Y usted como piensa actuar?, votara?, anulara su voto?

Hasta aqui llegamos
Por Rosa Albino Garabito


ESTE 5 DE JULIO ANULAREMOS NUESTRO VOTO. No votaremos por el engaño, ni por un sistema corrupto y perverso en el que los únicos beneficiarios son los candidatos y los partidos existentes responsables de la ruina de nuestro país.

No queremos que gobiernen en nuestro nombre y contra nuestros intereses. No validaremos un sistema de elegidos que no representan a los electores, sino exclusivamente a sus jefes que los han incluido en las listas. No queremos más de lo mismo. Ya no les creemos.

¿Quién eligió a los candidatos a la presidencia, o a las gubernaturas, o alcaldías y diputaciones? Nosotros no... Por eso ellos no responden a nuestro interés.

Para ocupar el puesto, sin embargo, cada tres años llaman al pueblo a las elecciones. Despilfarran cuantiosas sumas del erario público en campañas y encuestas para convencernos de darles unos minutos en las urnas; porque es a unos minutos que se reduce nuestra participación. Lo más absurdo es que nuestro voto es indispensable para que esta clase política usurpe nuestros derechos democráticos.

No nos representan, y por lo tanto no votaremos por ellos. Pero no nos quedaremos cruzados de brazos frente a este atraco. Para comenzar, iremos el 5 de julio a las casillas a tachar la boleta. Anularemos el voto para que el IFE nos cuente, y sepamos cuántos somos los que ya estamos hartos de estos farsantes. Ese será el primer paso para recuperar la democracia y evitar que el país continúe a la deriva.

Estamos por una democracia participativa. No nos quedaremos en nuestras casas. Saldremos a votar. Iremos a las urnas a expresar nuestro rechazo a la corrupción, la demagogia y la impunidad.

Los que anularemos nuestro voto, afirmamos que el 5 de julio no se renovará la Cámara de Diputados, ni las gubernaturas ni ayuntamientos que corresponden. Gane quien gane, continuará la corrupción, impunidad y estupidez de la misma clase política que ha permitido que este país cayera en las redes de la violencia, precariedad, desempleo, discriminación y miseria.

Se supone que 75 millones de mexicanos deberían elegir a 300 diputados este 5 de julio pero, como la ley no establece mínimos de votación, basta cualquier ridícula cantidad de votos para que su representación sea “legítima”. Es más: aunque 75 millones entregaran sus votos, los electores no tendrían algún modo de vigilar o hacer respetar los programas de gobierno que les ofrecieron en las campañas costeadas por el erario público.

Para este año se calcula que 52 millones de ciudadanos no irán a las urnas. Los recursos públicos que los partidos reciben, que son proporcionales al voto, se reducirán drásticamente, y de nuevo recurrirán a fuentes oscuras de financiamiento (que refuerzan poderes fácticos, o de plano ilegales), y también aprobarán, para sí mismos, incrementos a las partidas de gasto electoral, como lo hacen cada sexenio.

El círculo vicioso no se rompe porque el flujo de dinero no termina, porque nosotros los dejamos hacer. Ellos aprueban en la Cámara sus fueros y privilegios, y al mismo tiempo limitan nuestra intromisión en sus asuntos, como si fuesen cosa privada.

No tenemos opciones. Se nos impide legalmente construir organizaciones libres --políticas y sindicales-- con ciudadanos libres, mientras que sólo tres partidos controlan la totalidad de la vida pública. Y de esos tres, ninguno llega al 20 % de representación ciudadana, por lo que son verdaderos partidos minoritarios.

Aparte están las pequeñas franquicias que no representan a nadie. Éstos traspasan una parte del dinero que reciben del IFE a los partidos mayores, y a cambio reciben diputaciones garantizadas antes de la elección. Estos dizque partidos, se resarcen al subarrendar sus patentes de corso en estados y municipios, o vendiendo esas diputaciones al mejor postor.

¿Son éstos partidos las “entidades de interés público” de las que habla la Constitución?

También anularemos nuestro voto porque los "fraudes" se realizan antes de que la boleta se haya depositado. El presupuesto para el gasto social lo ejercen los partidos a través de sus gobiernos lucrando políticamente con la necesidad de los más pobres. La “gestión social” no es más que el coyotaje político en busca de votos y organizaciones sociales cautivas. Y no se trata sólo de la despensa, o los 200 pesos por voto a la hora de la elección, sino de la intermediación por la casa de Infonavit; del puesto de base en la escuela u oficina pública; del crédito para el campo; de los apoyos escolares; o del candidato para alguna organización social.

Ese mecanismo, agregado a la formación de opiniones que los medios construyen con el pago de los partidos, sujeta al elector y su voto antes de llegar a las urnas. Ya no es indispensable robar, rellenar o quemar urnas, porque esos votos cautivos pueden contarse por encima de toda sospecha. Pero no son votos libres, ni secretos, ni representativos.

Los partidos no son lo que deberían ser, y ni siquiera son un medio para la indispensable renovación de la clase política. Lo único que sabemos, porque se filtra a la prensa, es que la pelea de unos contra otros, por los puestos y las prebendas, produce nuevos caciques, y otros expulsados; saltimbanquis, y también camaleones, que se mimetizan con la esperanza de la gente para presentarse como redentores o profetas que se adjudican, también ellos, la soberanía popular.

Este sistema corrupto y corruptor tiene que terminar.
No merecemos que estos políticos se llamen a sí mismos “representantes populares”. Por eso no votaremos por ellos este 5 de julio. No seremos cómplices de su impunidad.
Para la salud de la república, los peligros del gran vacío político que genera la alta abstención de quienes no usan su voto, son mayores que los que significa el virus de la influenza para la salud humana.

¡Salgamos en masa a anular nuestro voto!

http://yoanularemivoto.blogspot.com

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Se triplican las organizaciones promotoras del voto nulo

En el auditorio de Villa Olímpica comenzaron a concentrarse activistas por el voto nulo con una agenda de trabajos de la que aprobarán principalmente el plan de acciones para el 5 de julio; se prevé la creación del Movimiento Nacional por el Voto Anulado.

Mar, 30/06/2009


Ciudad de México.- El inicio de la Asamblea Nacional por el Voto Nulo fue marcado, esta mañana, con largas filas de individuos y luego de representantes de organismos promotores que se duplicaron de 19 a 39 media hora antes.

En el auditorio de Villa Olímpica comenzaron a concentrarse activistas por el voto nulo con una agenda de trabajos de la que aprobarán principalmente el plan de acciones para el 5 de julio y la agenda posterior.

Todo indica que se creará una organización “techo” con la denominación Movimiento Nacional por el Voto Nulo.

El plan de trabajo para todo el día será abierto con palabras de bienvenida de la investigadora académica Denisse Dresser. Y se tiene planeado que la clausura la haga el también académico y promotor de la anulación del voto, José Antonio Crespo.

Los organismos convocantes son:
1. Anulo mi voto
2. Ciudadan@s libres
3. Consejo Regional de Integración Profesional
4. Convocatoria Electoral
5. Construyamos un mejor país
6. Despertar ciudadano
7. Enlace para el Desarrollo Social
8. Esperanza Marchita
9. Propuesta Cívica
10. Frente Democrático Ciudadano de Tlalpan
11. Los Anulistos, Mexicano
12. Movimiento Social de Izquierda
13. Reactor Universitario de la UAM X
14. Tache a Todos
15. Movimiento G 2
16. Vota X Papanatas
17. Vota Independiente
18. Voto en Blanco
19. Yo Voto por quien Quiera

De los que se sumaron aparecen en la lista de las 10:30 horas abogados y Periodistas en Acción, Cancha Ciudadana, Ciudadanos hartos, Expresión Colectiva – Café Itinerante y Movimiento ciudadano Dejemos de Hacernos Pendejos, entre otros.




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Itinerario Político
Ricardo Alemán
Fuente: El Universal / Jueves 02 de julio de 2009

Ebrard: vivito y colea

Está claro que AMLO, PT y Convergencia pelean no tanto por el poder, sino por la supervivencia política. El caso de Iztapalapa es ejemplar. ¿Por qué disputan como perros y gatos esa demarcación?

Como todos saben, la elección delegacional de Iztapalapa es el botín que disputan los dos grupos amarillos que pretenden el control político y territorial del DF: chuchos y lopistas.

Frente a la elección del próximo domingo, la gran pregunta parece apuntar a otra dirección. ¿Dónde está Marcelo Ebrard, si la disputa por el control del DF se focaliza entre chuchistas y amloístas?

Ya es un clásico de los extremos a los que llegan los amarillos en sus luchas de poder el cartón de Calderón en Reforma, en el que certero el editorialista dibuja a AMLO y a Marcelo en la regadera colectiva, donde el tabasqueño ordena al jefe de Gobierno levantar el jabón. El mensaje es harto claro: Marcelo sometido, hasta la indignidad, por AMLO.

En efecto, Marcelo ha tragado sapos y serpientes frente a reiteradas ocurrencias de AMLO —como Iztapalapa, donde ordenó al jefe de Gobierno prepararse para proponer a Clara Brugada como delegada—, lo que colocó a Ebrard en la difícil situación de pelele. Pero no, contra lo que muchos suponen, los estrategas de Marcelo Ebrard no sólo ven con simpatía la imagen de un jefe de Gobierno dizque sometido por AMLO, sino que se benefician de esa situación. ¿La razón? Elemental.

Está claro que AMLO, PT y Convergencia pelean no tanto por el poder, sino por la supervivencia política. El caso de Iztapalapa es ejemplar. ¿Por qué disputan como perros y gatos esa demarcación? Porque significa cinco o un poco más de diputados a la Asamblea —lo que representa poder en su más pura expresión—, pero el tema de fondo es otro. ¿Cuántas campañas presidenciales se pueden financiar con los 3 mil millones de pesos de presupuesto que tiene Iztapalapa? Todos, AMLO, PT, Convergencia y Los Chuchos, van por esa fortuna. Es el dinero, estúpidos.

En el otro extremo, Ebrard no pelea por el poder ni menos por los miles de millones del presupuesto que ello supone. Tiene el GDF y decenas de veces más presupuesto que el de Iztapalapa. No, el objetivo de Marcelo es otro. ¿Cuál? Fácil: administrar el poder, el dinero y el ejercicio del gobierno; todo a favor de su imagen y popularidad.

Marcelo romperá con AMLO —y lo hará sin piedad—, cuando tenga que romper. Y si no tiene que hacerlo, sea porque no alcance los niveles de competencia electoral frente a AMLO o a Enrique Peña Nieto, simple y sencillamente no lo hará. Y punto. Marcelo, nos guste o no, es de los presidenciables el más astuto. Su bandera es la astucia, no la estridencia, el talento, no la ambición desmedida; el cálculo más que la cuerda floja. Y si en sus cálculos está convertir en delegada a Clarita, lo hará. Y si su aspiración le demanda aplastar a AMLO, lo aplastará. Al tiempo.

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