China compartirá su eclipse solar del 1ro. de agosto del 200
Las páginas web de la Academia China de las Ciencias (www.cas.cn), el Observatorio Astronómico de la Montaña Púrpura (www.pmo.jsinfo.net) y el Observatorio Astronómico Online de Shanghai (www.astron.sh.cn) retransmitirán el 1 de agosto en directo el primer eclipse solar de China en el siglo XXI.
Efe - Pekín
Pocos tendrán la oportunidad de desplazarse al diminuto condado de Yiwu, en la Región Autónoma Uygur de Xinjiang (noroeste),
donde se obtendrá la mejor vista del eclipse total, que tendrá lugar a las 18.20 hora local y durará dos minutos.
Según la División de Ciencias Técnicas de Información (ITS, siglas en inglés) de la Academia China de las Ciencias, la web de la institución seguirá el fenómeno desde Xian, capital provincial de Shanxi, en el centro del país, y pondrá a dos expertos a disposición de los internautas que deseen conocer a fondo el fenómeno.
Un eclipse solar total es un acontecimiento único en el que la interposición de la Luna entre el Sol y la Tierra hace que la estrella aparezca como un aro de luz con el centro oscurecido, producto de la sombra del globo terrestre.
En el del primer día de agosto, la sombra de la Luna dejará su rastro a lo largo de 10.200 kilómetros, en los que cruzará Canadá, el norte de Groenlandia, el Ártico, el centro de Rusia y Mongolia, antes de finalizar en el noroeste de China.
Aunque el eclipse no será visible desde Pekín, sí podrá seguirse además de forma parcial desde las provincias de Shanxi y Gansu, y hasta en Hong Kong, informó hoy la agencia oficial china Xinhua.
En una coincidencia descrita por los astrólogos chinos como "única en un siglo", China vivirá un segundo eclipse solar total el 22 de julio de 2009, menos de un año después del eclipse del 1 de agosto, que tendrá lugar a una semana del inicio de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
Pese a que en la antigua China se pensaba que todo eclipse solar traía consigo una catástrofe, los medios locales han obviado supersticiones y el eclipse, según las previsiones, sólo generará algo de inquietud en las bolsas chinas, dejando intacto el optimismo de la nación ante la inminente cita olímpica.
Fuente: EFE
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El oscurantismo estadunidense
La editorial mexicana independiente Sexto Piso, preocupada por la
publicación de textos que pasan inadvertidos, pero que considera
"pilares de la cultura universal", puso a la venta un libro de Morris
Berman, Edad oscura americana: la fase final del imperio, que llena
plenamente las expectativas de esta clasificación. En efecto, la obra
constituye una mirada penetrante y crítica de la situación actual de
Estados Unidos, que, a juicio de Berman, se encuentra en la etapa
terminal de su derrotero imperialista. El autor equipara las
características post Imperio Romano con las que definen el estado de
la Unión Americana: "el triunfo de la religión sobre la razón; la
atrofia de la educación y el pensamiento crítico; la integración de la
religión, el Estado y el aparato de tortura, una troika que para
Voltaire constituía el principal horror del mundo preilustrado, y
finalmente, la marginación política y económica de nuestra cultura".
Alejado de la retórica o el argumento maniqueo, Berman proporciona
informaciones y razones contundentes para sustentar sus tesis. Señala
hasta qué punto las creencias religiosas en Estados Unidos son el
soporte principal de buena parte de la población para explicar los
eventos mundiales, en lugar de comprenderlos en términos de procesos
políticos: así, 59 por ciento de los estadunidenses cree en las
profecías apocalípticas y en una lucha final entre el Bien y el Mal
(la batalla de Armagedón). Cita una información del New York Times
acerca de los profesores de secundaria que están dejando fuera del
programa de estudios el tema de la evolución por los problemas con los
directores y funcionarios escolares y sobre todo con los padres
fundamentalistas de los estudiantes. La Ilustración en su país está
siendo minada de manera constante con la gradual sumisión de la razón
ante la fe y la autoridad, y al impedirse el debate se erosionan los
cimientos mismos de la democracia. "Una nación (que) es incapaz de
percibir la realidad de manera correcta e insiste en funcionar
partiendo de engaños basados en la fe, su capacidad para afirmarse en
el mundo está casi descartada."
Berman sostiene que cada vez hay más pruebas de que en términos
intelectuales, Estados Unidos "permanece en la oscuridad" y ofrece
datos: millones de estadunidenses ignoran la identidad de los enemigos
de su país en la Segunda Guerra Mundial o que Alemania fue dividida en
un sector oriental y otro occidental; preguntan a las agencias de
viajes si no saldría más barato ir en tren a Hawai, en vez de en
avión; 11 por ciento de los adultos jóvenes no pueden localizar
Estados Unidos en un mapamundi y sólo 13 por ciento puede señalar
Irak. Pero lo más serio es que ese nivel de ignorancia, y aun orgullo
por dicha ignorancia, "finalmente habita en la Casa Blanca" y –como
señala el periodista John Powers– "el señor Bush es de hecho un espejo
de la nación".
La legalización de la tortura evoca para Berman la cultura de las
edades Oscura y Media. Considera que el pueblo de Estados Unidos
después del 11 de septiembre apoya a gobiernos que rutinariamente
practican la tortura. "Desde Abu Ghraib, ha habido revelaciones
periódicas de prensa sobre cómo la tortura americana es peor, y esta
más extendida de lo que se pensaba. Empezaron a aparecer artículos con
encabezados como 'El archipiélago militar de Estados Unidos' o 'El
mundo secreto de los interrogatorios de Estados Unidos'. Estos
valerosos informes incluyen frases como 'constelación mundial de
centros de detención', 'compleja infraestructura de la CIA y militar'
y 'sistema global de detención dirigido por el Pentágono.'"
En cuanto a la marginación de Estados Unidos de la escena mundial,
ofrece algunos datos significativos. En este país, por ejemplo, la
tasa de mortalidad infantil se encuentra entre las más altas de los
países desarrollados y su sistema de salud ocupa el lugar número 37.
El sistema legal estadunidense es considerado anticuado y provincial,
e incluso primitivo y brutal; se ha perdido hace mucho la ventaja
científica ante Europa, mientras el déficit comercial anual deja ver
una nación industrialmente débil y una economía que se mantiene a
flote mediante enormes prestamos extranjeros.
Aquí también, hace una comparación con Roma recordando que la clave de
su decadencia fueron las contradicciones internas que llevaron a su
propio derrumbe. "En cuanto a Estados Unidos –afirma el autor– lo que
le espera en el frente doméstico es la bancarrota y el desafecto
popular; desde el punto de vista internacional, para 2040, si no
antes, seremos una potencia de segundo o tercer orden. La historia ya
no esta de nuestro lado; el tiempo pasa y la estrella de otras
naciones se levantan mientras la nuestra se hunde en una
semioscuridad."
Autor también de El crepúsculo de la cultura americana (México: Sexto
Piso, 2007), Berman rastrea con acierto las raíces históricas del
imperialismo estadunidense en el surgimiento mismo de su país como
nación independiente y en su proceso expansionista sintetizado en el
Destino Manifiesto, con todas sus semillas de religiosidad
providencialista, racismo (jerarquía racial), individualismo
exacerbado, propiedad privada y economía capitalista, así como la
visión binaria del mundo en términos de los buenos (estadunidenses) y
los malos (los que son distintos).
Aunque pesimista sobre el destino de su país, en el que no vislumbra
la posibilidad de una transformación por la misma arrogancia,
prepotencia y estupidez estadunidenses, un "diagnóstico
entristecedor"–opinaría Gore Vidal sobre la obra reseñada–, la
existencia de intelectuales críticos como Berman o el propio Chomsky
constituyen una esperanza para el futuro de Estados Unidos, e induce a
pensar, parafraseando a Martí, que "cuando muchos no tienen la
lucidez, unos pocos tienen la lucidez de muchos".
http://www.jornada.unam.mx/2008/07/25/index.php?section=opinion&article=018a2pol
Según la División de Ciencias Técnicas de Información (ITS, siglas en inglés) de la Academia China de las Ciencias, la web de la institución seguirá el fenómeno desde Xian, capital provincial de Shanxi, en el centro del país, y pondrá a dos expertos a disposición de los internautas que deseen conocer a fondo el fenómeno.
Un eclipse solar total es un acontecimiento único en el que la interposición de la Luna entre el Sol y la Tierra hace que la estrella aparezca como un aro de luz con el centro oscurecido, producto de la sombra del globo terrestre.
En el del primer día de agosto, la sombra de la Luna dejará su rastro a lo largo de 10.200 kilómetros, en los que cruzará Canadá, el norte de Groenlandia, el Ártico, el centro de Rusia y Mongolia, antes de finalizar en el noroeste de China.
Aunque el eclipse no será visible desde Pekín, sí podrá seguirse además de forma parcial desde las provincias de Shanxi y Gansu, y hasta en Hong Kong, informó hoy la agencia oficial china Xinhua.
En una coincidencia descrita por los astrólogos chinos como "única en un siglo", China vivirá un segundo eclipse solar total el 22 de julio de 2009, menos de un año después del eclipse del 1 de agosto, que tendrá lugar a una semana del inicio de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
Pese a que en la antigua China se pensaba que todo eclipse solar traía consigo una catástrofe, los medios locales han obviado supersticiones y el eclipse, según las previsiones, sólo generará algo de inquietud en las bolsas chinas, dejando intacto el optimismo de la nación ante la inminente cita olímpica.
Fuente: EFE
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El oscurantismo estadunidense
La editorial mexicana independiente Sexto Piso, preocupada por la
publicación de textos que pasan inadvertidos, pero que considera
"pilares de la cultura universal", puso a la venta un libro de Morris
Berman, Edad oscura americana: la fase final del imperio, que llena
plenamente las expectativas de esta clasificación. En efecto, la obra
constituye una mirada penetrante y crítica de la situación actual de
Estados Unidos, que, a juicio de Berman, se encuentra en la etapa
terminal de su derrotero imperialista. El autor equipara las
características post Imperio Romano con las que definen el estado de
la Unión Americana: "el triunfo de la religión sobre la razón; la
atrofia de la educación y el pensamiento crítico; la integración de la
religión, el Estado y el aparato de tortura, una troika que para
Voltaire constituía el principal horror del mundo preilustrado, y
finalmente, la marginación política y económica de nuestra cultura".
Alejado de la retórica o el argumento maniqueo, Berman proporciona
informaciones y razones contundentes para sustentar sus tesis. Señala
hasta qué punto las creencias religiosas en Estados Unidos son el
soporte principal de buena parte de la población para explicar los
eventos mundiales, en lugar de comprenderlos en términos de procesos
políticos: así, 59 por ciento de los estadunidenses cree en las
profecías apocalípticas y en una lucha final entre el Bien y el Mal
(la batalla de Armagedón). Cita una información del New York Times
acerca de los profesores de secundaria que están dejando fuera del
programa de estudios el tema de la evolución por los problemas con los
directores y funcionarios escolares y sobre todo con los padres
fundamentalistas de los estudiantes. La Ilustración en su país está
siendo minada de manera constante con la gradual sumisión de la razón
ante la fe y la autoridad, y al impedirse el debate se erosionan los
cimientos mismos de la democracia. "Una nación (que) es incapaz de
percibir la realidad de manera correcta e insiste en funcionar
partiendo de engaños basados en la fe, su capacidad para afirmarse en
el mundo está casi descartada."
Berman sostiene que cada vez hay más pruebas de que en términos
intelectuales, Estados Unidos "permanece en la oscuridad" y ofrece
datos: millones de estadunidenses ignoran la identidad de los enemigos
de su país en la Segunda Guerra Mundial o que Alemania fue dividida en
un sector oriental y otro occidental; preguntan a las agencias de
viajes si no saldría más barato ir en tren a Hawai, en vez de en
avión; 11 por ciento de los adultos jóvenes no pueden localizar
Estados Unidos en un mapamundi y sólo 13 por ciento puede señalar
Irak. Pero lo más serio es que ese nivel de ignorancia, y aun orgullo
por dicha ignorancia, "finalmente habita en la Casa Blanca" y –como
señala el periodista John Powers– "el señor Bush es de hecho un espejo
de la nación".
La legalización de la tortura evoca para Berman la cultura de las
edades Oscura y Media. Considera que el pueblo de Estados Unidos
después del 11 de septiembre apoya a gobiernos que rutinariamente
practican la tortura. "Desde Abu Ghraib, ha habido revelaciones
periódicas de prensa sobre cómo la tortura americana es peor, y esta
más extendida de lo que se pensaba. Empezaron a aparecer artículos con
encabezados como 'El archipiélago militar de Estados Unidos' o 'El
mundo secreto de los interrogatorios de Estados Unidos'. Estos
valerosos informes incluyen frases como 'constelación mundial de
centros de detención', 'compleja infraestructura de la CIA y militar'
y 'sistema global de detención dirigido por el Pentágono.'"
En cuanto a la marginación de Estados Unidos de la escena mundial,
ofrece algunos datos significativos. En este país, por ejemplo, la
tasa de mortalidad infantil se encuentra entre las más altas de los
países desarrollados y su sistema de salud ocupa el lugar número 37.
El sistema legal estadunidense es considerado anticuado y provincial,
e incluso primitivo y brutal; se ha perdido hace mucho la ventaja
científica ante Europa, mientras el déficit comercial anual deja ver
una nación industrialmente débil y una economía que se mantiene a
flote mediante enormes prestamos extranjeros.
Aquí también, hace una comparación con Roma recordando que la clave de
su decadencia fueron las contradicciones internas que llevaron a su
propio derrumbe. "En cuanto a Estados Unidos –afirma el autor– lo que
le espera en el frente doméstico es la bancarrota y el desafecto
popular; desde el punto de vista internacional, para 2040, si no
antes, seremos una potencia de segundo o tercer orden. La historia ya
no esta de nuestro lado; el tiempo pasa y la estrella de otras
naciones se levantan mientras la nuestra se hunde en una
semioscuridad."
Autor también de El crepúsculo de la cultura americana (México: Sexto
Piso, 2007), Berman rastrea con acierto las raíces históricas del
imperialismo estadunidense en el surgimiento mismo de su país como
nación independiente y en su proceso expansionista sintetizado en el
Destino Manifiesto, con todas sus semillas de religiosidad
providencialista, racismo (jerarquía racial), individualismo
exacerbado, propiedad privada y economía capitalista, así como la
visión binaria del mundo en términos de los buenos (estadunidenses) y
los malos (los que son distintos).
Aunque pesimista sobre el destino de su país, en el que no vislumbra
la posibilidad de una transformación por la misma arrogancia,
prepotencia y estupidez estadunidenses, un "diagnóstico
entristecedor"–opinaría Gore Vidal sobre la obra reseñada–, la
existencia de intelectuales críticos como Berman o el propio Chomsky
constituyen una esperanza para el futuro de Estados Unidos, e induce a
pensar, parafraseando a Martí, que "cuando muchos no tienen la
lucidez, unos pocos tienen la lucidez de muchos".
http://www.jornada.unam.mx/2008/07/25/index.php?section=opinion&article=018a2pol
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