Jóvenes y viejos unidos por el pulque | ||||
Edith Martínez del diario El Universal Visite el sitio | ||||
Con poco más de 70 años de existencia, la pulquería La Hija de los Apaches ha sobrevivido a la competencia de bares y antros, y se ha adaptado a los gustos de sus nuevos clientes | ||||
Con poco más de 70 años de existencia, la pulquería La Hija de los Apaches ha sobrevivido a la competencia de bares y antros, y se ha adaptado a los gustos de sus nuevos clientes; hasta hace unos años, los parroquianos eran gente adulta que llegaba a tomar jarros de pulque; ahora quienes la frecuentan son en su mayoría chavos que vienen a “desestresarse de la escuela”. Ubicado sobre avenida Cuauhtémoc, el ambiente de este lugar revive tiempos de antaño en los que las pulquerías eran el sitio idóneo para “ahogar las penas”. En La Hija de los Apaches se unen el pasado y el presente. Unas paredes están tapizadas de grafitis; en otras cuelgan fotografías de boxeadores, cuadros con noticias viejas de campeonatos de boxeo, carteles de obras musicales como Picardía mexicana con actores como Wanda Seux, Héctor Suárez, Vicente Fernández y Resortes. El aire tiene el aroma de una mezcla rara entre cerveza, pulque y cigarro, y al fondo de la barra un letrero que sentencia: “Prohibido echar porras, causar broncas y consumir drogas”. A La Hija de los Apaches llega todo tipo de gente, desde “los fresas hasta los que no lo son tanto”, comenta Daniela, una estudiante de preparatoria que es asidua visitante. En este espacio pueden convivir chavos de 18 años hasta señores de 61 como Raúl Guevara y su acompañante Narciso Rubio, de 57, quienes coincidieron en que aunque “el lugar está un poco abandonado, está bueno para venir a tomarse un vasito de pulque”. La Hija, como también es conocida, se ha convertido en “un punto de reunión alternativo” para aquellos que buscan un rato de diversión relax; un “buen lugar para convivir” y “pasársela chido”, comenta Josué, estudiante de Sicología de la Universidad del Valle de México. La variedad de pulques que ofrece La Hija de los Apaches va desde el natural, y los curados de avena, piña, cacahuate y maracuya, hasta bebidas que han bautizado como El Pifas maromero, el baticurado y el viagra, y para aquellos que no gustan del “elíxir de los dioses”, está también la posibilidad de consumir “caguamas”. Hugo e Iván coinciden en que “visitar esta pulquería es parte de la cultura popular y un buen pretexto para tener un rato agradable”, al fin que “el pulque está más allá del bien y del mal”. ****************** De las amenazas pasan a las agresiones fisicas!
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Sunday, February 24, 2008
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