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Sunday, April 13, 2008

La derecha se fortalece gracias a Andres Manuel y sus fieles bejeranistas, underground operadores de la estrategia de revancha!

Itinerario Político
Ricardo Alemán
Lea este articulo en El Universal

Domingo 13 de abril de 2008



Por la “defensa de Pemex” aniqulan al PRD y a la democracia

Farsantes políticos mexicanos denigran a los artistas de circo

No es una broma. Es en serio que una buena porción de dirigentes, líderes y gobernantes del PRD están altamente preocupados por el despeñadero al que un puñado de ambiciosos llevan al partido, la más importante e influyente formación que haya alcanzado la izquierda mexicana en su historia.

No es una broma la acusación de que Andrés Manuel López Obrador pretende “un golpe de Estado” al interior del PRD, que entre otros lanzó el número dos del partido amarillo, Guadalupe Acosta Naranjo. Es muy en serio que algunos de los constructores del PRD vean al señor legítimo no como el más importante líder de la izquierda mexicana, el hombre capaz de llevar a esa fuerza política al poder, el que promueve la transformación de México y de que finalmente llegue la hora de los que menos tienen. No, las mentes sensatas en el PRD, que las hay pero que no se atreven a expresarse de manera pública, ya ven a AMLO como un “infiltrado” del PRI y de la derecha, para acabar con el PRD. Y no, no es una broma.

Y si bien hoy no lo dicen en público, no dan la cara para expresar esa preocupación, lo cierto es que no pasará mucho tiempo para que lo hagan. Hace un año, quizá dos, nadie imaginaba que los Chuchos y los Lopistas se dijeran lo que hoy se dicen en la disputa por el control del partido amarillo, y por la pelea del dinero público. En dos, tres o cuatro años —una vez que los votos cobren las torpezas políticas del tabasqueño— muchos reconocerán de manera pública que López Obrador fue el responsable del suicidio del PRD, pero además del fortalecimiento de la derecha y del regreso del PRI al poder.

Y en efecto, si vemos con cabeza fría lo que está ocurriendo, con un poco de sensatez y sin la pasión que provoca el fanatismo y el mesianismo de los amlistas, llegaremos a la conclusión de que el legítimo hace todo para destruir a la izquierda y su más importante estandarte, el PRD; pero además destruye a sus centros reales de poder —que están en el Congreso— y hasta pretende demoler la naciente y muy frágil democracia que a todos los ciudadanos nos ha costado mucho, pero que al PRD y a los sectores marginados les costó vidas. Como siempre, vamos por partes.

El suicida

Vamos a suponer que el señor López Obrador tiene razón, que la perversa derecha azul y la oportunista derecha tricolor quieren engañar a los más de 100 millones de mexicanos —tontos que somos, por supuesto— y que convertirán a Pemex en un negocio familiar. Vamos a suponer que, en efecto, la familia Mouriño pretende convertirse en la moderna versión de Carlos Slim —como gritan en el delirio los Lopistas— en el rentable negocio del petróleo. Y vamos a suponer que AMLO y sus leales son los iluminados, los enviados desde el cielo para salvar a la patria, para redimir las almas de los herejes y para castigar a los traidores. Vamos a suponer que todo eso es cierto.

Entonces, si todo eso es cierto, ¿por qué destruir la imagen e influencia del PRD? ¿Qué no desde el 3 de julio AMLO se he encargado de colocar explosivos en los pilares del PRD? ¿Qué no es un suicidio político la dizque protesta pacífica? ¿Qué no para salvar el petróleo de las garras de los perversos, se requiere un partido fuerte, con una dirigencia legitimada? ¿Por qué, si esa es una premisa incuestionable, AMLO destruyó al PRD en su ambición de controlar el partido?

Bueno, vamos a suponer que se equivocaron, que por andar en la parranda petrolera no se dieron cuenta que estaban destruyendo al PRD —y es entendible, si en el gobierno tampoco se dieron cuenta de los escándalos Bejarano y Ponce— y que tienen claro todo lo demás.

¿Por qué entonces AMLO y su claque disparan a la cabeza de sus centros de poder? ¿De qué estamos hablando?

Resulta elemental, de sentido común y hasta de lógica. Pero parece que no les da para lo elemental, para el sentido común y para la lógica. Eso sí, les da para el suicidio.

¿Qué es, sino cortarle la cabeza al PRD, la “clausura” del Congreso? Está bien, para los que no lo entienden. ¿En dónde tiene el PRD su fuerza política, en el terreno institucional? ¿Con qué fuerza y con qué instrumentos institucionales puede el PRD defender Pemex? ¿De dónde obtiene el dinero para la sobrevivencia del movimiento de AMLO y para mantener aceitado a una gran mayoría del partido? Las respuestas a las tres últimas interrogantes es: “La representación del PRD en el Congreso”. ¿Está claro? Ahora bien, ¿qué significó la clausura del Congreso por parte del FAP?

Pues eso, destruir la fuerza del PRD en el Congreso, no sólo en términos políticos, sino en su imagen y su vertiente electoral frente al ya cercano 2009. ¿Quién en su sano juicio votará por el PRD en 2009? Claro, más allá de los fanáticos que ya no ven ni escuchan, y que en el extremo de la incongruencia y el delirio, ahora justifican que AMLO, y sus locuaces, pretendan cancelar libertades básicas, como la de expresión, nadie. ¿Se acuerdan que defendía la izquierda hace 15, 20, 30 años? Sí, la libertad de expresión. ¿Y qué pregonan hoy? Cerrar la boca a los críticos de esa izquierda. De viejos, muchos de los fanáticos de AMLO hoy justifican y promueven lo que de jóvenes defendían. Pura congruencia.

¿Por qué decimos que AMLO será señalado en unos cuantos años como el responsable del suicidio del PRD?

Porque en la supuesta defensa del petróleo, que no es más que su “burro” para llegar con vida política al 2012, destruye al PRD, a los grupos parlamentarios amarillos y, por si fuera poco, también destruye la naciente democracia. Es decir, en su lucha por la supuesta defensa del petróleo aplica el más puro maquiavelismo: “El fin justifica los medios”. Es decir, las ambiciones de poder de AMLO justifican la destrucción del PRD y la naciente democracia. Y por si fuera poco, estimula la consolidación de la derecha y el regreso del PRI. ¿No parece un infiltrado?

Hace no muchos años los fanáticos del PRI nos decían “estalinistas” por criticar al PRI. Hace menos años los fanáticos del PAN decían que “nos pagaba Gobernación”, por criticar a los azules y a sus gobiernos. Hoy nos dicen que nos paga el PAN y la derecha por criticar a AMLO y su demencial destrucción del PRD y de la naciente democracia. El tiempo pondrá a cada quien en su lugar.

Política degrada el circo

Por lo pronto, con pena y vergüenza, reconocemos que al pretender definir a los farsantes de la clase política mexicana insultamos a un grupo de profesionales que, con toda razón, reclaman que no se les compare con los políticos; Federico Serrano-Díaz, director de Difusión del Circo Atayde Hermanos, nos ofreció la siguiente lección que aceptamos con humildad:

“Estimado señor Alemán, en repetidas ocasiones, en sus escritos hace usted referencias al circo, comparándolo con la clase política nacional. Me atrevo a pensar que es más bien por ignorancia que por mala fe, pero lo cierto es que ese tipo de comentarios han contribuido a degradar entre el público la percepción de lo que es ‘el circo’: arte escénico ancestral y vivo, esencialmente democrático, y que en nuestro país tiene raíces milenarias.

“El circo funciona como un mecanismo de relojería: un trapecista no puede cambiar la ruta de su vuelo, ni un malabarista alterar caprichosamente su rutina, ni un entrenador de tigres improvisar su acto. Detrás del circo hay todo lo que no hay en la política en este país: concentración, rigor, disciplina, valoración del esfuerzo individual y colectivo, confianza en uno mismo y en los compañeros, elegancia, precisión y belleza. Es el arte del asombro.

“Por otra parte, el ejercicio del circo no le hace daño a nadie, mientras que nuestros políticos, con su estupidez, hacen daño a millones de ciudadanos. ‘Quisiera que el escenario fuese tan angosto como la cuerda de un equilibrista: eso le quitaría a muchos ineptos las ganas de subir a escena’, decía J. W. Goethe.

“Me permito enviarle algunas opiniones de personas mucho más calificadas que yo sobre lo que es y significa el circo, y que merecen ser tomadas en cuenta porque se trata de grandes creadores y pensadores de la cultura universal:

El verdadero circo

“No sé exactamente lo que el circo me ha dado, excepto que vi gente arriesgando sus vidas con una gracia y una elegancia infinitas para entretener a sus semejantes; y eso me parece más que suficiente”: Máximo Gorki.

“El circo es el único espectáculo que conozco que mientras se mira, proporciona la sensación de vivir en un sueño feliz”: Ernest Hemingway.

“El circo es una pequeña arena cerrada que nos envuelve en el olvido; por un momento nos permite salir de nosotros mismos para fundirnos en un mundo de gozo y maravilla que nos conduce al corazón de un universo misterioso”: Henry Miller.

“Cada hombre, mujer o niño sale del circo refrescado, renovado y preparado para sobrevivir. El circo es una ruptura radical en la pauta de la realidad: la belleza contra la fealdad; la excitación contra el aburrimiento”: John Steinbeck.

“Desde la infancia, desde la memoria que revive el pasado, y también desde el presente por supuesto, el circo es siempre un paraíso”: Vicente Leñero.

“Espero que la lectura de las citas anteriores contribuyan a que se dé usted cuenta, señor Alemán, que las comparaciones entre ambos mundos no sólo son injustas sino un poco ligeras y hasta tontas.

“En México, el Circo Atayde Hermanos cumple 120 años de vida en este 2008. Y en ese tiempo han caído Porfirio Díaz y el PRI, se han gestado generaciones de nuevos ricos gracias a la política, se expandió y desapareció el ferrocarril, ocurrieron crímenes de Estado como los de 1968 y 1971, y México es muy distinto en esos 120 años. Sin embargo, el circo sigue ahí.

“Por supuesto existen circos de diferentes niveles y calidades, como ocurre con cualquier otra actividad humana. Lo mismo sucede con los medios, los periodistas y los políticos. Es por ello que creemos que resulta irresponsable la generalización. Por eso, a través de este conducto le manifiesto el profundo malestar que causa entre la comunidad circense que la mala política se presente como sinónimo del circo, que constantemente hacen comunicadores como usted.

“Si la política mexicana funcionara como un circo, sería un arte perfectamente organizado, y no lo es. Por eso creemos que el espectáculo circense está en las antípodas de la clase política mexicana y de la denigrante forma de hacer política.

“En todo caso, y con mucha buena voluntad, lo cierto es que muchos mexicanos y sobre todo los profesionales del espectáculo circense creemos que nuestra política resulta una farsa (pieza cómica breve), interpretada por una multitud de mamarrachos (persona o cosa defectuosa. Hombre informal que no merece respeto), pero jamás se puede decir que la política es un circo, con sus acróbatas, malabaristas y payasos. No hay que confundir los términos. Gracias”. Hasta aquí la carta.

En el camino

A 10 años de su muerte: ¡Cómo hace falta la opinión de Octavio Paz¡ Pero también es cierto que le haría mucho bien a todos que los políticos los leyeran. ¡Claro, si saben leer!

aleman2@prodigy.net.mx

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Ver video sobre como AMLO apoyo a Encinas, igualito que Fox, uso la guerra sucia!





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