge Eliécer le preguntó: “¿Una finca?”. Y ella respondió: “No, la policía”.

La detención de Miguel Rodríguez Orejuela, el segundo de la lista de Cali, fue otra operación “quirúrgica”, resultado de un laborioso estudio y de muchos seguimientos. Un informante llamó para decir que lo había visto entrar en un edificio del barrio Normandía, pero cuando Naranjo y Serrano llegaron vieron que era un edificio de 18 pisos. ¿En qué apartamento estaba? En este caso fue la devoción a la Virgen el factor clave. La información sobre Miguel decía que en cualquier lugar donde se encontrara lo primero que hacía era encenderle un velador a la Virgen. La policía se apostó en un cerro al frente, para evitar ser detectados por la seguridad del capo, y al llegar la noche, cuando la luz de todos los apartamentos se apagó, en uno de ellos se encendió un resplandor rojo y fluctuante. El velador les indicó qué apartamento era el suyo. Cuando entraron Miguel estaba en calzoncillos metiéndose a una “caleta” (escondrijo al interior de la casa). Tenía medio cuerpo por dentro y estaba con su mujer y su contador. No opuso la más mínima resistencia.

En la captura de Gilberto Rodríguez Orejuela, el jefe máximo, el seguimiento y la identificación del contador fue definitiva. Una vez hecha se le montó un seguimiento 24 horas y se estableció que en sus recorridos por la ciudad, sin mucha lógica, el contador cumplía con una disciplina férrea para “evadir” cualquier operativo. Entre más alocadas fueran sus vueltas, con idas y regresos sin sentido, vueltas atrás en taxi, en autobús, etcétera, más indicios había de que la jornada culminaría visitando a Gilberto. Y así fue. Los seguimientos escalonados de agentes disfrazados de oficinistas y de dos mujeres que hacían deporte en el barrio sospechoso, permitieron encontrar la casa. Cuando la policía entró Gilberto no estaba por ningún lado, pero junto a una estantería había astillas de vidrio en el suelo y un café aún caliente. Al mover el estante lo encontraron con las manos en alto.
Años después, en el 2007, Naranjo fue nombrado director general de la policía y desde ahí implementó nuevos operativos de Inteligencia contra narcotraficantes ligados al paramilitarismo y con miembros de la cúpula de las FARC que estaban más cerca del narcotráfico que de la lucha armada.

No volví a encontrarlo personalmente pero supe de cada uno de sus éxitos.

En el 2010, el escritor y periodista Germán Castro Caycedo publicó un libro llamado Objetivo 4, sobre cuatro operativos de la policía de Óscar Naranjo contra narcos, paramilitares y jefes guerrilleros, en donde las operaciones de inteligencia, infiltración y heroísmo individual de los agentes lo dejan a uno con los pelos de punta. Se trata de los guerrilleros Martín Sombra y El Paisa, y de los narcoparamilitares Don Mario, extraditado a Estados Unidos, y los hermanos Miguel Ángel y Víctor Manuel Mejía Múnera. En estas alucinantes historias, agentes de la policía se disfrazaron de campesinos, vagabundos de calle o descargadores de camiones, con el fin de proporcionar información sobre casas de seguridad, horarios y hábitos de vida que llevaron a las capturas. Y siempre con el mismo sello: la búsqueda de la violencia Cero.

No sé —nadie puede saberlo— cuánto de todo esto pueda ser aplicable a México, y ese será el reto de Óscar Naranjo. En su trabajo dentro de la policía colombiana su carisma personal y liderazgo fueron fundamentales para lograr de sus agentes sacrificios y absoluta lealtad, algo que en México, por tratarse de un extranjero y por generar desconfianza en los rangos del Ejército —él viene de la policía—, parece muy difícil. Supongo además que constitucionalmente no podrá dar órdenes directas a las fuerzas armadas mexicanas, aunque sí aconsejar y compartir sus experiencias con quienes puedan hacerlo.

Si bien comprendo las reticencias de algunos sectores políticos mexicanos, ya que esto implica que un extranjero esté cerca del tema más sensible de seguridad nacional de México, no comparto ni comprendo las furibundas críticas: acusarlo de hacer el juego al cártel de Sinaloa o de ser un “infiltrado” de Estados Unidos —como he leído— me parece injusto y, sobre todo, infundado. En Colombia, hasta la cúpula de las FARC desmentiría estas alocadas versiones.

Más bien pienso que es importante para México y Colombia estar alerta y abrir canales de lucha conjunta contra los cárteles mexicanos, pues éstos pasaron de ser intermediarios a apropiarse del negocio, y ya están en Colombia, muy cerca de las materias primas. La cocaína, en el puerto colombiano de Buenaventura, ya es mexicana.

Y hay algo fundamental por analizar: si el proceso de paz entre el gobierno colombiano y las FARC, iniciado estos días en Noruega, llega a buen puerto y la guerrilla se desmoviliza (Naranjo es uno de los negociadores), ¿quién controlará los espacios de cultivo de coca que hasta ahora maneja la guerrilla en Colombia?, ¿quedarán en manos de facciones FARC renuentes a la probable desmovilización?, ¿trabajarán éstos para los cárteles mexicanos, que ya son sus aliados?

Ese será el nuevo escenario transnacional de lucha. ¿Lograrán los cárteles el control de las zonas de cultivo en Colombia o, por el contrario, se debilitarán por la acción conjunta de ambos países si se les logra arrebatar la influencia en esas regiones?

Ante estos retos impuestos por el salvaje capitalismo de la economía ilegal, con un narcotráfico mexicano cada vez más presente en Colombia, la idea de una colaboración anticárteles desde México con la asesoría de Naranjo, gran conocedor del terreno y las circunstancias en las zonas de cultivo, no me parece algo descabellado.
Tierras ancestrales y lugares sagrados
Fuente: La Jornada


Los numerosos conflictos que viven los pueblos indígenas en defensa de sus territorios frente al asedio de las concesiones mineras nos plantean la reflexión en torno a la justiciabilidad del derecho indígena.

La fuerte etapa de luchas por la juridicidad de las demandas deja saldos negativos, pues en el orden interno se fueron colocando a los pueblos indígenas numerosos candados que en contrapartida significaron apertura al capital para usufructuar los recursos naturales.

A partir de las reformas salinistas al artículo 27 constitucional se posibilita no sólo la entrada de las tierras al mercado, sino también que sociedades mercantiles con capital extranjero puedan asociarse, tomar acciones y tener control sobre recursos. Nuestra paradoja es que los recursos del subsuelo siguen asignados al dominio directo de la nación, pero las normas secundarias están orientadas para que el gobierno los malbarate.

En ese contexto hoy tenemos que la defensa de sus lugares sagrados congrega a las autoridades tradicionales wirrárikas para enfrentar al Estado mexicano, pues en la zona de Real de Catorce, en San Luis Potosí, otorgó en esta ocasión 22 concesiones a la trasnacional minera canadiense First Majestic Silver Company, sumando 6 mil 326 hectáreas.

Argumentan su oposición: "porque afecta a la ruta de nuestros sitios sagrados; las ceremonias que practicamos; a los ejidatarios; a nuestro lugar sagrado; a nuestra ceremonia cultural ancestral y de las futuras generaciones... porque nunca los pueblos indígenas fuimos consultados ni los ejidatarios de San Luis Potosí".

En coincidencia con la demanda indígena, por fortuna la Corte Interamericana de Derechos Humanos se ha venido preguntando con seriedad: ¿cómo hago para dar la razón a este pueblo con los instrumentos de que dispongo? De ahí la cuestión de señalar que la propiedad se vincula con derechos culturales, con derechos ancestrales. Pero no se trata sólo de la propiedad privada; avanzó hacia su dimensión indígena a partir de la noción de tierra ancestral en lógica incluyente del territorio de estos pueblos. En este sentido ha emitido una serie de sentencias en la última década, donde ha resuelto que para lograr el respeto a los territorios y tierras de pueblos indígenas tiene que colocar la mira en el derecho de propiedad y vincular éste con la supervivencia cultural. Con la jurisprudencia de la Corte de manera central, recientemente la Comisión Interamericana de Derechos Humanos difundió el informe Derechos de los pueblos indígenas y tribales sobre sus tierras ancestrales y recursos naturales: normas y jurisprudencia del sistema interamericano de derechos humanos.

Se trata de jurisprudencia interamericana aplicable por la CIDH, pero también es reivindicable en el orden interno. Se postula la interpretación de la Convención Americana de Derechos Humanos a la luz del conjunto de tratados de derechos humanos. Una de las tesis centrales del informe es que "para las comunidades indígenas la relación con la tierra no es meramente una cuestión de posesión y producción, sino un elemento material y espiritual del que deben gozar plenamente, incluso para preservar su legado cultural y transmitirlo a las generaciones futuras". Y anota, "los pueblos indígenas y tribales consideran que ciertos lugares, fenómenos o recursos naturales son especialmente sagrados de conformidad con su tradición, y requieren especial protección.

Los territorios y recursos naturales de los pueblos indígenas y tribales son un elemento constitutivo de su cosmovisión y su religiosidad, dado que para ellos los conceptos de familia y de religión se conectan íntimamente con los lugares donde los cementerios ancestrales, los lugares de significado e importancia religiosos y los patrones de parentesco se han desarrollado a partir de la ocupación y uso de sus territorios físicos" (parágrafo 150). Por otra parte, además de sus derechos como pueblos las y los integrantes de los mismos tienen de su parte la libertad de creencias que establece el artículo 24 constitucional.

Para un wirrárika dicha libertad se concreta en la ruta anual a sus lugares sagrados, situación que amenazan las concesiones mineras en curso, por lo cual cada una y cada uno podrían solicitar amparo, además de acudir ante la CIDH a solicitar de emergencia medidas cautelares para detener el daño que amenaza ser irreversible para la protección de sus lugares sagrados.

Bajo el principio de no discriminación es inaceptable que se impida a los wirrárikas el ejercicio de sus ceremonias religiosas por no ser coincidentes con las de otros sectores de la sociedad. Por otra parte están también presentes los derechos de los ejidatarios de la zona de Real de Catorce, que al paso del tiempo en su mayoría han aceptado que sus tierras están ubicadas en el lugar de paso de una ceremonia sagrada ancestral que debe respetarse. De nueva cuenta los pueblos se enfrentan a la realidad de que en México se pretende que sus derechos sean sólo de papel.


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EU: responsabilidades no atendidas
Editorial de La Jornada / Abril 23, 2011
Resultan contradictorios los dichos del Departamento de Estado de Estados Unidos en su más reciente alerta –emitida ayer– a sus ciudadanos para que restrinjan sus viajes a México. Por un lado, las autoridades del vecino país reconocen los esfuerzos considerables que han realizado sus contrapartes mexicanas para proteger a estadunidenses y otros visitantes en sitios turísticos. 

Por el otro, la dependencia encabezada por Hillary Clinton enfatiza el peligro que representa visitar los estados de la franja fronteriza de México (Baja California, Sonora, Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas), así como algunos sitios de Durango, Michoacán, Nayarit, Jalisco, San Luis Potosí, Zacatecas, Guerrero y Morelos; menciona las más de 15 mil muertes violentas registradas en 2010 en el territorio nacional y pondera el incremento en el número de ciudadanos estadunidenses asesinados en México de 2007 a 2010.

En lo general, pues, la nota emitida por Washington continúa en la misma línea de ambigüedad que ha mostrado en otros pronunciamientos relacionados con la guerra que el calderonismo declaró hace más de cuatro años a las organizaciones delictivas: en varias ocasiones, el gobierno del vecino país ha elogiado los esfuerzos del mexicano en las tareas de seguridad y combate a la delincuencia organizada, y en otras tantas ha desacreditado esa misma estrategia, se ha dicho decepcionado por sus resultados, ha señalado que el país enfrenta un escenario de violencia sin precedentes –como lo sostuvo la FBI a principios de este mes–, y ha afirmado que las autoridades mexicanas acusan cierta frustración por el fortalecimiento de los cárteles a pesar de –o posiblemente gracias a– los esfuerzos oficiales para combatirlos.

Lo que no sale a relucir ni en las alertas emitidas a sus ciudadanos para que no viajen a México, ni en los señalamientos de autoridades para alabar o desacreditar al gobierno mexicano –el cual, por lo demás, ha sido obsecuente hasta la claudicación para con sus pares al norte del río Bravo en esta materia–, es el reconocimiento del grado de responsabilidad que corresponde a las propias autoridades del vecino país tanto en la configuración histórica de la política de persecución a la producción, trasiego y uso de drogas ilícitas, como en el diseño y la operación de la estrategia de seguridad, tan ineficaz y contraproducente, puesta en marcha por el calderonismo. Significativamente, el Departamento de Estado estadunidense pide a sus conciudadanos tener particular cuidado al visitar Tamaulipas y Michoacán, entidades en las que se estrenaron, respectivamente, los despliegues policiaco-militares contra las drogas de finales del sexenio de Vicente Fox –en el contexto de la operación México Seguro– y los operativos castrenses con los que el actual gobierno inauguró su guerra contra el narcotráfico.

La aplicación de las directrices de seguridad vigentes ha hecho que, en efecto, el territorio nacional sea un peligro para los ciudadanos estadunidenses, pero también para los centro y sudamericanos que transitan por México con el fin de llegar a Estados Unidos y, por supuesto, para los miles de mexicanos que han engrosado el saldo de civiles muertos, posteriormente reducidos a condición de bajas colaterales en el discurso oficial: tal es el precio que el país ha debido pagar por enfrascarse en una guerra que surge de un problema ajeno –el irrefrenable consumo de drogas en Estados Unidos–, y que se agrava con la indolencia y hasta la complicidad de las autoridades de ese país hacia el tráfico ilegal de armas a México –recuérdese la operación Rápido y furioso– , y con su postura cuando menos omisa para contener el flujo de dinero lavado en los circuitos financieros estadunideneses.

Con estas consideraciones en mente, es inevitable concluir que el principal interés de las autoridades del vecino país no es que México se pacifique ni que deje de sufrir más muertes violentas, sino que dentro de las víctimas de esta guerra no se cuenten ciudadanos de Estados Unidos.
Bicentenario fiscal
Marco Rascón


Frente a un Estado tan desprestigiado como el mexicano es fácil defender el no pago de impuestos.

Lo odioso de pagar impuestos puede unir a los extremos: el pueblo y las oligarquías, cuestionando la legitimidad del gobierno que pretende cobrarlos. El panista Felipe Calderón es una cabeza que rueda desarticulada de las extremidades legislativas y judiciales, que actúan separadas de él. Éste es un gobierno sin manos, que ya no ordena: obedece como zombi, pero tampoco camina.

Solos o unidos, pero poderosos, los gobernantes locales, sus diputados, legisladores y dirigentes de partido buscan desesperados más impuestos para el gasto corriente, ya no para el desarrollo, sino para el reparto de sus ducados y virreinatos.

En el Senado de la República, obediente al estómago de los gobernadores y sus intestinos, ya no discuten la Ley de Ingresos, sino los criterios del reparto en el Presupuesto de Egresos. Ésa es la base de la negociación senatorial; no tienen más visión que sus intereses locales, pues no son representantes populares, sino de los gobiernos los pusieron ahí.

Si gobernadores y partidos dominaron en los criterios de la Ley de Ingresos, en el Senado se fijan las condiciones para repartirse el botín de lo que exprimieron a los pocos causantes que quedan, pues los extremos sociales ya no pagan. El conflicto no tiene adjetivos: sólo es que la cobija es cada vez más corta, mientras el saqueo es cada vez más largo.

Desde su fundación como nación, hace 199 años, en México no existe la hacienda pública. Ojalá que reflexionáramos sobre el hecho de que ganamos la Independencia, ganándonos el derecho de saquear y ser saqueados, tal como hizo España durante la Colonia, con una visión criolla que se sintió propietaria –hasta nuestros días– del oro, la plata, las maderas, el petróleo, las selvas y hasta de los discapacitados que sirven y son negocios oligárquicos para exentar en pago de impuestos mediante el cobro de su filantropía. Esta falta de visión de una hacienda pública verdadera ha debilitado al Estado nacional, la soberanía, los derechos políticos y sociales de los ciudadanos y la independencia, y nos ha convertido en dependientes crónicos.

Hasta ahora los impuestos en México han sido un amasijo de ocurrencias basadas en las exigencias del gasto y la corrupción administrativa; también se trata de sacar tajada de los recursos escasos para beneficio de aquellos que se sienten legitimados por una fallida representatividad, por ello históricamente tenemos impuestos sin equidad, igualdad y justicia para su pago.

Lo contradictorio y paradójico que reúne a los extremos oligárquicos y populares contra los gravámenes es que los primeros tienen un principio: la necesidad de un Estado débil. Para la amplia base social cautiva, que paga vía el consumo, no existe confianza tributaria porque el Estado y sus políticos se sustentan en la amplia base clientelar disfrazada de política social que no fomenta la productividad, el empleo ni da valor al trabajo.

El gobierno dislocado de Felipe Calderón reclama recursos para mantener su guerra solitaria e imaginaria contra los enemigos que se matan solos y para llenar el boquete que dejó la caída de ingresos a raíz de la recesión. Es una lucha inmediatista por mantenerse a flote. Los priístas, que hoy pre gobiernan, tienen como preocupación dos cosas: mayores recursos para ellos y pasar la factura de la impopularidad de las nuevas cargas fiscales al otro.

Lo que dice representar a la izquierda asumió la doctrina fiscal más conservadora, inspirada por Ronald Reagan y Margaret Thatcher para un Estado débil: no pagar impuestos, pero levantando la mano de manera vergonzante en favor de ellos, atrás del PRI y PAN, a cambio de recursos vía deuda para el Distrito Federal.

Una política social fuerte sólo puede provenir de un Estado económicamente fuerte, con recursos. Pero no. En el esquema fiscal actual la política social central se hace mediante la filantropía, financiada con redondeos en cajas de tiendas de autoservicio, teletones, fundaciones, etcétera, que son deducibles del impuesto sobre la renta (ISR) y que les ha reclamado Felipe Calderón a sus oligarcas.

Lo que debería ser una Ley de Ingresos, ligada a una visión estratégica y de largo plazo del gasto para estimular la educación, velar por la salud, la comunicación con objetivos culturales y de pluralidad democrática, la alimentación, y sobre todo la promoción de actividad económica y empleos, solamente es para cubrir ineficiencias y el sostenimiento de un sistema político y orden económico injustos.

El pantano fiscal, de repartirse un pastel cada vez más chico, lleva a reflexionar en que México ha desarrollado fuerzas sociales y de progreso, pero paradójicamente no desarrolló una verdadera burguesía. Por eso hoy tenemos como herencia una minoría de protegidos, subsidiados, exonerados, pero muy filántropos que dominan partidos y gobernantes, pero que obstruyen el desarrollo nacional, la democracia, la equidad y la eficiencia.

http://www.marcorascon.org

Wednesday, October 17, 2012

El PRD ya sin la presencia de su caudillo, tendra la posibilidad de re-encauzar su propio camino...

 ¿Resurge el PRD?

La penosa tradición del caudillismo pareciera llegar a su fin con el alejamiento de López Obrador del PRD. Al sentirse libre de órdenes contradictorias y con frecuencia absurdas, el partido reacciona con habilidad. No tiene más sentido marginarse del debate de los grandes problemas o, algo peor, participar a gritos, donde Fernández Noroña fue un campeón que ahora sustituyen ruidosamente Martí Batres y Ricardo Monreal.

Si hemos de considerar el ejemplo venezolano, en donde Henrique Capriles reconoció la derrota y alistó a sus muchos simpatizantes a buscar una mejor oportunidad, es una inteligente opción. Aburren los plantones, los insultos del más bajo estilo, la repetida toma de tribuna. Finalmente nada solucionan, sólo alejan a los votantes que van a necesitar en tres años.

López Obrador ha decidido seguir su propio rumbo y utilizar los métodos que lo encumbraron, pero que al mismo tiempo le impidieron obtener la presidencia de la República por dos ocasiones. Tiene la impresión que con su propio organismo, Morena, le irá mejor. El PRD, a su vez buscará la forma de reinventarse, ya sin la presencia de caudillos.

Los dirigentes perredistas, en especial Jesús Zambrano, hicieron declaraciones al respecto. Dialogarán con el PRI y con AMLO queda claro: “Que somos partidos diferentes y cada partido toma sus decisiones, pero no tienen nada qué ver o no están vinculadas a las decisiones que en su momento va a tomar el PRD”, precisó este último.

Por ahora el PRD advierte que irá a la toma de posesión de Enrique Peña Nieto y que está dispuesto a enfrentar, llegado el momento, a López Obrador, quien pidió realizar movilizaciones de protesta, las que tienen sentido cuando la razón es poderosa y es posible combatir exitosamente. Pero por ahora nada indica que una serie de protestas logren detener la ceremonia política. Es mucho mejor aceptar el desafió de los debates en donde se presenten. José Revueltas explicaba que en este de ocasiones, la solución más adecuada es la discusión. De otra forma el movimiento o el partido sufren un desgaste inútil. Ahora, cuando la violencia es necesaria, cuando las condiciones lo permiten, hay que llevarla a cabo. Sin embargo, no es el caso de México en estos momentos.

Por más que los alarmistas nos digan que estamos al borde de la confrontación brutal entre dos posturas irreconciliables, es obvio que existen formas más civilizadas que mentarse la madre públicamente, en cámaras que a veces semejan más un ring que honorables casas de los representantes populares.

El problema para las llamadas “izquierdas” es su segura división. De un lado estará el PRD y del otro nuevamente AMLO. Es un riesgo que ambos deben correr, de lo contrario, si no se decide la batalla en 2018, y se llega a la unidad, las fuerzas que dicen representar los intereses populares quedarán inermes ante el PRI y el que comienzan a tener cada vez más afinidades. Las diferencias que quedan entre dos partidos que en una época parecían irreconciliables, ya se dan en cuestiones mínimas, como la hora de ir a misa o la iglesia donde sus familiares más cercanos contraerán matrimonio.

No hay nada que indique que Peña Nieto no será presidente, tampoco que a medio vaya a renunciar. Ésa es una historia que los medios amarillistas han señalado desde la época en que un atolondrado Ernesto Zedillo, por un trágico golpe de suerte, recibió la casona presidencial. No durará, dijeron los “expertos”. La sensatez habló señalando la existencia de instituciones sólidas y ésas funcionaron y el terminó su periodo sin ningún problema y asimismo sin ningún problema le entregó al PAN la presidencia de la República. A Calderón igualmente sus adversarios le señalaron que no concluiría su presidencia ilegítima y en unos días más, su periodo sexenal concluirá en medio de exagerados y triunfalistas adioses al pueblo mexicano.

La izquierda seria, desde su nacimiento, ha tenido pugnas en exceso, sólo en algunos momentos lograron ponerse de acuerdo. Pero hubo pugnas eternas, que duraron hasta el derrumbe del socialismo. Un ejemplo sin duda es la diferencia irreconciliable entre el comunismo tradicional representado por el Partido Comunista, dependiente de la Soviética y la corriente organizada por León Trotsky, la Cuarta . Hasta hoy, los encuentros de las organizaciones que podríamos considerar de izquierda, han terminado en fracaso. Tal vez ahora, un PRD sin priistas, sea una mejor posibilidad para derrotar a los priistas y los panistas.

No hay duda que las instituciones, el sistema político mexicano en su conjunto, han envejecido notablemente, pero no al grado de permitir que a medio camino un mandatario se derrumbe. En tal sentido, un gran partido de izquierda podría aportar mucho a la sustitución de un sistema ruinoso por acorde a los intereses reales de la nación. Pero lo fundamental es que un partido como el PRD se reconstruya, asuma una ideología avanzada, permita la salida de los elementos corruptos que tanto daño le han hecho y pruebe que en vez de caudillos necesita ideas, un partido fuerte, sólido, sin intereses mezquinos que vemos cada que un perredista se encarama en una tarea política de alta responsabilidad.


www.reneavilesfabila.com.mx

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Obama renació, destaca prensa internacional

- Los diarios europeos coinciden en que el mandatario recuperó el terreno perdido y sigue siendo un líder capaz de tomar el centro del escenario



Agencias, 17 de octubre.- El presidente estadunidense Barack Obama recuperó anoche parte del terreno perdido en el primer debate hace 15 días, pero su rival republicano a la Casa Blanca Mitt Romney sigue en la pelea, destacaron hoy medios europeos.

El renacer de Obama en el segundo debate fue destacado en los titulares de la prensa europea en sus respectivas versiones electrónicas, que también subrayaron que el encuentro dejó claras las dos visiones de país de ambos aspirantes.

El francés Le Monde afirmó que el aspirante demócrata fue capaz de poner de una manera tranquila, natural y fluida todos los argumentos en contra de Romney en materias como impuestos, salud o inmigración.

Romney también ganó puntos en su embestida contra Obama, pero no explicó de manera convincente los detalles de su plan para la reforma impositiva, agregó.

El Corriere della Sera, de Italia, indicó que Obama atacó a su rival desde el primer minuto en todos los frentes, fue más agresivo en impuestos, China y salvaguarda de la protección social.

Demostró que no se ha eclipsado y que sigue siendo un líder capaz de tomar el centro del escenario.
"No hay comparación con el primer debate televisivo en Denver el pasado 3 de octubre, cuando Obama parecía cansado y apático, ahora se vio a un presidente decidido con espíritu de lucha", señalo por su parte la alemana Spiegel online.

Para el Frankfuter Allgemeine este segundo debate dejó empatados a ambos aspirantes, y recordó que Romney en el primer debate fue mucho más contundente.

A su vez el británico The Guardian indicó que el mandatario estadunidense consiguió en este segundo debate el regreso que necesitaba desesperadamente, en un noche en la que ninguno de los contendientes ocultó la magnitud de su hostilidad personal.

Destacó feroces momentos en el debate de 90 minutos, visto por decenas de millones de estadunidenses, en los cuales Obama y Romney frente a frente, a sólo unos metros de distancia, se acusaban mutuamente de mentir.

En Madrid El País sostuvo que el debate fue intenso, brillante por momentos y mostró los dos modelos de país que defiende cada candidato.

"Dos modelos sociales y dos modelos para el futuro de Estados Unidos. Los primeros 45 minutos versaron sobre economía, economía y economía", subrayó el diario.

"Barack Obama etiquetaba al multimillonario ex gobernador de Massachusetts como el candidato de los ricos. Obama ha recordado a la audiencia que Romney solo paga un 14 por ciento de impuestos", destacó.



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Migrantes: ni en el norte ni en el sur

Fuente: diario Excelsior  / Jorge Fernández Menéndez
Se estima que la Patrulla Fronteriza ha matado a 34 mexicanos, en los últimos 12 años, dentro del territorio nacional, en casi todos los casos disparando desde el otro lado de la frontera contra jóvenes que, se supone, los agreden con piedras. Apenas la semana pasada un joven fue asesinado de ochos disparos por la espalda en un nuevo incidente esta vez cerca de Nogales.

Es difícil entender por qué las autoridades mexicanas no solicitan, cuando menos, la extradición de los responsables de esas muertes, para que sean juzgados en nuestro país. Ello no ha ocurrido ni en un solo caso. Tampoco hemos tenido noticias sobre lo sucedido en torno al operativo Rápido y Furioso. Seguramente las autoridades mexicanas deben tener conocimiento de lo ocurrido, pero, aunque se haya tratado de una operación de inteligencia (que demostró todo, menos inteligencia, en su implementación), me imagino que la introducción de armas de alto poder (unas dos mil para ser más precisos) en forma ilegal en México, sin informar de ello al gobierno mexicano, es un delito por el cual, ciertamente, nadie ha sido procesado o juzgado en nuestro país.

Hace unos días murió en una cárcel de Miami Rubén Zuno, cuñado del ex presidente Luis Echeverría y acusado de participar en el asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena. Pasó 23 años en la cárcel por ese delito que nunca le pudo ser plenamente demostrado: fue acusado mediante testigos protegidos que, tiempo después, simplemente cambiaron o no ratificaron sus declaraciones. Pero la justicia estadunidense fue inflexible: había sido condenado a cadena perpetua, aunque no existieran pruebas contundentes de haber participado en esos hechos y aunque Zuno se había presentado voluntariamente ante una Corte federal que llevaba el caso, murió enfermo de cáncer en un reclusorio de Miami.

Lo ocurrido con Zuno fue injusto. Incluso para un hombre que, según la información con la que contamos, sí tenía algún tipo de relación (como muchos en esa época en Guadalajara) con personajes como Miguel Ángel Félix Gallardo y sus socios, Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca. Pero, cuando se trata de presuntos delincuentes mexicanos que han cometido delitos contra estadunidenses, la aplicación de la ley ha sido inflexible y la deportación a ese país funciona sin excusas. Y probablemente está muy bien que así sea, el problema es que en sentido contrario no suele ocurrir lo mismo: cuando agentes de la Border Patrol o de otras dependencias cometen delitos (y matar a una persona con ocho balazos por la espalda sin duda lo es, auque el que dispare sea un agente de seguridad), sencillamente no pasa nada.

¿Por qué no exigimos con firmeza la aplicación de la ley en esos casos? Quizá sea por una suerte de aplicación de la real politik, pareciera que nunca es un buen momento para hacerlo. Quizás se trata de una forma de vergüenza por como actuamos en la frontera sur. Hay miles de migrantes centroamericanos de los que no se sabe su destino, en muchas ocasiones nuestras autoridades actúan con violencia y en forma ilegal contra ellos y tampoco pasa nada.

Estos deberían ser temas prioritarios en nuestra agenda: tanto el de los migrantes del norte como los del sur. Pero los tomamos con inaudita ligereza. Y no sólo en el ámbito federal, también en el Legislativo: que la velocista Ana Gabriela Guevara sea la presidenta de la Comisión de Migración del Senado de la República, por una imposición, aceptada por los otros partidos, del llamado bloque progresista que integran el PRD, el PT y Movimiento Ciudadano, es un agravio para los migrantes y una falta de seriedad del Senado. Estamos hablando de una deportista notable, pero que no tiene el más mínimo antecedente de un trabajo legislativo serio, mucho menos en el terreno de la migración y que con el fuero logró aplazar seis años un proceso en su contra por defraudación fiscal y que, el día de su toma de protesta como senadora, se presentó a cumplir con ese requisito… en la Cámara de Diputados. Y recordemos que en el ámbito legislativo es el Senado el responsable de supervisar la política exterior.

 ¿Usted cree que con esas designaciones, al norte y al sur nos tomarán en serio? Y una pregunta más: ¿no tiene nuestra izquierda personajes mucho más preparados para ese tipo de encomiendas?