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Monday, July 04, 2011

AMLO, sin culpa en derrota: Encinas; sí lo es: PRD local, que dice el pueblo pues que si lo es y le dio su voto al dino...!

Acosta Naranjo culpa a AMLO de derrotas electorales

El candidato del PRD al gobierno de Nayarit, dijo que si el perredismo nayarita hubiera ido en alianza con el PAN , el PRI no estaría festejando el triunfo

Lunes 04 de julio de 2011 Notimex
Fuente: El Universal


El candidato perredista a la gubernatura de Nayarit, Guadalupe Acosta Naranjo, responsabilizó a Andrés Manuel López Obrador de su derrota electoral en los comicios y de que el país se perfile a una 'regresión democrática' con el retorno del PRI al poder.

En entrevista televisiva, Acosta Naranjo recordó que con una política de alianzas 'hace un año festejábamos los triunfos de las alianzas en Sinaloa, Puebla y Oaxaca, que eran estados donde parecía imbatible el PRI, pero ahora estamos derrotados'.

Opinó que tanto el Partido de la Revolución Democrática (PRD) como Acción Nacional tomaron el camino equivocado, al imponerse la visión de los 'sectores duros' de no ir en alianza con otras fuerzas políticas, y por esa razón hoy ambos están derrotados.

Del lado perredista 'quien no quiso las alianzas se llama Andrés Manuel López Obrador y (por él) seguimos la política equivocada y hoy estamos derrotados', externó durante el noticiero 'Primero Noticias'.

Además 'hubo una actitud del panismo contraria, porque ya había un acuerdo registrado en el Instituto Electoral de Nayarit sobre los términos de la alianza y el PRD tenía que poner el candidato para el gobierno de Nayarit, (lo) que no se respetó'.

A decir de Acosta Naranjo, si el perredismo nayarita hubiera ido en alianza con el Partido Acción Nacional (PAN) , el Revolucionario Institucional (PRI) no estaría festejando el triunfo.

A su decir, se requiere de una política de alianzas no solamente entre el PRD y el PAN, sino entre todas las fuerzas políticas del país para evitar que el PRI regrese en 2012 a la Presidencia de la República, porque eso significa una regresión.

De ahí que 'voy a plantear a mi partido la necesidad de que hagamos una revisión muy fuerte del método y la política que vamos a seguir a nivel nacional y a nivel regional, en las elecciones del próximo año', insistió al periodista Carlos Loret de Mola.

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Paliza al PAN y al PRD
- Lo verdaderamente novedoso no parece ser sólo el triunfo aplastante del PRI en entidades en donde ayer se renovaron gobiernos estatales y municipales.

El clásico de Augusto Tito Monterroso se cumplió puntual en la política mexicana. Cuando el PAN y el PRD despertaron del sueño de las alianzas, el dinosaurio tricolor seguía allí.

Y es que, según casi todas las encuestas y los conteos preliminares, el PRI apaleó a los dos grandes partidos que representan a la derecha y a la izquierda mexicanas: el PAN y el PRD, en el Estado de México y en Coahuila, Nayarit e Hidalgo.

Pero lo verdaderamente novedoso no parece ser sólo el triunfo aplastante del PRI en entidades en donde ayer se renovaron gobiernos estatales y municipales, sino las derrotas escandalosas del PAN y del PRD. ¿Por qué es más importante la derrota del PAN y del PRD que el triunfo del PRI? Por donde se quiera ver, las razones son estrictamente políticas.

1. Porque a pesar de que el PAN es el partido en el poder presidencial y a pesar de que en la última década ha gobernado desde Los Pinos, ese partido muestra un severo retroceso en la formación de cuadros, en la permanencia de sus gobiernos y en las posibilidades de continuar como alternativa de gobierno, al PRI.

2. Porque si es el partido en el poder, los resultados electorales en los últimos años confirman que Acción Nacional —en efecto—, ganó el poder, pero perdió al partido. En otras palabras, el partido azul vive de un fracaso no sólo político sino cultural.

3. Porque en tanto partido en el poder, Acción Nacional tendría todas las posibilidades de capitalizar el gobierno presidencial, claro, si ese gobierno fuera lo eficaz que pregonan sus voceros. Es decir, que si los azules no tienen nada de que presumir en los procesos electorales locales, sobre los logros federales, también podemos hablar de un fracaso de gestión.

4. Porque en el caso del PRD y la izquierda toda, no sólo gobiernan la capital del país, sino que apenas en 2006 construyeron uno de los grandes movimientos sociales que estuvo a punto de alcanzar el poder presidencial. ¿Qué pasó con el movimiento de AMLO, en el Estado de México, que fue aplastado de manera vergonzosa por un alcalde, como Eruviel Ávila, al que nadie conocía hace seis meses, a pesar de que López Obrador lleva años en campaña?

5. Porque queda claro que el candidato Encinas no fue capaz de trasladar al Estado de México —como propuesta de gobierno— los “logros” de Marcelo Ebrard. Eso quiere decir que, a pesar de que buena parte de los habitantes del Valle de México trabajan en la capital del país, no fueron convencidos de las bondades de un gobierno como el de Ebrard, pero llevado a cabo por Alejandro Encinas.

6. Porque, a partir de los resultados en el Estado de México y en Coahuila, Nayarit e Hidalgo, queda claro que, sin las cuestionables alianzas PAN-PRD, los partidos azul y amarillo son un fracaso como fuerzas políticas independientes. Es decir, sólo aliados pueden ganarle al PRI.

Por todo lo anterior, podemos concluir las siguientes hipótesis.

a. Que en el primer paquete electoral de 2011 es posible definir a dos grandes ganadores y dos grandes perdedores. En el primer caso se alzan como triunfadores Enrique Peña Nieto y Marcelo Ebrard. Sobre todo el gobernador mexiquense ya que, de confirmarse las tendencias en el Estado de México —casi 40 puntos de diferencia—, habrá ratificado su condición de candidato presidencial del PRI y su calidad de priista capaz de regresar a su partido al poder presidencial.

b. Del caso de Marcelo Ebrard, resulta ganancioso, a pesar de la derrota del PRD, de Encinas y de toda la izquierda. Porque su propuesta de alianza, con todo lo cuestionable, era una apuesta competitiva.

c. Resultan derrotados, en ese orden, Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador. ¿Por qué? Porque el Presidente apostó y empujó la candidatura de Luis Felipe Bravo Mena, en tanto que López Obrador no sólo destruyó la alianza PAN-PRD, sino que impuso a Encinas como candidato solitario.

En los dos casos, el de Calderón y el de AMLO, la apuesta fue por el pasado —presentaron a los mismos candidatos que hace 20 años—, en tanto que Peña Nieto y Marcelo Ebrard presentaron una apuesta moderna.

En Coahuila, por otro lado, asistimos al mayor retroceso de la democracia electoral: al triunfo de los gobiernos de herencia. Resulta que en esa entidad mandan los Moreira, caciques de horca y cuchillo que mantienen el control absoluto, vertical y autoritario. ¿Es ese el PRI que viene?

En Nayarit fue derrotado el trapecismo político que representaba Martha Elena García. En Hidalgo se confirmó la hegemonía aplastante del PRI y la debilidad de la derecha y la izquierda.

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