Translate to another language

Sunday, September 30, 2007

El drama de los trabajadores temporales mexicanos en las Bahamas!

Sobrevivir en la isla del engaño


BIMINI, Bahamas.— El drama que los trabajadores de la construcción han vivido en esta isla pudo medirse una mañana de principios de junio, cuando un colocador de lámina cayó desde el techo que construía. Eran más de cinco metros de altura. Se fracturó las cervicales y le dieron incapacidad por ocho meses, pero después de ser hospitalizado, en lugar de ir a casa fue llevado de regreso a la zona de trabajo.

Sus compañeros le acondicionaron un baño para asearlo. Le improvisaron una estructura que lo mantenía de pie. En el dormitorio, despegaron la litera de arriba y se turnaron para madrugar con el fin de dejarlo sentado antes de salir a trabajar.

“La empresa quería evitar el escándalo, por eso cuando lo dieron de alta lo regresaron al dormitorio”, estimó el oficial albañil Antonio Alcántara, un hombre que se quejó de falta de arnés de seguridad, mientras abordaba un avión para regresar a México vía Cuba.

Se sabe que migrantes mexicanos, como los constructores de la Riviera Maya, o en ciudades de EU, construyen un proyecto de 850 millones de dólares en Bimini, la más pequeña de las islas Bahamas. Un pedazo de tierra que mide 15 kilómetros de longitud y en el que los habitantes de color pasan muchas horas sentados debajo de árboles para cubrirse del sol.

Los migrantes mexicanos —junto con colombianos, dominicanos y hondureños— construyen casas para Rav Bahamas, la compañía que lleva a cabo el Bimini Bay Resort, un proyecto que a partir de enero presumiblemente comenzará la edificación de un hotel con 250 habitaciones. La cadena Conrad Hilton será la encargada de administrarlo.

El caso de David Alejandro González, el accidentado de junio, había puesto en el escenario público lo que parecía ser una isla del engaño. Dos meses después de su llegada a México, él junto y otros seis trabajadores queretanos denunciaron ante el diputado priísta de Querétaro, Jaime Escobedo, maltrato y explotación. Decían que habían logrado huir de Bimini, a la que asemejaron con la prisión de Alcatraz.

“Nosotros no traemos a nadie engañado, damos un contrato. Traemos a mexicanos desde 1997. Lo que pasa es muchos vienen a echarle ganas y otros no. La isla no es fácil, a nadie le gusta quedarse ahí. Después se echan para atrás y buscan problemas”, dijo la vicepresidenta de Rav Bahamas, Mercedes Thomas Capo.

En entrevista telefónica desde Miami, asegura que informó al cónsul de México en Bahamas que cuando el doctor dio de alta a David Alejandro González, la compañía le ofreció mandarlo de regreso a casa por una línea comercial con escalas en Nassau, Cuba, Cancún y Ciudad de México, pero el accidentado y su primo se negaron por las incomodidades del viaje.

La mayoría de los migrantes mexicanos habían llegado a la isla a principios de enero, en un vuelo privado y directo que salió de la ciudad de México. Eran oficiales albañiles, ayudantes, carpinteros. Se contrataron por un año con salarios prometidos, a partir de 15 mil pesos mensuales. “Los contratistas los engañan desde México, les dicen que les van a pagar 500 dólares y cuando llegan les dan sólo 200”, dice el albañil Antonio Alcántara.

No comments: