La UNAM, un riesgo valioso |
Presentamos el Editorial de EL UNIVERSAL por ser muy interesante Sábado 08 de marzo de 2008 |
|
En la terrible aventura que tal vez llevó a la muerte de cinco estudiantes mexicanos en un campamento de la guerrilla colombiana en Ecuador queda manchada, aunque sin culpa, la imagen de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El que una organización extremista cuente con simpatizantes en la UNAM no es raro. Después de todo, se trata de un espacio de pensamiento abierto donde predominan los jóvenes, que con ideas mayormente idealistas y aun idealizadas son fácilmente convencidos por la aparente o real justicia de tal o cual movimiento. La UNAM, y en especial sus facultades y escuelas del área de humanidades, es campo fértil y fácil para tales grupos, nacionales y extranjeros, como parece evidente ahora, tras las revelaciones de la existencia de una red de simpatizantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la principal casa de estudios del país. Fue precisamente la existencia de la red de simpatizantes de las FARC, en coexistencia con uno de la miríada de grupúsculos “revolucionarios” que tienen presencia en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, la que llevó a la asistencia de mexicanos a un congreso seudoacadémico sobre las FARC en Quito, y de ahí a su visita a un campamento guerrillero en la frontera con Colombia. Las víctimas mexicanas del fin de semana son tanto víctimas de las bombas colombianas como del engaño “revolucionario” que los llevó a acercarse a la línea de fuego de un conflicto civil tan añejo como salvaje. La terrible realidad que encontraron puede hacer que alguno se fortalezca en su “fe revolucionaria”, pero tal vez alguno otro pueda comprender que la acción política, con todos sus defectos, tiene enormes ventajas sobre la acción armada: después de todo, en política los cadáveres se pueden levantar para luchar de nuevo. Y esa es curiosamente la lección que brinda la UNAM desde hace décadas. La miríada de grupúsculos políticos que existen y a veces difícilmente coexisten ahí son demostración de lo que una institución abierta puede ofrecer: debate, diálogo y, en el peor de los casos, hasta la supervivencia de organizaciones que no podrían existir en otras circunstancias o fuera de la institución. Pero el que tales grupos estén ahí y usen o aun abusen del ambiente de libertad de expresión, de academia y de presencia que ofrece la UNAM tradicionalmente no es culpa de la Universidad, como tampoco lo sería si alguno de sus alumnos decide seguir un camino que otros consideren como equivocado o que, como en este caso, los lleve a enfrentar sospecha e incluso la muerte. La UNAM ha sido un centro tradicional de libre expresión y pensamiento, donde se encuentran las minorías más radicales y las “microfracciones” que a veces resultan censores tanto o más salvajes que aquellos que los censuran en el exterior. Pero todos ellos forman parte de la experiencia universitaria y del contacto de los jóvenes, y algunos no tanto, con la libre expresión, el libre pensamiento y la libertad de opciones. Y si bien es cierto que la UNAM no es un “territorio autónomo” y mucho menos una republiqueta como algunos quisieran pensar, sí es cierto que las autoridades deben respetar ese espacio, aun a riesgo, a veces, de que haya algún ingenuo o algún abusivo. La patética aventura de Lucía Morett y sus compañeros, que aún debe ser investigada por las autoridades para determinar su fondo y su alcance, es parte de la atmósfera de la UNAM, pero ni de lejos representa a la UNAM. Muchas generaciones han pasado por la Universidad Nacional en ese ambiente, y mal que bien nos señalan que, francamente, es preferible el riesgo que no correrlo. *********** Tres de los cinco estudiantes que fueron a Quito son de la UNAM La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) no es reducto de guerrilleros, manifestó ayer la oficina de prensa de la casa de estudios, pero mediante comunicado confirmó que tres de los cinco estudiantes identificados en Ecuador pertenecen a la máxima casa de estudios del país. "Natalia Velázquez Ramírez, Fernando Franco Delgado y Juan González del Castillo, a quienes se identifica en los hechos referidos, son alumnos de esta casa de estudios", informó, y en torno al otro estudiante identificado, Soren Ulises Avilés Ángeles, informó que no pertenece a esta universidad. Además puntualizó que ello no significa que en sus instalaciones existan oficinas de algún grupo guerrillero. "Es absolutamente temerario e irresponsable afirmar que en la Universidad existan oficinas de algún grupo guerrillero", expuso la oficina de prensa en su comunicado. Recorrido. Sin embargo, en un recorrido por el campus universitario, reporteros del diario La Crónica constataron la existencia de oficinas ligadas a grupos de apoyo de las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la Facultad de Filosofía y Letras. Aún más, alumnos de ésta identificaron plenamente a los estudiantes retenidos por las autoridades ecuatorianas. En torno a este tema, la UNAM hizo hincapié en que "una de las virtudes históricas de la Universidad radica en la pluralidad de ideologías que se manifiestan en su seno".
Así, la UNAM "rechaza el uso de la violencia en cualquiera de sus expresiones, y lamenta profundamente la posibilidad de que algunos de los integrantes de la comunidad hubieran fallecido" durante la incursión del ejército colombiano en territorio ecuatoriano contra las FARC. Asimismo reiteró su preocupación por la salud y el respeto a los derechos de Lucía Andrea Morett Álvarez, y exige a las autoridades competentes una investigación seria, objetiva y apegada a derecho.
En la UNAM se genera una conciencia muy crítica y seguramente la presencia de estudiantes en Ecuador obedece al desarrollo de investigación en torno a movimientos sociales y políticos, nada que ver con algún involucramiento con la guerrilla, afirmó Carlos Galindo, secretario del Comité Ejecutivo del Sindicato de Trabajadores de la UNAM (Stunam). "A eso obedece su presencia ahí, no creo que se deba a otra cosa", señaló el dirigente, al destacar la disposición de este gremio a apoyar en todo momento a los familiares de los estudiantes. "Es algo fantasioso. Lo que sí es real, es que la lucha social se está globalizando y nos unifica pero nadie en el país quiere una salida violenta", respondió cuando se le preguntó si había células de las FARC en la UNAM. Galindo rechazó que los mexicanos encontrados en el campamento de la guerrilla estén involucrado. "Son cuestiones académicas, de investigación de carácter social, de ninguna manera se puede afirmar que ellos están concurriendo a cuestiones de tipo insurgente", añadió. Comentó que la presencia de los estudiantes mexicanos no es extraña en países de Sudamérica, pues muchos de ellos se dedican a labores de investigación de campo. "Los estudiantes de la Universidad, al igual que nosotros como trabajadores siempre hemos estado preocupados por la lucha de los pueblos, a eso creo que obedece su presencia nada más". Uno de los desaparecidos en Ecuador es egresado del IPN Fernando Fuentes, vocero del Instituto Politécnico Nacional (IPN), confirmó que Soren Ulises Avilés Ángeles, una de las personas que se mencionan como desaparecidas en la incursión de Colombia a Ecuador, es egresado de ese centro educativo. El funcionario dijo que Avilés Ángeles se tituló en 2002 de la carrera de Ciencias de la Informática en la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas (Upiicsa), y lo calificó como un buen estudiante, pues su promedio es de 8.32. Fuentes dejó claro que el Instituto Politécnico Nacional es una universidad democrática en cuyo seno se reúnen muchos pensamientos, y que ahora está en espera de más datos para dar un pronunciamiento oficial similar al emitido en días pasados por la UNAM.
Agredir, amenazar y robar a los estudiantes que se oponen a su movimiento; seleccionar a nuevos miembros de entre los recién ingresados a la Facultad, tras un riguroso seguimiento a su vida académica y personal… Son estrategias que ha aplicado el Núcleo Mexicano de Apoyo a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo para sobrevivir, desde hace cinco años, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. José Luis, un ex integrante del Núcleo, narra al diario Crónica la manera como fue "atrapado" por los líderes de la organización. "Me invitó al grupo un chavo al que llaman Edgardo. Cuando ingresé a la facultad, él solía entrar a mis clases, pero me llamaba la atención que nunca hacía apuntes, sólo observaba. Después de mucho tiempo me enteré que era una de las personas utilizadas por el Núcleo para atraer simpatizantes". Según José Luis, el perfil de los elegidos es el siguiente: jóvenes dinámicos, con tendencias políticas contrarias al gobierno y con cierto poder adquisitivo: "Les interesa que haya dinero; hacen colectas y hasta roban a otros estudiantes para subsistir; en caso de alguna necesidad urgente, los propios integrantes deben solventar algunos gastos. Los jodidos no tienen cabida, a menos que sean buenos para robar". —¿Y en qué usan el dinero? —¿Y ese contacto es sólo como muestra de solidaridad? —¿Aceptas la idea de que Lucía Morett (la sobreviviente mexicana tras el ataque a las FARC por parte de tropas colombianas) fue a realizar una investigación académica? —¿Entonces hay muchas mujeres? "No cualquiera entra a su cubículo (en la planta baja del edificio principal, frente al anexo de la Biblioteca Samuel Ramos), porque ahí están los catálogos ideológicos y fotografías de los viajes. Antes de incorporarme, ellos ya sabían cosas de mi familia y mis ideales". Dice que, al año, se eligen uno o dos nuevos integrantes, que van supliendo a los que se van: "Algunos se cansan y mejor se dedican a otras cosas, se van de políticos a otros partidos, sé de otros que se han incorporado a las FARC y que ahora viven en sus campamentos". —¿Se volvieron guerrilleros? "Ellos se asumen como voceros de la Facultad; son como 20, pero deciden por todos: organizan asambleas, toman determinaciones institucionales y hasta deciden, cuando les conviene, cerrar las instalaciones", señala Mario. "Siempre son los mismos, los que amenazan a los que no están de acuerdo con sus posturas, los que se sienten intocables por parte de las autoridades y dueños de la Universidad, pero en realidad son una minoría, se aprovechan de que el resto somos apáticos". María, otra alumna de último año, dice: "Son peligrosos, nadie aquí se puede meter con ellos, porque luego vienen las persecuciones, los robos y hasta los golpes"…
¡Hoy es un gran día para América Latina!, expresó el presidente Felipe Calderón luego que un guión que pareció de telenovela convirtió en cuestión de minutos un conflicto de consecuencias impredecibles en una ceremonia de pacificación regional. No hubo abrazos como lo solicitó el presidente anfitrión de la XX Cumbre del Grupo de Río, pero sí un apretón de manos, no exento de advertencias del presidente de Ecuador, Rafael Correa, en el sentido de que "como pueblo el asunto queda superado pero en lo personal no olvidará que atacaron su patria", la crisis quedó superada. Ayer, luego de seis horas en que Correa y Álvaro Uribe intercambiaron reproches, acusaciones, risas burlonas en una reunión televisada a todo el mundo… para luego, en un final casi risible, dar por concluida la crisis que los enfrentó desde que el Ejército colombiano incursionó la madrugada del sábado pasado para atacar a miembros de las FARC causando varias muertes de este grupo armado, entre ellos Raúl Reyes. En la Cumbre del Grupo de Río, Uribe pidió disculpas por haber "violado la soberanía ecuatoriana", descartó llevar al venezolano Hugo Chávez ante los tribunales de La Haya, y todos los Jefes de Estado firmaron la Declaración de Santiago en la que asentaron que "estas situaciones no se repitan". La Cumbre, que apuntaba hacia un papelón internacional histórico, se convirtió, de pronto, en una gran telenovela. Video: Mexicanos en campamento de las FARC, la gente se pregunta y que estaban haciendo ahi? |
Saturday, March 08, 2008
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment