Violento despertar del mundo árabe
Gonzalo Martínez Corbalá
Fuente: La Jornada
La violencia como elemento común que caracteriza a los movimientos que en estos días ocurren en el mundo árabe –para ser más precisos, en Egipto, Túnez, Marruecos y en Yemen– comparte algunos elementos que no es posible pasar por alto.
Uno es el grito amargo que se escuchó hace poco tiempo, cuando Jaled Said perdió la vida en Alejandría el pasado verano, a consecuencia de un abuso flagrante de la policía, que lo aprehendió bárbaramente en un cibercafé desde donde lo arrastró y golpeó hasta quitarle la vida. Los efectos no se hicieron esperar: la sociedad egipcia se lanzó a las calles en protestas multitudinarias, y se asegura que éste fue el germen que dio origen, algunos meses después, a la violencia que expresa la sociedad árabe en El Cairo, esta vez. Esto ya entonces fue considerado por muchos un amargo despertar, que los hizo sentirse obligados a manifestarse contra los abusos de la policía, los que, según parece, fueron siendo cada vez más frecuentes.
Cuando se supo que en Londres se habían encontrado algunos jóvenes que en playeras portaban la cara de Jaled, a jóvenes egipcios les hizo sentir que había ya, por fin, una respuesta positiva, en Europa, para las inquietudes en El Cairo. Las fotos del cuerpo y del rostro desfigurado de Jaled –los dientes rotos y fractura de mandíbula– empezaron a publicarse en Facebook, hasta que llegó el momento de que salió al público una página llamada We are all Jaled Said ("Todos somos Jaled Said"). A este caso se sumaron muchos que encontraron de esta manera un efectivo medio de expresión para sus inquietudes y sus rebeldías. De ahí pasaron en poco tiempo, de la denuncia de la tortura, a la crítica profunda al régimen de Hosni Mubarak.
Por ello afirmamos que no solamente se trata de dar nuevos cauces a problemas anteriores que pudieran tener mayor o menor calado en las incompatibilidades que se han venido acentuando entre el presidente Mubarak y los representantes más claros y desde luego más numerosos de quienes han venido distanciándose progresivamente de su gobierno, y de lo que éste representa en el conjunto estructural, de un régimen que tiene más que ver con las tradiciones autoritarias político-religiosas, así como étnicas, y aun con las arraigadas tradiciones del mundo árabe, que si bien en muchos aspectos tienen un fondo razonable que proviene de la cultura árabe de tanta prosapia y arraigo en la sociedad, en el más amplio concepto no solamente histórico, sino también geográfico, de una civilización que estuvo dominando vastos territorios en Europa durante varios siglos, y que se enfrentó a los cruzados que dieron una descomunal batalla en contra de los infieles árabes y que basta seguir con la mirada un poco por encima para advertir que fueron muchas veces estrepitosamente derrotados en épicas batallas llenas de romanticismos peliculescos, que han venido siendo objeto de la atención prolongada de Hollywood, en vibrante Tecnicolor –las aportaciones del mundo árabe a la cultura occidental, no consideramos necesario siquiera, por lo menos en este artículo de muy limitados alcances en este aspecto–.
Pudiera ser posible que precisamente por esta viejísima tradición sea por lo que los elementos estructurales de la civilización árabe se manifiesten síntomas muy claros ya de artrosis y de rigideces en los elementos que la integran, y que muestran una manifiesta incapacidad de respuestas lo suficientemente oportunas y aptas para adecuarse a las nuevas demandas de un planeta en el que el mundo árabe está inmerso, que no guarda proporción con el de los tiempos de las Cruzadas, y que, para bien o para mal, no lo sé. Su participación global es considerablemente menor actualmente, de no ser por los importantes yacimientos de petróleo y de gas que posee la OPEP, pero que aun en este terreno, las previsiones que se hacen para 2030 y 2050 se conocen con bastante exactitud. Las realizadas por las grandes instituciones que se dedican a esta importante actividad que previene lo que podemos esperar de un nuevo mundo que se configura rápidamente y que exige una participación muy amplia y nuy decidida, con las grandes organizaciones regionales, como pueden ser la OCDE, el G-20 y muchas otras, no únicamente en el campo de la nueva tecnología, y que se integre a la revolución científica de carácter universal, que se enfrenta en la actualidad a los retos de un mundo en transformación acelerada, que no admite fanatismos retardatarios. Ni falsas estructuras cuyas rigideces son verdaderamente incompatibles con la elasticidad y la oportunidad necesarias en nuestros días.
"El cambio llega al mundo árabe", reza el diario español El País en su primera plana del viernes 28 de enero, agregando que, después de Túnez, las protestas se extienden por todo Egipto y prenden en Yemen, para luego incurrir en lo de siempre: "EU apoya con cautela las protestas como expresiones de un islam democrático". No podía esperarse que pasara desapercibida la presencia importantísima de Mohamed El Baradei, que se recuerda como titular del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) de la ONU, cuando fue comisionado para hacer una inspección al territorio de Irak, antes de que George W. Bush decidiera lanzar la invasión al país árabe, con las complicidades del presidente del gobierno español y del primer ministro británico. El Baradei se enfrentó airosamente a estos poderosos jefes de gobierno, y denunció valientemente que en Irak no había encontrado ningún rastro de armas de destrucción masiva, y regresa ahora a El Cairo para encabezar a la oposición a Mubarak, a quien lo mejor que pudo ocurrírsele fue nombrar vicepresidente a un oscuro funcionario de 30 años atrás, experto en investigaciones e "inteligencia", como una aportación de su gobierno para detener lo inevitable. El Baradei, la tarde del sábado pasado, pidió la renuncia a Mubarak a su cargo como presidente de Egipto. No creemos que haya otra solución. No pasará mucho tiempo antes de que sepamos la respuesta.
El pueblo árabe ya despertó.
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Más de medio millón de manifestantes asumen el control de la ciudad de Alejandría, segun Al Jazeera (+ Fotos)
28 Enero 2011
El control de la ciudad egipcia de Alejandría ha pasado a manos de la población civil después de que más de medio millón de manifestantes expulsaran a las fuerzas de seguridad del presidente Hosni Mubarak y asaltaran posteriormente la sede de Gobierno, según informa la cadena panárabe Al Jazeera.
“La ciudad está en manos de los manifestantes”, informó un corresponsal de la emisora, quien explicó que los participantes de las protestas han conseguido echar “a botellazos” a la Policía egipcia antes de tomar por la fuerza la Gobernación de la ciudad. “No hay presencia policial en la sede de Gobierno. Todos se han marchado”, indicó.
Previamente, la corresponsal había informado de que habría al menos un muerto en los enfrentamientos, en los que los manifestantes han prendido fuego a numerosos coches y camiones de Policía.
Las protestas, según la enviada de Al Jazeera, se han concentrado en torno a la mezquita en la que se produjeron violentos enfrentamientos con la Policía el pasado junio después de la muerte de un joven tras ser golpeado por agentes.
Manifestantes incendian sede de partido gubernamental en El Cairo
Manifestantes en El Cairo, el 28 de enero de 2011. Foto: AFP
La sede central del gobernante Partido Nacional Democrático (PND) ha sido incendiada, según imágenes difundidas por la cadena qatarí de televisión Al Jazeera.
La cadena explicó que no puede detallar si el fuego fue iniciado por los manifestantes que están en los alrededores desde este mediodía o fue originado desde el interior de la sede política.
Hace minutos,
el presidente egipcio, Hosni Mubarak, decretó toque de queda en El Cairo y en otras ciudades del país y también ordenó al Ejército a que apoye a la Policía para garantizar la seguridad, informó hoy un comunicado oficial.
El anuncio se hizo poco antes de las 17.30 hora local (15.30 GMT),
al comenzar la noche en Egipto, después de una jornada de intensos enfrentamientos entre agentes policiales y manifestantes en las calles de El Cairo y otras ciudades del país.
En las protestas, que inicialmente exigían reformas políticas en Egipto, han derivado en la petición para que Mubarak renuncie al cargo.
El comunicado oficial, recibido en las oficinas de Efe por fax, dice textualmente:
“Debido a que algunas provincias han sido escenario de acciones de violencia, infracciones a la ley, saqueo, incendio, destrucción y ataques a las propiedades públicas y privadas, incluidos algunos bancos y hoteles, el gobernador militar ha ordenado el toque de queda en las provincias de el Gran Cairo, Alejandría y Suez, desde las 18.00 (16.00 GMT) a las 07.00 horas (05.00) y hasta nuevo aviso”.
“Asimismo, el gobernador militar emitió un decreto para que las Fuerzas Armadas colaboren con la Policía a cumplir con esta resolución y mantener la seguridad, y proteger los servicios públicos y propiedades particulares”, se dice en el comunicado.
Manifestantes en El Cairo, el 28 de enero de 2011. Foto: AFP
Tensión en Egipto: protestas se extienden a varias ciudades, dejan 3 muertos y varios detenidos
Miles de egipcios salieron hoy a las calles para protestar contra el gobierno del presidente Hosni Mubarak, pese a la prohibición de manifestaciones emitida por las autoridades, desencadenando enfrentamientos con la policía que se saldaron con al menos tres muertos y numerosos heridos y detenidos.
Los manifestantes incendiaron oficinas del Partido Democrático Nacional (PDN) de Mubarak y puestos de vigilancia policial, mientras en el centro de El Cairo lanzaron piedras a la policía, después de que ésta intentara dispersarlos con gases lacrimógenos y balas de goma. Las protestas en demanda de mejores condiciones de vida y democracia se consideran las peores contra el gobierno desde 1977.
Soldados egipcios lanzaron disparos de advertencia al aire. Según informó la televisión Al Jazeere, al menos una persona murió en los enfrentamientos en la plaza de Moneim Riyad, el centro de El Cairo, y otra más en la ciudad de Suez. Testigos contaron a dpa que otro manifestante murió en el distrito de Ain Shams, al este de la capital, cuando la multitud intentó quitar las armas a las fuerzas de seguridad. La policía atacó también a periodistas y quitó sus grabaciones a los equipos con cámaras.
Manifestantes en El Cairo, el 28 de enero de 2011. Foto: AFP
Al Arabiya informaba que algunos policías se quitaron el uniforme y se unieron a los manifestantes. La emisora qatarí aseguró también que uno de sus periodistas fue golpeado y otros reporteros extranjeros fueron heridos.
Medios locales aseguraban que cientos de personas intentaron llegar al palacio presidencial en el barrio de Heliopolis en la capital, pero fueron frenados por la policía. Según una testigo, nadie llegó al palacio.
Ante una mezquita en el barrio de Giza la policía retuvo a un grupo de manifestantes, entre ellos al líder de la oposición, el premio Nobel de la Paz Mohamed El Baradei. El Baradei llegó el jueves a El Cairo, indicando que está dispuesto a liderar un gobierno de transición si Mubarak dimite.
Antes se había hablado de decenas de detenciones, sobre todo en las céntricas plazas de Tahrir, Ramsis y en el barrio de Al Isaaf.
Por las principales plazas de El Cairo circulaban carros blindados de la policía. En las calles colindantes había estacionados a su vez numerosos coches de policía, mientras se bloqueó el acceso a la plaza de Tahir, donde se concentraron las protestas de las últimas jornadas.
También se registraron protestas en la provincia sureña de Minia. En la ciudad portuaria de Alejandría hubo también enfrentamientos entre manifestantes y la policía. En la ciudad de Al Arish, en la península del Sinaí, protestaron varios miles de personas, mientras las mujeres repartían dulces entre los manifestantes. También hubo protestas masivas en las provincias de Somiat y Dmanhur.
Manifestantes en El Cairo, el 28 de enero de 2011. Foto: AFP
Según Al Arabiya, opositores al régimen atacaron la central del PND de Mubarak en Islamiliyaa y los disturbios se extendieron a las provincias de Mansura y Manufija. En la ciudad portuaria de Suez se produjeron también choques, cuando las fuerzas de seguridad intentaban repeler a los manifestantes, que casi tomaron la ciudad, contaron testigos. Según Al Yazira, hay un muerto en esa ciudad.
Más pacíficas fueron las manifestaciones en Luxor, Kena y Assuán, en el sur del país.
Varios partidos egipcios en la oposición y asociaciones independientes llamaron a musulmanes y cristianos del país a protestar de nuevo tras los rezos del viernes en mezquitas e iglesias.
Manifestantes en El Cairo, el 28 de enero de 2011. Foto: AFP
Las autoridades restringieron las telecomunicaciones, principalmente de teléfonos móviles y servicios de Internet.
La operadora Vodafone Egipto emitió un comunicado asegurando que fue obligada a suspender servicios en el país, mientras numerosos números de teléfono no funcionaban y las webs antigubernamentales tenían problemas para actualizarse. Los activistas utilizaron las redes sociales y twitter para organizar las protestas.
Las manifestaciones contra la corrupción y el alza de los precios y en demanda de la retirada del presidente Mubarak y su gobierno comenzaron el martes, inspiradas en la revuelta de Túnez, que acabó con el derrocamiento de su presidente, Zine el Abidine Ben Ali.
(Con información de Europa Press, EFE y AFP)
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Carlos Salinas y el nuevo IEPES
Marco Rascón
Para la inquisición de los políticamente correctos, confieso que lo he leído de cabo a rabo y no me queda duda: Carlos Salinas es el demiurgo que armoniza las ideas de la restauración priísta.
Es el encargado de cambiar de piel al dinosaurio y ponerle una de ternera. Es él ahora quien encarna y sustituye la función del viejo Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (IEPES), que elaboraba las plataformas de campaña de los nuevos presidentes y donde se perfilaban los nuevos ministros. Carlos Salinas ha sido convocado y contratado para hacer este trabajo, aunque él haya tenido que reinventar su historia política y, sin necesidad de la autocrítica, acusar a otros de su propia obra.
Apoyado en la falta de memoria y la debilidad intelectual de la izquierda en los últimos tiempos, acorralados por el seguidismo y la anulación de la crítica, Carlos Salinas, en gran maniobra, inventó a sus críticos, que pronto desaparecieron, y ahora los priístas pueden ir con su Democracia republicana bajo el brazo, considerándose desde ya los dueños de la oposición contra la derecha, los nuevos constituyentes del centro político, la unidad nacional y los reivindicadores del poder ciudadano contra los "excesos del mercado y del Estado", según Salinas.
Frente a la lectura y sólo desconociendo por interés lo que representa Carlos Salinas en el poder en México, muchos intelectuales caerán seguramente, ante las ansias de creer en algo. Este libro y su contenido, presentado como la propuesta para una "alternativa ciudadana", reivindica hoy el concepto de la "soberanía", mismo que desde Televisa Octavio Paz y algunos intelectuales de la época intentaron destruir, bajo auspicio del salinismo en aquello que se llamó Coloquio de Invierno, donde Mario Vargas Llosa vino a soltar lo de la "dictadura perfecta", que abrió el distanciamiento con Octavio Paz. El tema "modernidad" contra "soberanía" fue la brecha para justificar las privatizaciones, la integración económica y la sustitución de la rectoría del Estado por el libre mercado, que hoy es nuestro presente
Hoy, Carlos Salinas puso de cabeza sus mismas tesis, olvidando el uso y abuso del Estado para impulsar desde ahí lo que sería la ruta hacia el neoliberalismo. Hay que recordar que si alguien puso los cimientos del neoliberalismo fue Miguel de la Madrid y que, para la memoria histórica nacional e internacional, fue Carlos Salinas el padre del neoliberalismo mexicano y la ruta "hacia la modernidad".
Hoy el olvido no es patrimonio exclusivo de Carlos Salinas, sino de todo su grupo compacto, que hoy se inserta lo mismo en el lopezobradorismo, en el panismo o el priísmo. Es una maniobra de ideas sin autoridad política para llevarlas a cabo; en la Democracia republicana son muchos conceptos válidos en camino de ser desprestigiados. Ya antes, con el mismo método de suplantación, se oficializó el concepto de "solidaridad", forjado durante años por los socialistas ante la represión y en particular en los sismos de 1985, para denominar su programa contra la pobreza extrema.
Carlos Salinas recicla en su libro viejos textos de política popular. Habla de la necesidad de la "acción popular" con "autonomía" y pasa recogiendo diversos conceptos de los clásicos griegos y romanos, Gramsci y hasta Marx para construir su versión de la autonomía social con la participación de sindicatos con poder estratégicos "capaces de parar la producción (sic)". Se infiere que son el SNTE u otros del mismo sistema corporativo.
Sorprende cuando define que uno de los principales problemas de México es Estados Unidos, "nuestra Roma" (p. 133), y de ahí, la necesidad de luchar por la soberanía, lo cual los Goebbels de la campaña de la restauración priísta presentarán como un movimiento nacionalista, por la autonomía e independencia de la sociedad, por la justicia social, contra los abusos del capital especulativo y la pobreza. Es decir, un proyecto oligárquico con propuestas antioligárquicas.
Como parte del guión de la reunificación priísta, Ernesto Zedillo ha guiñado de manera traviesa que el PRI, su partido neoliberal, regresará al poder en 2012. ¿Qué tanto representa en el PRI Carlos Salinas y qué tanto Zedillo en esta trama?
Para nadie es un secreto que la presidencia del PRI de Humberto Moreira pone a Elba Esther Gordillo en el centro de la escena, pues sus relaciones dan lo mismo para Enrique Peña Nieto que para el PRI de distintos paleolíticos y muy particularmente para Carlos Salinas, su gran mentor.
Por todo ello, hoy en el PRI se reagrupan para la restauración y hasta perdiendo ganan, como es el caso de Guerrero. A partir del trabajo de Carlos Salinas en su papel de IEPES del PRI, el futuro se cierne complejo y de grandes tareas para los que buscan en verdad construir una alternativa ciudadana democrática e incluyente.
No es con insultos vacíos como el programa de la restauración hecho por Salinas deberá ser enfrentado; no se puede luchar contra ideas complejas, que entrelazan lo válido y lo antihistórico, con simplezas.
http://www.marcorascon.org