Imperdonable cuando crecerá casi 60 veces
Petroquímica,
fuera de las iniciativas
del PAN y PRI
Isabel Salmerón
En el presente siglo, los derivados de la petroquímica que se encuentran
en prácticamente todos los productos que el hombre utiliza, desde que nace
hasta que muere, como biberones, pañales, vestido, pastas dentales, incluso
papel moneda, crecerán casi 60 veces, brindando al país un valor agregado
considerable para el mejoramiento de la industria petrolera nacional, de
ahí la disputa por ver quién se queda con ellos cuando se aprueben las reformas
que en la materia se discutirán en breve en el Congreso de la Unión.
Mientras que para algunos expertos el tema de las petroquímicas básica y
secundaria inconcebiblemente no fue tomado en cuenta ni en la iniciativa
de reforma energética del Ejecutivo federal ni en la propuesta de reforma
del PRI, para otros esto no fue una omisión, pues simplemente la petroquímica
secundaria está legalmente privatizada en un cien por ciento, en tanto que
los petroquímicos básicos, que se reducen a cinco hidrocarburos, están presentes
en ambos proyectos reformadores, a través de la modificación a actividades
como explotación, transporte, distribución, almacenamiento y refinación de
los hidrocarburos.
Petroquímica,
el futuro de México: Decelis
De acuerdo a Naciones Unidas, en este siglo la población crecerá 1.82 veces,
los metales 2.49 veces y los derivados de la petroquímica ?hule, plásticos,
fertilizantes y textiles, entre otros? casi 60 veces. Esto es, el siglo XXI
es el siglo de la petroquímica, dice Rafael Decelis Contreras, ingeniero
químico e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En entrevista con Siempre!, el Premio Nacional de Química 2001 explica qué
quiso decir la ONU con esta proyección, al señalar que es una realidad que
no tiene confusiones, que nada de lo que nosotros vemos, vestimos, comemos
y utilizamos en diferentes actividades, como artefactos de cocina, oficina,
transporte, es ajeno a la petroquímica.
Desde que nacemos hasta que morimos nuestra civilización es consumidora de
productos derivados de la petroquímica; el biberón, los pañales, los textiles
de todo tipo ?el algodón crece 1.56 veces y los sintéticos 4.21 veces?, alimento,
fertilizantes ?cancelados en este país?, insecticidas, catsup, plumas, sillas,
mesas, llantas, juguetes y hoy billetes.
De los derivados del petróleo, la petroquímica es la que tiene mayor valor
agregado. Sólo como dato ilustrativo del número de empleos en la cadena petrolera
que por barril genera la producción de crudo es el siguiente: refinación,
9; petroquímica básica,16; petroquímica secundaria, 22; producto terminado,
48 empleos por barril; en total 96 empleos, de ahí que el valor agregado
del petróleo crudo al vestido o zapato es de 60 veces.
?Esta circunstancia, junto con las reservas mundiales de petróleo, ha sido
ignorada en los diagnósticos y en las propuestas de reforma energética que
presentó el gobierno federal y el Revolucionario Institucional y no se trata
de asuntos menores. Son asuntos que deben tomarse en cuenta en una política
de Estado sobre nuestra industria petrolera y definir el desarrollo de nuestro
país y en nuestro caso, como país petrolero, todavía nos debe permitir tomar
un rumbo que aproveche las dos circunstancias positivas que se pueden manejar,
con una política congruente, razonable y nacionalista?.
Decelis detalló que las reservas petroleras que tiene México son 1.1 por
ciento del total mundial y alcanzan para 9.3 años de acuerdo a datos oficiales;
exporta el 60 por ciento de la producción, acción que de dejarse de realizar
proveería al país para 22.5 años más y si se recuperan los pozos que fueron
cerrados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público por ser incosteables
?aproximadamente 25 mil pozos? se tendría petróleo para otros diez años y
si se perforan aguas costeras, se tendrían reservas para otros diez años.
Estas dos operaciones ni son riesgosas ni costosas como perforar en aguas
profundas. ?En resumen, tenemos petróleo para más de 30 años, no tenemos
la tragedia de las grandes exportadoras de petróleo?.
Recomienda que se haga la investigación de aguas profundas únicamente para
pasar de reservas prospectivas ?pura ilusión? a reservas posibles y dentro
de 25 años ir por el ?tesorito?, valdrá muchas más veces el valor actual,
su extracción será más fácil, pues la tecnología habrá avanzado y la rentabilidad
convertida de petroquímicos será un éxito predecible.
?Debemos cancelar las exportaciones de petróleo crudo en los próximos 4 años,
garantizando con esta acción el recurso petrolero para las próximas generaciones
sin problemas?.
En cuanto a las presiones políticas, tanto internas como externas, principalmente
de Estados Unidos, asunto que no se puede soslayar, el investigador propuso
que se exporte gasolina a cambio de crudo para resolver todos estos eventos.
Desde luego, hay que construir refinerías.
Al explicar por qué desde hace 26 años se canceló la posibilidad de refinar,
dijo que fue la Secretaría de Hacienda y Crédito Público quien, defendiendo
la renta petrolera, esto es la operación de extraer petróleo crudo y venderlo,
con el argumento de que esta operación significaba para el país cien dólares
por barril, en tanto que la renta de la refinación de ese mismo barril sólo
dejaba 15 dólares, por tanto, refinar no es rentable y, por ello, la refinación
se canceló.
Lo que no entienden los funcionarios de Hacienda es que un barril refinado
tiene una utilidad de 15, pero a este valor se le suma los 100 que vale el
petróleo crudo, sumando 115. Sin embargo, ahí no termina la cadena, pues
si se factura en México su valor se incrementa en 15 dólares más por el impuesto
al valor agregado, alcanzando el precio de 130. Pero, además, el procesarlo
en México significaría dejar de importar gasolina, mejorando la balanza de
pagos. Todo esto es valor agregado y si estas naftas las convertimos en petroquímicos
la renta se incrementa al doble y si ésta petroquímica la convierten en zapatos,
vestidos, fertilizantes, textiles, entre otros, crecerá 60 veces y genera
96 empleos por barril. Esto no lo sabe Hacienda ni tampoco la Secretaría
de Energía.
?Sin duda alguna ?comenta Decelis irónicamente?, los que elaboraron el diagnóstico
y propuesta de reforma energética para reforzar a Pemex, lo hicieron con
el conocimiento primitivo que no les permite ver más allá de la primera operación
y debe corresponder al promedio de mexicanos que han reprobado el examen
de PISA, en el cual México tiene el último lugar, reprobado en lectura (idioma),
matemáticas (aritmética) y ciencia (conocimiento). Esta reforma es representativa
de este subdesarrollo?.
Con esta reforma, el fin único de la Hacienda es obtener un recurso rápido
?una tasa interna de retorno maximizada? para integrarlo a su gasto, que
no le ha servido de nada a nadie ya que sus resultados son los siguientes:
el PIB en estos 26 años de recesión ha crecido 2.2 y en este sexenio no crecerá
más; se ha expulsado a 10 millones de mexicanos que no encontraron empleo,
pero que si generan desde el exterior remesas por 20 mil millones de dólares
anuales; el desempleo y el empleo informal crecen ya en forma alarmante 61
por ciento el informal y 39 por ciento el formal.
El empleo informal representa a un grupo de personas que no tienen seguridad
social, no pagan impuestos, venden productos robados, de contrabando y piratas.
Actos negativos que lesionan a toda la sociedad, pero si no se emplean así
¿qué hacen?, o son delincuentes o se van del país.
Diluida la petroquímica
secundaria en las iniciativas
Rosío Vargas, especialista en ingeniería Energética de la Universidad Nacional
Autónoma de México, en entrevista con Siempre!, difiere de Rafael Decelis
al afirmar que las petroquímicas básica y secundarias sí se encuentran en
las dos propuestas de reformas presentadas al Congreso de la Unión, sólo
que no son visibles porque mientras que la segunda está al cien por ciento
privatizada, la primera se reduce únicamente a cinco productos que son hidrocarburos.
Explica que a partir de 1994, cuando entra en vigor el Tratado de Libre Comercio
de América del Norte, de 19 productos que conformaban la petroquímica básica
se redujeron a cinco, que en realidad son hidrocarburos, división artificial
que muchos cuestionan porque no se ajusta a las características internacionales
de lo que es una petroquímica básica.
En este caso, dice la investigadora, la división tuvo el objetivo de justificar
un proceso de privatización en lo que es la petroquímica secundaria, pues
hoy por hoy la petroquímica secundaria tiene la posibilidad, hablando legalmente,
de contar con un cien por ciento de inversión extranjera, esto es, de que
participen en ella todas las transnacionales y esto es privatización.
Hizo hincapié en que la intención de privatizar viene desde el sexenio de
Miguel de la Madrid, fortaleciéndose con Carlos Salinas de Gortari a través
de políticas de transferencias de áreas estrategias, al trasladar los petroquímicos
básicos a los secundarios, hasta llegar a tener sólo cinco productos en el
área de básicos, esto es, reduciéndolos a su mínima expresión.
El costo de esta política de desintegración es un déficit sustancial en balanza
comercial porque México importa una gran cantidad de petroquímicos, pues
las reformas se hicieron mal al no desincorporarlas totalmente, lo que ha
provocado el abandono de las plantas que han caído en la obsolescencia, provocando
problemas de producción en la petroquímica secundaria e incrementando sustancialmente
el nivel de importaciones.
La desatención fue justificada por mucho tiempo con el argumento de que no
había dinero para inversiones, pero en los foros del Senado quedó claro que
los recursos están ahí, que el no invertir es la estrategia del Estado para
justificar la desincorporación, que generaría un grave problema de seguridad
energética.
Ahora bien, ¿por qué algunos expertos dicen que la petroquímica básica, que
es la que maneja el Estado, no está dentro de las iniciativas?, por la simple
razón de que no es tan visible, pues se encuentran en las actividades de
transporte, comercialización, distribución y almacenamiento.
En la propuesta de Acción Nacional, estas áreas que antes eran prerrogativas
del Estado, de acuerdo al artículo 27 y 28, entran como las actividades que
se sugiere que se concedan a la iniciativa privada, con la idea de tener
toda una integración vertical dentro del proceso productivo petrolero, desde
la boca del pozo hasta el proceso final de producción.
En tanto que en la propuesta del Revolucionario Institucional la privatización
se realiza a través de lo que ellos llaman la creación de las filiales y
que después mediante un proceso de desincorporación, para no hablar de privatización,
se entrega a la iniciativa privada.
Ambas propuestas lo contemplan y el objetivo es el mismo: privatizar, sólo
que el medio es diferente, dice Rosío Vargas, luego de señalar que en los
dos casos se desea complacer a las transnacionales que ambicionan controlar
a través de un proceso de integración vertical todo este tipo de actividades,
logrando una eficiencia al cien por ciento. De ahí que en los últimos años
el gobierno haya hecho justamente lo contrario en Petróleos Mexicanos, a
fin de desintegrarlo totalmente.
La investigadora de la UNAM recuerda que en los foros del Senado de la República
los industriales de la petroquímica exigieron al Ejecutivo federal, además
de la privatización de la petroquímica, que sea el Estado el que invierta
y les garantice la materia prima, por un lado, y, por otro, que se eliminen
las distorsiones dentro de estos precios de transferencia que tiene Pemex,
porque distorsiona todo el proceso y finalmente lo hace más caro. Su petición
fue que se les venda la materia prima a buen precio, con base en costos de
producción nacionales y no internacionales como se hace actualmente.
Video: El debate petrolero en los USA
Monday, August 04, 2008
La Industria Petroquimica fuera de las iniciativas del PRI y del PAN, acaso se estan reservando para Espanha?
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