"El Chapo": economía y delito
- Para una parte de mexicanos, "El Chapo" es un empresario exitoso.
Como símbolo de violencia no existiría sin el gran mercado de Estados
Unidos y la ilegalidad que hace del mercado de las drogas un gran
negocio.
Fuente: Milenio /Marco Rascon /Miercoles 26, feb, 2014
Fuente: Milenio /Marco Rascon /Miercoles 26, feb, 2014
Parafraseando a Hans Magnus Enzensberger de su libro Política y delito, el significado de El Chapo como amasador de gran fortuna y cohabitante de nuestra vida económica y política define lo que somos.
Es la expresión de la línea divisoria imperceptible entre negocios legales e ilegales, pues desde gobernadores, presidentes municipales, diputados y senadores, pasando por banqueros e inmobiliarios, han sido descubiertos en operaciones ilícitas y en vinculación con delincuentes.
En uno de sus ensayos sobre Al Capone, Enzensberger sostiene que las mafias y sus formas, como la famosa Omertá (justicia entre ellos), son precapitalistas de la oferta y la demanda, de la lucha por mercados y la formación de monopolios por territorios que se definen con la eliminación física de la competencia.
La detención de El Chapo no es un símbolo de justicia, sino de impunidad. Junto con él o antes debieron caer mínimamente más de 100 personajes para hacer creíble un golpe estructural al narcotráfico. Debieron caer gobernadores, diputados, senadores, banqueros, empresarios, filántropos, que han vivido entre la ilegalidad y la vida pública, en una economía mal formada y llena de sobrerregulaciones.
Para una parte de mexicanos, El Chapo es un empresario exitoso. El Chapo, como símbolo de violencia, no existiría sin el gran mercado de Estados Unidos y la ilegalidad que hace del mercado de las drogas un gran negocio. El Chapo, visto como fenómeno económico, revela la debilidad de nuestro sistema financiero y como gran promotor del mercado inmobiliario.
Repito aquí la frase del Barón de Rothschild, fundador de la banca inglesa: “Cuando exista sangre en las calles, compra propiedades”. ¿Quién compró Ciudad Juárez a valor de remate y hoy de cada peso de un inmueble o rancho abandonado, que valdrá? ¿Cuánto vale una propiedad en Acapulco o Cuernavaca frente a la violencia? ¿Cómo se estarán reestructurando los nuevos capitales legales provenientes de la violencia? ¿Qué sucederá en Michoacán?
La historia de El Chapo es bastante parecida a la de Pablo Escobar Gaviria en Colombia. Finalmente lo detienen solo, abrumado, decadente por una llamada detectada con tecnología norteamericana.
Ya no sabemos si la realidad le copió a la serie de tv o El Chapo quiso emular a Escobar y repetir su historia, pero obviamente existe, en este caso, una falta de imaginación de los productores de la serie que estamos viendo y podría llamarse: Joaquín Guzmán, El Patrón del Mal. Ambos se fugaron de sus cárceles de oro, frente a dos gobiernos semejantes en incapacidad e ingenuidades. Con escenografías distintas, pero ambos lograron arreglos con el Estado. ¿Habrá salvado la vida Guzmán Loera aceptando o rechazando la extradición a EU? Pronto lo sabremos.
Es obvio que el Estado mexicano decidió que El Chapo viviera, a diferencia de Beltrán Leyva u otros, pudo ser un acuerdo con él.
Guzmán Loera no pudo tomar su AKA-47 y no tenía guardia armada; por eso no murió como Nacho Coronel o Beltrán Leyva. Lo perdió un celular y sus túneles lo llevaron a una celda. Los relatos imprecisos sobre la detención, huelen a farsa de una entrega arreglada, que permite apresar al Chapo y salvaguardar los vínculos entre economía y delito.
Una cuestión que hay que reconocer: para los que vivimos la política del país antes del año 2000 y particularmente de 1968 a 1994, el sello del montaje priista es inconfundible. Los panistas nunca lograron las escenografías priistas y estos golpes mediáticos.
El Chapo con su camisa blanca planchada de su talla tras ser detenido en su cama; autor de miles de muertes a lo largo de 13 años; cabeza del emporio económico más grande de droga en el mundo actual, es llevado con “manita de puerco” que utilizan los policías municipales para subir borrachos a la patrulla: es una imagen pueril de maltrato para que el público reconozca que el gobierno manda y nos salva, no con imágenes de dólares sobre un cadáver, ni camiseta Polo de un narco risueño, sino con un Chapo sometido.
Pero el tema de fondo no está ahí. El problema esencial es que la detención no nos libra de la impunidad de cientos que fueron sus socios y tampoco nos resuelve la condición de sobrerregulación que sirve para que en el país sigan creciendo los negocios provenientes del crimen y la violencia.
Se nos olvida, pero la detención de El Chapo está ligada a la portada del Time de hace una semana, donde el Presidente nos está salvando y que fue en Estados Unidos donde primero se dio la noticia de El Chapo.
Todo cuadra, pero poco cambia… y la impunidad se salva.
www.marcorascon.org
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La protesta "en Venezuela", igual a la de México 68: Krauze
Fuente: El Universal, Feb 2014El historiador y periodista Enrique Krauze comparó ayer la protesta social que vive actualmente Venezuela con la que hubo en México en 1968 bajo la presidencia de Gustavo Díaz Ordaz y donde, dijo, hubo represión de parte de los gobiernos.
Al participar en la ceremonia conmemorativa de los 30 años de su texto Por una Democracia sin Adjetivos en la Cámara de Diputados, Krauze comentó que no pocos herederos de las corrientes intelectuales, políticas y estudiantiles defienden acciones represoras de un gobierno como el venezolano que tiene el “tufo” del de Díaz Ordaz.
Krauze dijo que en 1968, miles de estudiantes se manifestaban en las calles y no sólo protestaban contra un mal gobierno, sino contra un gobierno opresivo que cerraba periódicos, acallaba la radio, controlaba la televisión y corrompía el discurso público; acarreaba masas como ganado político, imperaba sobre los órganos electorales, fiscales; sobre los órganos electorales, fiscales, legislativos, judiciales; “usaba y abusaba, como propiedad privada, de los bienes públicos”.
Krauze dijo que ambas administraciones, la venezolana y la de Díaz Ordaz, enfrentaron a los manifestantes con tanques, grupos armados disparando a civiles, con repetidas intimidaciones, encarcelamientos y secuestros.
“¿Y a quién atribuía las protestas estudiantiles? A fuerzas oscuras que desde fuera conspiraban contra el país. ¿Estoy hablando de México 68? Sí, pero también estoy hablando de Venezuela 2014”, comentó.
Criticó que la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, apoye un régimen que reprime estudiantes, y aseguró que México permanece callado ante el conflicto venezolano. “No se trata de pedir la remoción o la caída del régimen. Ese cambio sólo puede derivar de un proceso electoral.
Se trata de pedir lo mismo que nosotros pedíamos en el modesto pliego petitorio del 68: diálogo, castigo a los represores, libertad a los presos políticos, respeto a la libertad de protesta y restitución plena de la libertad de expresión”, comentó.
Guillermo Valdés, ex
director del Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (Cisen), le
dijo a Milenio Televisión apenas el sábado pasado que el arresto de
Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera “descabeza el cártel de Sinaloa”. Ay,
Dios, qué doloroso. Lo sabía desde antes, pero la declaración de este
inútil –¿o cómo llamar al que no pudo ubicar al capo en su momento?– me
confirma que jamás tuvo una sola idea de cuán importante era su trabajo
y, sobre todo, cuán importante era estar informado. Seguro estaba más
ocupado en espiar a los opositores políticos de Felipe Calderón. Seguro.
Ahora importa poco que se exhiba como un ignorante, pero, ¿se imaginan a
ese mismo individuo, que ignora que “El Chapo” tiene jefes (por allí se
habla de un ex Gobernador) y pares (como Ismael “El Mayo” Zambada) y
una estructura que se gobernará en su ausencia, era el que dirigía el
trabajo de inteligencia durante el sexenio pasado? ¿Se lo imaginan?
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Por supuesto que el arresto de “El Chapo” exhibe a Calderón Hinojosa y
le da grandes bonos a Enrique Peña Nieto. Después de dos sexenios
fallidos en seguridad (Vicente Fox Quesada dejó ir a Guzmán y el
siguiente mandatario provocó una tragedia de dimensiones aún sin
cuantificar), pareciera que la caída del narcotraficante sin un solo
disparo era un asunto de voluntad: por lo que sabemos, pasaba gran parte
de su tiempo en Culiacán, en donde tuvo forma de construirse túneles y
escondites ligadas con pasadizos. Puf. ¿Pues en dónde lo buscaron
durante el anterior sexenio? ¿En Estambul?
Pero lo serio no es eso, o solamente eso. Lo dramático es que este
arresto hace ver toda la estrategia de seguridad de Calderón como una
estupidez que arrojó unos cien mil muertos, cerca de 30 mil
desaparecidos y daños colaterales incuantificables, como el impacto en
la economía y en la imagen de México en el extranjero. No se me puede
quitar de la cabeza que Germán Martínez, el único presidente en la
historia del PAN que ha renunciado a su cargo tras el fracaso, intentó
sacar raja política de la violencia: esa fue su campaña de las
elecciones intermedias de 2009, y seguramente por sugerencia del propio
Presidente Calderón (ningún calderonista se movió sin consultarle los
detalles).
Ahora Peña Nieto se ha colgado la medallita. Y no es una menor: es el
premio de premios. Gana él, pierde Calderón y pierden otros, de rebote:
pierde, sobre todo, el modelo intervencionista de Estados Unidos en las
colonias que administra, como Colombia y México, y me explico: nunca
como con Calderón, las agencias de seguridad de Washington operaron con
toda libertad en el país. Peña Nieto tuvo que empujarlas de regreso a la
frontera y aunque este arresto, en teoría, se da con ayuda de Estados
Unidos (o eso difundió la prensa norteamericana), también llega en un
momento en el que las relaciones bilaterales se habían enfriado en
materia de seguridad.
La lección de Peña es: no es necesario que los gringos se metan hasta la
cocina para que algo funcione. De hecho, cuando se meten a la cocina
–sigo con la lección de Peña– hay muertos y no hay resultado.
El PRI es profundamente más astuto que cualquier otro partido. Este
triunfo lo capitalizará, no quepa la menor duda, pero no de manera burda
como intentaron los calderonistas sin tener siquiera esa medalla en el
pecho.
Frete a su propio fracaso, Calderón no pudo quedarse callado, como es su
costumbre. El arresto de “El Chapo”, dijo en Twitter, es producto de
los esfuerzos que él dirigió, ajá. Literal: “El equipo creado
especialmente en la @SEMAR_mx ha sido muy perseverante. Localizó a
Lazcano, a Treviño y ahora a Guzmán Loera. Felicidades”…
Cínico. Perverso.
***
Que “El Chapo” era una especie de Pacho Villa, escuché. Que era un “buen
tipo” que “defendía a la gente”.
Díganle eso a las madres de los cientos de miles de muertos y
desparecidos en Chihuahua, en Tamaulipas, en Coahuila, en Baja
California y en el resto de México. Díganle eso a las cientos de miles
de familias enlutadas por la mezquindad de un puñado de hombres que
quiere todo. Díganle a los niños que crecerán sin padre y sin madre que
“El Chapo” y toda la bola de asesinos, cobardes y mentirosos, son
“héroes”.
Como si fuera un torneo de futbol, hay quien toma bandos por región.
Lamentable.
“El Chapo” se pudrirá en el infierno, por supuesto. Y ojalá también se
pudra en prisión junto con todos los que, como él –sin importar de qué
cartel sean– han dado de beber sangre a sus ambiciones personales.
***
Coincido con Edgardo Buscaglia: para que reamente podamos hablar del fin
del Cártel de Sinaloa, deben caer los que están detrás y a un lado de
Joaquín Guzmán Loera. No son, por supuesto, los socios que tienen
apodos; son justo los que no los tienen: los políticos y empresarios que
lavan su imagen, le facilitaron una vida de fugitivo y le permitieron
incorporar al sector formal miles de millones de dólares.
¿En dónde está el dinero de “El Chapo”?, me preguntaría hoy. ¿Lo
sabremos, a partir de su arresto? Francamente lo dudo.
No quiero menospreciar el esfuerzo: su detención es el evento de
seguridad nacional más importante posiblemente en décadas. Pero está
incompleto aún.
Si, como vimos, era un asunto de voluntad llevarlo a prisión, ahora se
debe mostrar que esa voluntad es firme. Deben caer los cómplices, aunque
entre ellos estén varios simpatizantes del PRI.
Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/opinion/24-02-2014/21875. Si está pensando en usarlo, debe considerar que está protegido por la Ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. SINEMBARGO.MX
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