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Wednesday, February 02, 2011

La transición ordenada debe comenzar "ahora": Obama

Levantamiento en Egipto, lecciones para México
Alejandro Nadal
Fuente: La Jornada

El levantamiento popular en Egipto ha sido presentado por la prensa internacional como algo sorprendente. Lo cierto es que la revuelta es la culminación de un proceso que lleva mucho tiempo en gestación. Es importante analizarlo por su parecido y diferencias con México.

En Egipto también hubo una fachada de democracia, con sus partidos y "elecciones" trucadas para siempre sacar los resultados que el poder quería. La pobreza es generalizada y las expectativas para los jóvenes fueron deteriorándose cada año. Oportunidades de empleo despreciables, expectativas de educación casi nulas. Los servicios públicos cada vez más deficientes mientras la represión del régimen crecía contra la lucha obrera.

En Davos también se habló del levantamiento en Egipto. Pero sólo para insistir en que el régimen de Mubarak fracasó porque no emprendió la apertura financiera y comercial ni llevó a cabo las privatizaciones indispensables para que el sector privado pudiera desplegar su actividad. En medio de la peor crisis financiera y económica en 70 años, afirmar que el neoliberalismo es la receta para el "desarrollo" es absurdo. Pero precisamente por estar a la defensiva, el aparato de propaganda neoliberal está más activo que nunca.

La revuelta en Egipto tiene un vínculo estrecho con la economía. Pero no como lo plantea la prensa internacional de negocios. La pobreza, el desempleo, la desigualdad creciente y el deterioro inexorable de los servicios públicos han desfigurado la sociedad egipcia. Hoy la gente exige un cambio, pero la lucha no comenzó la semana pasada.

Desde 2006 las huelgas en la industria se multiplicaron. La resistencia obrera estalló en el sector textil y se extendió a otras ramas de las manufactureras del sector privado y público. En muchos casos hubo ocupaciones de fábricas, como en el caso de las plantas textileras en Mahalla al/Kubra en el delta del Nilo. La ola de paros y huelgas abarcó los ferrocarriles, la construcción, la industria alimentaria y algunos servicios públicos como la recolección de basura. La represión le siguió como su sombra.

En 2007 otra gran huelga textil estalló en Kafr el/Dawar. Más de 10 mil trabajadores participaron en un despliegue de activismo sin precedentes en las grandes resistencias obreras en ese país. Las reivindicaciones, al igual que en otros casos, se relacionaron con los bajos salarios y condiciones generales de trabajo (incluyendo las largas jornadas laborales).

Entre 2006 y 2010 el número total de huelgas, tanto en el sector privado como el público, rebasó el millar. Y en muchos casos las mujeres fueron las que dirigieron el movimiento ya que una buena parte de la fuerza de trabajo es femenina. Eso también explica por qué en numerosas ocasiones la población en general participó activamente en apoyar estas huelgas. El movimiento de la Fraternidad Islámica ha desempeñado un papel clave desde hace décadas y sus vínculos con los movimientos sindicales ha sido un factor clave en todos estos años.

La fachada de democracia que mantuvo Mubarak durante cuatro décadas no cambia las cosas. La represión ha sido salvaje pero la población ha sabido resistir y ha inventado formas alternativas de lucha. Eso incluye el uso de medios como Internet para establecer novedosas modalidades de movilización.

Hace una semana decenas de miles salieron a protestar contra el régimen. Las manifestaciones fueron creciendo y hace dos días ya eran cientos de miles los que participan en la lucha. La protesta no es sólo para exigir la renuncia de un dictador. La oposición a Mubarak no se contentará con su remplazo por Omar Suleiman, el flamante vicepresidente y contacto clave de Washington (especialmente de la CIA) en Cairo. Lo que hizo que cientos de miles de personas salieran de su rutina diaria a reclamar cambios profundos es algo más complicado que el desprecio hacia Mubarak. Y ciertamente no es la aspiración de remplazar su odiado régimen por una versión egipcia del neoliberalismo.

La revuelta popular en Egipto enseña lo que puede ser el camino de un proceso similar en México. No se necesita un ejército ni 10 años de preparación para la lucha armada. La población está harta y sabe que no le escuchan. También tiene años luchando y resistiendo, en el campo y las ciudades. Mañana podría salir a las calles y plazas con cualquier detonador. Podría pasar de reclamos generales sin mucha forma a una rápida toma de conciencia de su poder. Este descubrimiento le llevaría a vislumbrar que el desmantelamiento de este régimen estúpido, déspota y corrupto no es una quimera. Las demandas serán por una transformación profunda, no sólo un cambio del gobierno actual o del que venga. Basta de fachada de democracia, de partidos podridos y represión contra las luchas populares y el movimiento obrero. Su proyecto inmediato será detener la lenta desintegración que hoy sufre México. En su horizonte estará la construcción de un nuevo país sobre las ruinas de las ilusiones de los grupos privilegiados.

http://nadal.com.mx


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Bloqueos y granadazos en Jalisco, NL y Zacatecas


Bloqueos y granadazos en Jalisco, NL y Zacatecas
Detención de capos, causa de las acciones, revela el secretario de Gobierno jalisciense.
Fuente: Milenio
Uno de los vehículos incendiados en Guadalajara. Foto: Chema Martínez [1]

Monterrey, Jalisco y Zacatecas.- El crimen organizado desató ayer una inusitada oleada de violencia con narcobloqueos, balaceras y ataques con granadas en Jalisco, Nuevo León y Zacatecas.

Ocho distintos puntos de Guadalajara vivieron anoche una jornada de caos. El primer reporte se registró poco antes de las 21:00 horas cuando una estación de la policía de Tonalá, al oriente de la zona metropolitana, sufrió un ataque con granadas.

El secretario de Gobierno del estado, Fernando Guzmán, informó que las acciones del crimen organizado se debieron a la detención de dos capos, cuya identidad no reveló.

En seguida se suscitó un narcobloqueo en la carretera a Chapala, a la altura del Parque Montenegro, donde sicarios intentaron incendiar un camión, aunque sólo lo rafaguearon.

El tercer evento ocurrido fue un narcobloqueo en la confluencia de López Mateos y Lázaro Cárdenas, a un costado del puente atirantado, donde prendieron fuego a un minibús. El cuarto hecho fue una balacera y narcobloqueo en Periférico y San Sebastianito.

Justo a unos metros ocurrió otro narcobloqueo, el quinto del que se tuvo conocimiento: en Periférico y 8 de Julio.

El sexto hecho violento que registró la zona metropolitana de Guadalajara fue un granadazo a la agencia Nissan que se localiza en avenida Vallarta y calzada Central. La policía estatal en este caso ingresó a las instalaciones de la Universidad Panamericana, presuntamente en busca de los agresores.
El séptimo hecho violento se suscitó en López Mateos y Las Fuentes, al sur de la ciudad, en Zapopan. Y el octavo fue un granadazo en Periférico y Toluquilla.

Hasta el cierre de la edición no se reportan heridos ni muertos, aunque no se descartan.

Esta es la segunda ocasión en que se registran narcobloqueos en la zona metropolitana de Guadalajara. El anterior fue en la carretera a Chapala, se quemaron dos vehículos y un tráiler el pasado 15 de enero, fecha cuando se vivió por primera ocasión un hecho así en Jalisco.

15 narcobloqueos en Nuevo León

En Nuevo León la jornada de violencia dejó un saldo de tres muertos, varios heridos, al menos 15 bloqueos de vialidades y un ataque con granada a una patrulla.

Un enfrentamiento entre sicarios y militares ocurrió en Santa Catarina, donde tres delincuentes fueron abatidos y otro resultó herido, informó la Secretaría de Seguridad el estado.

De manera simultánea, integrantes del crimen organizado lanzaron una granada contra un retén de la policía, al sur de la capital del estado, provocando el incendio de una patrulla sin ocasionar víctimas.

El artefacto estalló en el interior del vehículo oficial de la policía de Monterrey en el sector Country, en el cruce de avenida Estrella y Alfonso Reyes.

Según testigos, la patrulla estaba en un filtro de seguridad cuando desde un auto Malibú lanzaron la granada.

Poco después, pandilleros se apoderaron de autobuses de transporte, camiones de carga y vehículos particulares para bloquear avenidas principales.

En el estacionamiento de un centro comercial que se ubica en avenida Luis Donaldo Colosio, de Santa Catarina, se suscitó una balacera. Tres personas quedaron sin vida dentro de tres camionetas en las que se hallaron armas largas. Posteriormente hubo al menos 15 narcobloqueos.

Balacera en Zacatecas

Un policía muerto y siete lesionados, dos de ellos civiles, un delincuente detenido y al menos cuatro narcobloqueos es el saldo de una balacera ocurrida ayer alrededor de las 20 horas en la ciudad de Zacatecas.

Los hechos se suscitaron en inmediaciones de la tienda Ofice Depot cuando elementos de la policía estatal fueron agredidos por miembros de la delincuencia organizada, confirmó el vocero del gobierno del estado, Mario Caballero, quien declaró que la situación en la entidad “está bajo control”.

Personal del Ejército mexicano adscrito a la 11 Zona Militar acudió al lugar para apoyar a la policía; sin embargo, los delincuentes huyeron en vehículos que abandonaron en diferentes zonas de la capital y el municipio conurbado de Guadalupe.

El secretario general de Gobierno, Esaú Hernández, dijo que se registraron bloqueos con vehículos en la zona de Gavilanes, Villa Mariana, Periférico y Cobaez.

La Secretaría de Educación de la entidad decidió no suspender clases pese a la oleada de violencia en la entidad, en la que falleció el policía Óscar Fletes.



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Se apodera violencia y caos de El Cairo, hay más de 100 heridos


"Asesino, vete ya", "Dictador, dictador", fueron algunos de los eslóganes que corearon los manifestantes desde tempranas horas, al rechazar el discurso que ayer ofreció el presidente y en el que anunció que no se presentará a la reelección en septiembre.


Los manifestantes usaron camellos para seguir con las protestas. Foto: AP 

El Cairo.- La violencia se apoderó hoy de las calles de El Cairo, en el noveno día de protestas contra el régimen de Hosni Mubarak, con un balance de al menos un muerto y cientos de heridos durante enfrentamientos entre simpatizantes oficialistas y oponentes.

El número de víctimas no fue evaluado con exactitud debido a la gran confusión que reina en la ciudad, pero las dantescas imágenes que se viven en la histórica Plaza Tahrir (Liberación) hablan por si solas y hacen prever un creciente número de víctimas en las próximas horas.

La cadena Al Jazeera informó de al menos un muerto y más de medio centenar de heridos, la inmensa mayoría por las pedradas y otros objetos contundentes que los grupos se lanzaron mutuamente por largas horas, mientras que Al Arabiya estima en más de 500 los lesionados.

Los destrozos en la plaza y las calles aledañas son notorios, y al caer la noche las multitudes seguían en ellas pese a una mayor presencia militar, que a lo largo de la jornada titubeó a la hora de intervenir para que ningún grupo malinterpretara sus intenciones.

Según medios locales, después de varias horas de disturbios las fuerzas de seguridad egipcias abrieron fuego al aire para separar a los dos grupos, aunque un portavoz del Ejército desmintió estas afirmaciones.

"Esto está todo alentado desde el gobierno. Nosotros seguiremos aquí hasta que veamos a Mubarak tomar sus maletas y marcharse", dijo a Notimex un joven opositor, quien se identificó únicamente como Ahmed.

La Plaza Tahrir se convirtió en un auténtico campo de batalla entre manifestantes que defienden a Mubarak, que por primera vez salieron a la calle, y los opositores que desde hace nueve días exigen su dimisión y su salida del país.

Se trata de la misma plaza en la que detractores del régimen se vienen concentrando desde la semana pasada, en la que ayer alrededor de un millón de egipcios demandaron al presidente que ponga fin a tres décadas de autocracia y en la que siguen este día las protestas.

"Asesino, vete ya", "Dictador, dictador", fueron algunos de los eslóganes que corearon los manifestantes desde tempranas horas, al rechzar el discurso que ayer ofreció el presidente y en el que anunció que no se presentará a la reelección en septiembre.

Para los líderes de la oposición, las ofertas de diálogo nacional del presidente son "aceptables" con algunas condiciones, y entre ellas la de que él abandone el país inmediatamente.

La prohibida Hermandad Musulmana, principal grupo islámico del país, se opuso desde un comienzo al diálogo y expresó en un comunicado que "el pueblo se opone a las propuestas de reforma parcial que expuso el líder del régimen".

Al margen de la actividad política, la jornada había comenzado en relativa calma con un llamado del Ejército a toda la población para que abandone la calle y retorne a la normalidad.

"Su mensaje ha llegado, se dieron a conocer sus demandas," dijo el portavoz militar Ismail Etman en un texto leído en la televisión estatal, dirigido en especial a los jóvenes manifestantes.
Salieron a la calle para expresar sus demandas y ahora son los únicos capaces de restablecer la normalidad, sostuvo el portavoz.

El Ejército egipcio, que durante la revuelta ha adoptado una actitud de respeto hacia las "reivindicaciones legítimas" de la población, reiteró su pedido de que retomen su vida normal.

Como muestra de buena voluntad las autoridades restituyeron por la mañana las conexiones a Internet, suspendidas el jueves pasado, y parte de las restricciones de transporte de los últimos días, medidas que no sirvieron para evitar el caos.

La situación se tornó altamente volátil con la llegada al mediodía a la plaza de miles de manifestantes oficialistas, que encararon a los opositores del presidente Mubarak, y esta noche la situación está al borde del caos absoluto.

En un principio el Ejército bloqueó el paso a los simpatizantes de Mubarak, pero estos forzaron su entrada a la plaza por otras vías y comenzaron a gritar e insultar al otro grupo.

Rápidamente los gritos derivaron en golpes, lanzamientos de piedras y otros enfrentamientos, hasta llegar al lanzamiento de cócteles incendiarios, y el atropello de manifestantes por jinetes a caballo y camellos.

De la confrontación permanecieron al margen la Policía, que no se encuentra en la plaza desde que comenzaron las protestas contra el régimen, y el Ejército, que no está preparado para semejante cantidad de personas y había prometido no intervenir.

Sólo unas horas después algunas unidades militares comenzaron a repeler o bloquear el paso a manifestantes de uno y otro bando, sin demasiado éxito.

Cañones de agua sofocaban incendios provocados por el lanzamiento de cócteles incendiarios, sobre todo en las inmediaciones de emblemáticos edificios como el Museo Nacional de El Cairo, que fue saqueado y atacado la semana pasada.

Las manifestaciones de uno y otro bando se extendieron a otras ciudades Egipto, como Alejandría, aunque ahí no se reportó ningún enfrentamiento.

Los analistas evalúan la situación como una de las de mayor inestabilidad en los últimos 50 años de la historia egipcia, pero no se atreven a asegurar si Mubarak satisfará las demandas de la oposición de renunciar y abandonar Egipto.

La comunidad internacional no parece menos sorprendida que los propios egipcios.

El secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-mon, calificó de "inaceptable" la situación, mientras Estados Unidos y las potencias occidentales insisten en la necesidad de una transición democrática que sea "creíble y rápida".

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