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Friday, January 14, 2011

Montreal police officer beaten in Mexico
Jan 14, 2011

A Montreal police officer was badly beaten by suspected biker gang members while on vacation in Mexico.

The officer, who is in his late 20s, was with six fellow officers from the Montreal police force and two from Quebec provincial police.

According to Montreal police, the group was staying in the popular resort town of Playa del Carmen. On Saturday, the victim and two of his fellow officers went to a bar in nearby Cancun.

A fight ensued after the victim, who became separated from the others, reportedly tried to photograph a Quebec Hells Angels member who was at the bar. Montreal police would not confirm that detail, but Sgt. Ian Lafrenière said the man was alone when the attack took place.

He said his friends lost sight of him and figured he had returned to the hotel in Playa del Carmen. When they realized he hadn't come back, they returned to the bar and found him badly beaten.

Lafrenière said the officer, who suffered "very serious injuries to his head" and was "barely recognizable," had surgery in a Mexican hospital. He flew home Thursday.

Investigators are planning to meet with the officer to confirm whether it was a simple bar fight, as Mexican police are saying, or whether he was targeted because of his work.

"I'm not saying they're not helping us, but at this moment it's not considered as an aggression against a police officer," Lafrenière said.

"We have to talk to the officer who was severely beaten up. We want to find out what happened, exactly. Was he targeted because he is a police officer? We are trying to discover that."

Lafrenière confirmed the officer is not a member of the force's anti-gang squad.

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¡Basta de sangre!
Por Ricardo Rocha

Editorial: El Universal / 14 de enero de 2011


Porque ya somos el país más violento del mundo. Las dos guerras de Estados Unidos contra los talibanes en Afganistán y Paquistán sumaron el año pasado 6 mil 800 muertos. 

En México fueron casi el triple, 15 mil 273 muertos, en lo que el propio presidente Calderón calificó de “guerra” contra el crimen organizado, aunque ahora lo niegue. Lo peor es que su gobierno afirma que vamos ganando, cuando todos sabemos que es una guerra perdida porque: ni ha disminuido el tráfico y el consumo de drogas en Estados Unidos y en México; ni han sido detenidos y juzgados los grandes capos y sus peces gordos y cómplices en el gobierno.

Además de que cada vez hay más violencia que crece geométricamente: en 2007, dos mil 47 muertos; en 2008, cinco mil 376; en 2009, nueve mil 614; para alcanzar los más de 15 mil en 2010 en un acumulado estremecedor de 34 mil 612 crímenes en lo que va del sexenio. No obstante, el ínclito vocero Poiré nos quiere tomar el pelo con la clasificación engañosa de que son 30 mil los casos de “ejecuciones”, tres mil de “enfrentamientos” y 544 de “homicidios agresiones”. Cuando la sospecha generalizada es que suman muchos miles de civiles inocentes víctimas de fuego cruzado o de la barbarie de los soldados en los retenes o en cualquier otra parte.

En este escenario que nos exhibe ya como la guerra más cruel —y seguramente más absurda— del planeta surgió hace unos días la iniciativa forjada por ese periodista sin par que es don Julio Scherer García y el maestro de maestros de los moneros mexicanos, Eduardo del Río, Rius: ¡Basta de sangre! Una inquietud ciudadana que ha tenido una gran recepción no sólo entre cartonistas, analistas e intelectuales, sino en la población en general.

Una propuesta tan sencilla como profunda que consiste en promover la difusión de este mensaje “Basta de sangre” del modo que decida la creatividad de cada quien.

Se trata, como es obvio, de que el gobierno lo escuche al fin luego de que ha ignorado las encuestas y aun los sondeos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) que confirman el hartazgo, el miedo y la convicción de que en este 2011 la situación empeorará todavía más. La percepción como realidad, tal cual sintetiza acertadamente el editorial EL UNIVERSAL publicado el pasado 12 de enero. Lo mismo que pronostica la mismísima Organización de las Naciones Unidas (ONU) para este México nuestro de todos los días: “La prolongación de la violencia por tiempo indefinido”.

Así que cualquiera diría que todos estos datos y advertencias habrían sido más que suficientes para que el gobierno calderonista hiciera un alto, repensara y rehiciera su estrategia. No ha sido así. Pero por lo pronto —será casualidad o causalidad— apenas cinco días después del lanzamiento de ¡Basta de sangre!, el presidente Calderón revivió —al menos por esta vez— su convocatoria de Diálogos por la Seguridad.

En esta reunión, Eduardo Gallo, presidente de México Unido contra la Delincuencia, lo encaró, como nadie lo ha hecho hasta ahora, para darle un diagnóstico descarnado pero absolutamente certero: la estrategia es fallida porque carece de objetivos, metas y parámetros de evaluación que permitan medir sus resultados y hacerle las adecuaciones del caso; las acciones de enfrentar a los cárteles con poder de fuego generan más violencia en lugar de reducirla con otras tácticas; los niveles de corrupción (en los organismos oficiales y de justicia) son brutales; los derechos humanos —de millones de mexicanos— a la vida, a la seguridad y a la integridad han sido pisoteados por la violencia.

En resumen, una delincuencia organizada combatida por un gobierno desorganizado que no ha optado por tácticas inteligentes, como desmembrar las redes financieras de los cárteles y capturar y juzgar a los narcotraficantes en operativos quirúrgicos como se hace en otros países, en lugar de matarlos en baños de sangre que los enfurecen.

Le pregunté a Gallo si habían acordado una nueva reunión y me dijo que no. Lo cual me parece una mala señal. Casi tanto como la del Presidente declarando al final de ese encuentro que “tiene prisa” y que no dejará las cosas a medias en su guerra: el Estado soy yo; el gobierno soy yo; y la verdad también soy yo.

ddn_rocha @hotmail.com

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De la columna DINERO de Enrique Galvan, articulista de La Jornada

Asunto: el megafraude de Heron

El ingeniero Ricardo Garza Salazar creó en 2005 un negocio de inversión en el mercado Forex, operando desde su casa de Cuernavaca con su nombre propio y otorgando rendimientos mensuales de 5 a 12 por ciento mensuales. Después, en 2006, creó la empresa Heron México, SA de CV, en sociedad con sus hijos Carlos Garza Madera, actualmente preso en el penal de Atlacholoaya, Morelos, por el delito de fraude genérico, y de Ricardo Garza Madera, prófugo. Continuaron dando esos rendimientos durante 2006, 2007 y 2008 y pagando semana tras semana. Se creó una red de promotores y en total los clientes superan los 5 mil 500 en toda la República. El 14 de abril de 2008 bajó los rendimientos a 2 por ciento mensual y la gente empezó a retirar sus capitales. Ricardo Garza padre cerró el retiro de dinero y el pago de intereses y se declaró imposibilitado de hacerlo hasta nuevo aviso. Finalmente se desapareció toda la familia y fue hasta agosto de 2010 que la Interpol capturó en el aeropuerto de la ciudad México a Carlos Garza Madera. Tanto padre como hijo prófugos continúan con la alerta roja de Interpol. El monto de lo defraudado se calcula en 400 a 500 millones de dólares.

Ing. Jorge Arturo Díaz de Sandi C./Cuernavaca

R: Ya tenía noticia del fraude de Heron. En estos días he recibido numerosos mensajes de personas con ahorros que se quejan de los intereses tan bajos que pagan las inversiones seguras, tipo Cetes. Les he hecho saber los riegos que corren confiando su dinero a quienes ofrecen 5 y 12 por ciento de interés, como Heron. Es una pirámide que en algún momento se va a derrumbar. Estos negocios prosperan porque lamentablemente la Comisión Nacional Bancaria se hace de la vista gorda.

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