Fidel Herrera inaugura congreso de los brujos

Édgar Ávila del diario El Universal consulte este articulo en su edicion impresa

Dan amuleto al gobernador para ganar la Presidencia

XALAPA, Ver.— Con la limpia en su versión “triángulo rojo” que se le realizó al gobernador Fidel Herrera Beltrán, iniciaron las actividades del Congreso Internacional de Brujos que tiene como sede Catemaco, municipio ubicado al sur de Veracruz. Desde el inicio de esta semana, la fiebre de la magia blanca y negra se apoderó —como todos los años— de los veracruzanos; hasta el jefe del Ejecutivo estatal sucumbió ante los ritos tradicionales del primer viernes de marzo y ya cuenta con su amuleto, el mismo que le garantizará el triunfo en las elecciones presidenciales de 2012, según palabras del brujo mayor Pedro Gueixpal. Cápsulas, jabones, yerbas, aguas, perfumes, veladoras y amuletos mágicos para hacer y contrarrestar hechizos y maleficios se ofrecen en los mercados veracruzanos, que son los principales centros de venta de líquidos y plantas para realizar “trabajos” de magia “buena y mala”. La misa negra se realizó el primer minuto de ayer viernes en las faldas del cerro del Mono Blanco, donde el brujo mayor abrió las puertas de El Encanto, guarida del Señor del Encanto, a quien le rindió cuentas por lo realizado durante el año. El misticismo hizo presa de la región de Catemaco, considerada la cuna de la santería en México. Y no era para menos cuando el ritual de la misa negra consiste en formar el círculo mayor llamado paso de Salomón o estrella de David, el cual es rodeado por fuego utilizando como combustible el azufre y se abre la puerta para el sacrificio de una gallina negra, gatos negros y un cordero. Acuden a las ‘limpias’ Pero en realidad, en rancherías, pueblos y grandes ciudades, decenas de personas acuden con los brujos a “cortar” daños que les hayan hecho a través de la magia, para lo cual adquieren una loción a base de yerbas como albaca, romero, ruda, santa maría y pirul, que untan en su cuerpo después del baño. Otros más, llegan para “cortar” las envidias en su contra y entonces adquieren una loción y jabón “contra la envidia” y la veladora Águila Real. Y no sólo hay hechicería. También existe una infinidad de plantas medicinales, usadas desde la época prehispánica, que se ofrecen lo mismo para curar enfermedades del riñón, diabetes, cáncer, gastritis y para los nervios. Las plantas más solicitadas son la árnica, para lavar heridas y la “cola de caballo” para terminar con el “mal de orina”, es decir para que los niños no orinen en la cama mientras duermen. Una más muy socorrida por los habitantes es “la tila” que controla los nervios, aunque también existe el zapote blanco y mar rubio que atacan la diabetes. Y por supuesto, no podían faltar yerbas para quitar el mal aire, espanto y dolores de cabeza provocados por hechizos. Con una antigüedad de 70 años, el Mercado Jáuregui, asentado en esta capital, también es centro de distribución de plantas medicinales prehispánicas que lo mismo —según los mercaderes— curan cáncer. En pasillos repletos de imágenes de Santísima Muerte y de Judas Tadeo, yacen amontonadas decenas de plantas, animales disecados y botellas de líquidos para —según los vendedores— atraer el amor, deshacerse de las envidias, levantar negocios, llamar clientes y para romper hechizos y maleficios diabólicos. Las imágenes se agolpan en la mente pasillo tras pasillo. Figuras fantasmagóricas de la Santa Muerte, esqueletos y réplicas de los huesos de cabezas humanas, víboras disecadas y manojos de plantas colgando de lo más alto de los locales comerciales.